La Plaza de San Pedro fue el marco de la primera colaboración sobre el terreno entre la Gendarmería Vaticana y miembros del Estado Mayor Presidencial, que estarán a cargo de la seguridad del papa Francisco en México, y que fueron invitados por el comandante Domenico Giani, para que se familiarizaran con el operativo de seguridad.
«Para ver cuál es el gusto de Su Santidad, para la seguridad, cómo le gusta a él que proceda la seguridad. El Papa quiere el contacto con la gente, pero que sabe que debemos de estar ahí. Cómo podemos hacer nosotros para estar ahí sin que a él se le limite el contacto con la gente, comentó el teniente coronel Julio Castro López», encargado de la Seguridad Personal del papa Francisco en México.
Los representantes del Estado Mayor fueron presentados en la residencia de Santa Marta al Papa Francisco, quien bromeó con ellos.
«Nos agradeció por nuestro trabajo y nos dijo que está deseoso ya de llegar a tierras mexicanas y que va a ser una visita, según lo expresó él, muy divertida, así nos dijo, nos dijo que nada de tequila y chile», dijo el teniente coronel Castro López.
El papa Francisco también bromeó con esta corresponsal al final de la audiencia general cuando le pregunté si estaba listo ya para el viaje. Me contestó: ¿no sabe que se ha cancelado?
Por otra parte, durante el encuentro semanal con los fieles, el papa Francisco reafirmó que Dios es lo opuesto de quienes actúan para matar.
Dios, dijo el Papa Francisco, no es indiferente al dolor del oprimido, al grito del que sufre violencia o esclavitud o es condenado a muerte.
El sufrimiento es una triste realidad que aflige a toda época, también a la nuestra. Nos hace sentir impotentes y tentados a endurecer el corazón. Dios, en cambio, no es indiferente, señaló el Pontífice.
Fuente: Noticieros Televisa