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Policiaca

Murió por coronavirus Mario Casarrubias, uno de los líderes de Guerreros Unidos

Mario Casarrubias Salgado, hermano de Sidronio Casarrubias, ex cabecilla de Guerreros Unidos, falleció por Covid-19 en un hospital militar de la Ciudad de México.

También conocido como El Sapo Guapo, tenía tres días de haber ingresado a un hospital militar en la CDMX por complicaciones de coronavirus y su estado de salud fue reportado como grave.

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) confirmó que el pasado jueves Mario Casarrubias fue trasladado al penal del máxima seguridad del Altiplano, en Almoloya de Juárez, donde estaba recluido, al Hospital Central Militar en la Ciudad de México.

Sin embargo, el domingo se confirmó su fallecimiento tras haber permanecido intubado las últimas 48 horas. Según los reportes, su estado de salud se había complicado considerablemente debido a la diabetes mellitus que padecía desde su ingreso al penal del Altiplano.

Casarrubias Salgado llegó a ser señalado como uno de los fundadores y ex líderes de la organización criminal Guerreros Unidos.

el Mochomo (Foto: Twitter@olgauq)el Mochomo (Foto: Twitter@olgauq)

También es hermano de José Ángel y Sidronio Casarrubias Salgado, líderes de Guerreros Unidos, vinculados a la desaparición forzada de los 43 estudiantes en Iguala en 2014. Fue capturado ese mismo año: hasta el 2017 recibió una sentencia condenatoria de 10 años de cárcel y 200 días de multa por los delitos contra la salud, posesión de cartuchos de uso exclusivo del Ejército, y portación de armas de fuego.

Elementos de seguridad en México identificaron a Casarrubias Salgado como un ex integrante del Cártel de los Beltrán Leyva: después de su desintegración creó su propio grupo criminal con sus hermanos Sidronio, alias El Chino, Adán, alias El Tomate, y José Ángel, El Mochomo.

En mayo pasado, tramitó un juicio de amparo contra agentes del ministerio público federal adscritos a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido). En su demanda manifestó que si bien se le hicieron saber de una nueva indagatoria en su contra, no tuvo acceso a la carpeta de investigación “Si bien se me notificó según de todo lo prohibido pero no se me disque dio una carpeta de averiguación o citatorio por tales hechos”.

No obstante, luego de que se le asignó una defensora pública federal, Casarrubias Salgado no presentó el recurso ni impugnó la decisión. Por ello, el juzgado tercero de distrito en materias de amparo y juicios federales en el estado de México dio por concluida la demanda de amparo que interpuso El Sapo Guapo.

Guerreros Unidos, cártel involucrado en el caso Ayotzinapa que inundó Chicago con droga (Foto: Jorge López/ Reuters)Guerreros Unidos, cártel involucrado en el caso Ayotzinapa que inundó Chicago con droga (Foto: Jorge López/ Reuters)

“Se advierte que transcurrieron los cinco días que establece el artículo 98 de la Ley de Amparo, para interponer recurso de queja contra el proveído de cinco de julio del año en curso, en el que se tuvo por no presentada la demanda de amparo, sin que la parte quejosa lo haya hecho valer; en consecuencia se declara que dicho auto ha causado estado para todos los efectos legales conducentes”, declararon las autoridades, informó La Jornada.

En mayo, Héctor Rodríguez Uriostegui, el Colín y/o el Gordo, presunto cabecilla de La Bandera, que derivó de Guerreros Unidos, fue arrestado por supuestos delitos de asesinato: además estaría vinculado con la desaparición de 43 normalistas de Ayotzinapa.

Agentes de la Guardia Nacional y la Coordinación Nacional Antisecuestro (Conase) aseguraron al Colín en Cuernavaca, Morelos. De acuerdo con la Fiscalía de Guerrero, en las acciones también participó la Secretaría de Marina Armada de México.

Rodríguez Uriostegui enfrenta cargos por homicidio calificado de dos personas, hechos ocurridos en Iguala de la Independencia, municipio donde fueron atacados y desaparecidos 43 estudiantes de la escuela normal rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa la noche y madrugada del 26 al 27 de septiembre de 2014.

“Se le considera uno de los principales líderes del grupo delictivo Guerreros Unidos o La Bandera; grupo que se le relaciona en diversos hechos de homicidios, extorsiones, secuestros y robo en la región norte del estado”, destacó la fiscalía guerrerense.

Increible

Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

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