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Policiaca

Narcoviolencia en la frontera de Jalisco y Zacatecas: qué pelean los cárteles ahí

Hoy, el narcotráfico es la principal fuente de violencia que afecta a los municipios limítrofes de Jalisco y Zacatecas. Así lo advierten los últimos hechos de violencia en la región.

La ruta de 319 kilómetros de distancia, ha sufrido en los últimos meses la desprotección del Estado, y se ha generado el escenario propicio para que los cárteles invadan los municipios, aumenten los conflictos y la violencia.

Ese es el caso de Valparaíso —una ciudad del estado de Zacatecas, que se ubica en la región centro norte de México—, donde fueron asesinados cruelmente los paramédicos Luis Fernando Montes de Oca Armas y Octavio Chabelo Romero.

Los habitantes del municipio han visto cómo su vida ha dado un oscuro vuelco, pues han tenido que huir y vivir en la clandestinidad a consecuencia de las amenazas sufridas por el narcotráfico.

El 25 de junio las disputas entre los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación dejaron 18 muertos. Según medios locales, la balacera terminó en la comunidad de San Juan Capistrano, cerca del límite con Huejuquilla El Alto, Jalisco.

El medio Mural ha denunciado que los delincuentes operan en un tramo carretero que va desde Huejuquilla El Alto hasta Jesús María (Nayarit) y que también cruza un sector de Zacatecas y otro de Durango, vía que los huicholes utilizan para llegar a sus comunidades, a quienes se llevan a través de una red de caminos revestidos, terracería y brechas.

El primer grupo criminal en asentarse en la entidad fue el cártel de Los Zetas, cuando todavía eran brazo armado del Cártel del Golfo. Tras las captura de sus líderes, los hermanos Miguel Ángel, José, Omar, Alejandro y Ana Isabel Treviño Morales, Los Zetas se fragmentaron en diversas organizaciones: en el Cártel del Noreste — que tiene su base de operaciones en Tamaulipas —y Los Talibanes.

En los últimos cinco años, la lucha que se desató entre estos tres grupos ha mermado en relación al tráfico de drogas, principalmente en el centro de la entidad, lo que ha desatado la violencia e inseguridad. Aunado a esto, el problema se recrudeció con los cárteles de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación pues ambos buscan controlar la plaza y el tráfico de fentanilo, que tiene un importante auge en los Estados Unidos.

En 2019, el cártel comandado por Ismael el Mayo Zambada se hizo más visible en los municipios de Mazapil, Juan Aldama, Río Grande, Chalchihuites y Sombrerete hasta llegar a Fresnillo. Mientras que el CJNG pactó con el Cártel del Golfo para controlar el territorio en la entidad.

Increible

Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

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