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Ciencia y Tecnología

Nanosatélite mexicano Ulises 1, listo para su lanzamiento

El funcionamiento del nanosatélite Ulises 1 ya ha sido completamente probado tanto en el laboratorio como en el campo, con lo cual está listo para su lanzamiento en el último tercio de este año, comentó Celso Gutiérrez Martínez, investigador del INAOE.

El proyecto Ulises 1 se ha desarrollado en el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) a iniciativa del Colectivo Espacial Mexicano.
El nanosatélite realizará un viaje extenso transportando y transmitiendo fuera de la Tierra el arte sonoro creado por artistas de este Colectivo, integrado por destacados artistas y liderado por el reconocido fotógrafo mexicano Juan José Díaz Infante.

El proceso de lanzamiento al espacio del Ulises 1 está en curso y previsto para el último tercio del año 2016.

En el proyecto de lanzamiento al espacio participan el INAOE, el Consejo Estatal de Ciencia y Tecnología del Estado de Puebla (concytep) y el Colectivo Espacial Mexicano (CEM).

“Ulises 1 es un proyecto de innovación científica y tecnológica de gran relevancia, es el primer objeto en su tipo que se ha desarrollado en el país y está listo para ser puesto en órbita alrededor de nuestro planeta”, dijo el también líder del Laboratorio de Comunicaciones de Radiofrecuencia y Fibra Óptica del INAOE.

Para el investigador, es uno de los proyectos tecnológicos de mayor impacto del INAOE, y ya ha sido completamente validado para cumplir con la misión científico-cultural para la cual ha sido diseñado y construido.

En este contexto, explicó que el nanosatélite ha sido probado en tres condiciones distintas. Primero se sometió a una prueba de funcionamiento en transmisión-recepción en una distancia relativamente corta, de 37 kilómetros.
Esta primera prueba de campo permitió validar y ajustar parámetros de funcionamiento en el proceso de optimización del nanosatélite, así como de la estación terrena receptora.

La segunda prueba fue en la estratósfera, mediante vuelo suborbital en globo. El vuelo alcanzó una altura de 30 kilómetros y se alejó del sitio de lanzamiento 50 kilómetros. El nanoasatélite Ulises 1 funcionó satisfactoriamente ese día, validando la misión espacial en condiciones de gran altura.

Y el pasado 12 de febrero se realizó una prueba de funcionamiento en transmisión-recepción de muy larga distancia (107 kilómetros). Esta prueba, mediando una distancia de más de 100 kilómetros, un tercio de la altura de la órbita de Ulises 1 en el espacio, permitió validar el funcionamiento de la misión espacial en condiciones de gran distancia.

“La comunicación y el telecomando remoto del satélite fueron completamente satisfactorios, lo que confirma que el nanosatélite está calificado para desarrollar su misión espacial con muy alta probabilidad de éxito”, subrayó Gutiérrez.

Excelsior

Ciencia y Tecnología

Marihuana duplica riesgo de muerte por infarto y derrame cerebral, revela estudio global con 200 millones de casos

Una nueva investigación publicada en la revista Heart advierte sobre un riesgo grave y hasta ahora subestimado: el consumo de marihuana puede duplicar las probabilidades de morir por enfermedades cardiovasculares, incluso en personas jóvenes y sin antecedentes médicos. El hallazgo surge de un metaanálisis de datos médicos que involucra a más de 200 millones de personas, la mayoría entre los 19 y 59 años, en países como Estados Unidos, Francia, Canadá, Australia, Egipto y Suecia.

Lo más preocupante es que quienes presentaron mayor riesgo eran adultos jóvenes sin factores de riesgo previos como hipertensión, tabaquismo o antecedentes familiares. “Lo que más nos llamó la atención fue que los pacientes hospitalizados por estos padecimientos eran jóvenes, sin historial de enfermedad cardiovascular ni factores de riesgo asociados”, señaló la investigadora Émilie Jouanjus, profesora asociada de farmacología en la Universidad de Toulouse, Francia.

Comparados con quienes no consumen cannabis, los usuarios tienen un 29% más de riesgo de sufrir un infarto y un 20% más de sufrir un derrame cerebral. La revisión sistemática no logró determinar el modo de consumo (fumado, vaporizado, comestible, etc.), pero con base en los patrones de uso en los países analizados, los autores concluyen que la mayoría probablemente lo consumía fumado.

Los especialistas advierten que esta forma de consumo conlleva riesgos similares al tabaco. “Cualquier método que implique inhalar cannabis implica riesgos, incluso para quienes están cerca y respiran el humo de segunda mano”, explicó la doctora Lynn Silver, profesora de epidemiología en la Universidad de California, San Francisco, y coautora de un editorial que acompaña el estudio.

Además, nuevas evidencias apuntan a que incluso los comestibles con THC pueden causar daño vascular. Una investigación publicada en mayo de 2025 reveló que los consumidores de comestibles mostraron una reducción del 56% en la función vascular, incluso más alta que en quienes fuman marihuana, con una reducción del 42%. “El THC, sin importar su forma de ingreso al organismo, tiene efectos preocupantes sobre el sistema cardiovascular”, advirtió la cardióloga investigadora Leila Mohammadi.

Uno de los elementos más inquietantes del estudio es el incremento en la potencia del cannabis disponible en el mercado legal. “Los productos actuales pueden contener hasta 99% de THC. No tienen nada que ver con la marihuana que se fumaba en los años setenta”, señaló Silver. Esta mayor potencia también está asociada con un aumento en los casos de adicción y trastornos mentales graves como psicosis o esquizofrenia. Se estima que en EE.UU., al menos 3 de cada 10 usuarios desarrollan trastorno por consumo de cannabis.

Aunque las políticas públicas han priorizado la regulación comercial y el otorgamiento de licencias a empresas, los expertos piden un viraje urgente hacia la educación sobre riesgos. “Necesitamos tratar el consumo de cannabis como tratamos el tabaco: con advertencias claras, educación médica y políticas que pongan la salud pública al centro”, afirmó Silver.

Los investigadores temen que la relación entre cannabis y enfermedad cardíaca esté subestimada. “Es probable que el vínculo sea incluso más fuerte de lo que reflejan los datos actuales”, reconoció Jouanjus.

En un contexto donde el uso de cannabis se normaliza cada vez más, especialmente en adultos mayores que lo utilizan para el dolor o el insomnio, la evidencia científica lanza una advertencia clara: el cannabis no es inocuo, y su consumo podría tener consecuencias fatales, incluso para quienes creen estar lejos de cualquier riesgo cardiovascular.

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