En una movilización sin precedentes, cientos de miles de mujeres están marchando hoy en varias ciudades de todo el mundo para expresar su repudio al nuevo presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
De Washington a Nueva Dehli, las manifestantes condenan la retórica sexista y racista de Trump, quien, desde el inicio de su campaña, ha denigrado a minorías, religiones y grupos raciales.
Inicialmente, la denominada ‘Marcha de las Mujeres’ (Womens March, en inglés) había sido convocada en Washington, pero los alcances de la protesta rebasaron fronteras y continentes debido al rechazo global que ha generado el magnate neoyorquino con sus discursos.
En el espíritu de la democracia y en homenaje a los campeones de los derechos humanos, la dignidad y la justicia que nos precedieron, nos unimos en nuestra diversidad para mostrar nuestra presencia en números demasiado grandes para pasarlos por alto», dice la declaración de los organizadores estadunidenses.
En Washington, desde primera hora, miles de personas, incluidos hombres, comenzaron a congregarse desde muy temprano en el centro de la capital estadunidense.
Los organizadores esperan la asistencia de hasta 500 mil personas, en lo que podría ser una de las manifestaciones más concurridas de la historia de Estados Unidos.
Celebridades como Scarlett Johansson, Katy Perry, Julianne Moore o America Ferrera fueron algunas de las impulsoras de la marcha.
Decenas de grupos que representan una inmensidad de temas se unieron para patrocinar el evento, que también se está replicando en ciudades de todo el territorio estadunidense como Nueva York, Filadelfia, Chicago, Oregon, Los Ángeles, Salt Lake City, entre otras.
La marcha, ideada por la abuela hawaiana Teresa Shook, fue pensada como un escape para mujeres y hombres que se consideran feministas, para ventilar la frustración y ansiedad provocada por la victoria de Trump.
En la Ciudad de México está prevista al mediodía una protesta feminista frente al Ángel de la Independencia.
Sin embargo, el descontento es mundial.
En Europa, decenas de miles de personas se han movilizado en capitales como Londres, París, Berlín, Praga, Roma, Atenas, Dublín, Varsovia, Estocolmo, Madrid y Zagreb, aunque también se registran concentraciones en otras ciudades menores del viejo continente.
Marchamos sobre los hombros de nuestras madres y nuestras abuelas. Mujeres que lograron grandes victorias por nosotras, para lograr un salario equitativo, derechos para abortar, leyes contra las violaciones, y bajas de paternidad y maternidad», declaró la diputada británica Yvette Cooper en Londres.
Asímismo, la manifestación feminista se ha propagado a varias ciudades de Asia como Tokio, Manila, Calcuta, Nueva Dehli y Seúl.
Protestamos contra las declaraciones discriminatorias y irrespetuosas de Donald Trump durante su campaña electoral, y queremos mandar un firme mensaje al mundo en el día de su toma de posesión», señalaron en un comunicado conjunto varias organizaciones surcoreanas defensoras los derechos de las mujeres.
De igual forma, en Sidney, Australia, miles de personas marcharon en solidaridad a través del parque Hyde de la ciudad. Un dirigente dijo que el odio, los prejuicios y el racismo no son problemas exclusivos de Estados Unidos. En Nueva Zelanda también hubo protestas similares.
En Ciudad del Cabo, Sudáfrica, una marcha feminista se lleva a cabo frente al consulado de Estados Unidos.
A pesar de las distancias y los idiomas, las protestas coinciden en rechazar el sexismo, el odio y la desigualdad de género, y en su lugar abogan por el amor, la fraternidad y la prevalencia de los derechos humanos.
Encuestas recientes en Estados Unidos indican que los niveles de popularidad de Trump son más bajos que los de cualquier otro presidente entrante desde los años setenta.
Ni Trump ni su equipo se han pronunciado sobre las movilizaciones.
La marcha feminista se realiza un día después de que la capital estadunidense fue sacudida por una violenta protesta contra Trump, con encapuchados que rompieron ventanas, incendiaron vehículos y se enfrentaron a la policía antidisturbios, que respondió con granadas de aturdimiento.
Excelsior