Conecta con nosotros

Salud y Bienestar

Mujeres que se tiñen el cabello tienen más riesgo de desarrollar cáncer de mama: estudio

Las mujeres que utilizan de manera regular tinte permanente para el cabello podrían aumentar el riesgo a padecer cáncer de mama hasta en un 60 por ciento, de acuerdo con un estudio realizado por científicos del International Journal of Cancer (IJC).

El estudio, publicado por Newsweek, estuvo basado en el registro médico de más de 45 mil mujeres, en cuyos casos se encontró una coincidencia entre el uso de tinte permanente y alisadores químicos y este padecimiento.

No obstante, el número de casos aumenta 45 por ciento en las mujeres de raza negra, mientras que para mujeres blancas es del 7 por ciento, según el estudio.

De acuerdo con el medio, el estudio también plantea una diferencia entre el tipo de tinte utilizado: si este es para cabello oscuro, la asociación uso-enfermedad fue del 51 por ciento de riesgo para mujeres negras, y de 8 por ciento en el caso de mujeres blancas.

En tanto, si se trata de tintes claros, el riesgo de que mujeres negras desarrollen la enfermedad es del 46 por ciento, mientras que para mujeres blancas es del 12 por ciento.

El aumento del riesgo de padecer cáncer de mama, señala Newsweek, también está relacionado con el uso de alisadores químicos para el cabello.

Este aumenta en un 30 por ciento para todas las mujeres que usan planchas alisadoras cada cinco y ocho semanas o más. En tanto, los autores del estudio apuntaron que es más probable que esto afecte con mayor frecuencia a mujeres negras.

Fuente: El Financiero

Revista

La grasa abdominal profunda: el enemigo silencioso que envejece tu cuerpo y tu mente

Oculta bajo la piel y rodeando órganos vitales como el corazón, el hígado y los riñones, la grasa visceral representa una de las amenazas más serias para la salud metabólica y cerebral, incluso en personas delgadas. Más que un problema estético, esta grasa activa procesos inflamatorios que pueden desencadenar enfermedades como la diabetes tipo 2, el hígado graso, problemas cardiovasculares y, a largo plazo, deterioro cognitivo.

De acuerdo con el Dr. Andrew Freeman, especialista en prevención cardiovascular, la grasa visceral es un marcador de múltiples riesgos de salud, aun en quienes aparentan estar en forma. El fenómeno conocido como “skinny fat” —personas con peso normal pero con alta proporción de grasa interna— evidencia que la salud no siempre se refleja en el espejo.

El impacto va más allá del metabolismo. La neuróloga preventiva Kellyann Niotis advierte que este tipo de grasa libera compuestos inflamatorios que aceleran la atrofia cerebral y favorecen la aparición de placas beta-amiloides y ovillos de tau, señales asociadas con la enfermedad de Alzheimer, incluso desde los 40 o 50 años.

¿Cómo saber si la grasa visceral está fuera de control? La medida de la cintura es un primer indicio: más de 88.9 cm en mujeres y 101.6 cm en hombres eleva el riesgo, según los CDC. La masa muscular también importa: quienes tienen más grasa que músculo tienden a acumular esta grasa profunda. Estudios como la DEXA o básculas con medición de grasa corporal pueden ayudar a evaluar estos indicadores.

La buena noticia: es reversible. Freeman insiste en un enfoque integral con ejercicio cardiovascular diario (como caminatas rápidas de al menos 30 minutos) y entrenamiento de fuerza con resistencia. Ejercicios como desplantes, sentadillas, lagartijas y peso muerto movilizan grandes grupos musculares, aceleran el metabolismo y estimulan hormonas que mejoran la composición corporal.

Una alimentación basada en plantas, como la dieta mediterránea, también es clave. Rica en frutas, vegetales, granos enteros, aceite de oliva y pescado, esta dieta ha demostrado reducir la grasa abdominal y el riesgo de muerte por enfermedades crónicas, especialmente en mujeres.

El ayuno intermitente —comer solo durante una ventana de seis horas al día— puede ser un complemento efectivo, aunque no es apto para todos. La combinación de alimentación natural, entrenamiento funcional y periodos de ayuno puede “hacer magia” en la reducción de grasa visceral, señala Freeman.

En resumen, mantener el músculo, eliminar alimentos ultraprocesados, moverse cada día y reorganizar los horarios de comida no solo combate la grasa abdominal profunda, sino que extiende la salud física y mental hacia el futuro. Porque el verdadero “elixir de la juventud” no se compra: se construye con hábitos.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto