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Opinión

¿Necesitamos tomar vitamina B? Por Dra. Luisa Ulibarri

Dra. Luisa Ulibarri

La ciencia está realizando increíbles descubrimientos de como las vitaminas influencian en nuestros procesos cerebrales. En años recientes, los suplementos han sido ligados a un mejor estado de ánimo, puntuaciones más altas en tests para inteligencia, aumento en la memoria y mejora en la atención. De los siete miembros de la familia de la vitamina B, tres aumentan la memoria: B1 (tiamina), B6 (piridoxina), y B12 (cianocobalamina)

El daño que se ocasiona al no consumir suficiente vitamina B, es conocido por décadas. La insuficiencia de niacina puede resultar en síntomas parecidos a una enfermedad mental, es caracterizado por confusión, depresión y alucinaciones. Las personas que no tienen suficiente B1 se vuelven irritables, agresivas y puede exhibir cambios en la personalidad. La deficiencia de B12 ha estado asociada con anemia perniciosa, que ocasiona un cúmulo de problemas neurológicos.

La vitamina B6 ha sido tema de estudio en la memoria y procesos mentales. Se ha observado que las personas con niveles altos de vitamina B6 presentan un mejor desempeño en la memoria, desafortunadamente, la mayor parte de las personas cursan con deficiencia de vitamina B6. Es importante mencionar que la población que presenta mayor deficiencia de vitamina B, son los adultos mayores, debido a que no tienen una dieta adecuada, no consumen suplementos y sur organismo no tiene la capacidad de absorber la cantidad necesaria de vitaminas que se encuentran el los alimentos.

La vitamina B12 es esencial para la memoria y concentración. Esta vitamina ayuda a estimular el neurotransmisor acetilcolina, el cual es el responsable de la agilidad mental. Se recomienda tomar vitamina B12 en dietas bajas en colina (bajas en proteína) y así aumentar la producción de acetilcolina en el cuerpo. Existen personasque presentan enfermedades como la gastritis atrófica, esta condición no produce suficiente ácido en el estómago para procesar la vitamina B12 de los alimentos. Las consecuencias de esto pueden ser pérdida de la memoria, dificultad para la coordinación y debilidad.

Finalmente, la vitamina B1 puede beneficiar el pensamiento rápido, especialmente en las mujeres. La tiamina acelera el pensamiento y la reacción mental. Los estudios científicos mencionan que las funciones mentales presentan una gran mejoría después de un año de tomar estas vitaminas.También mencionan que las mujeres tienen una mejor respuesta a la dieta y al consumo de vitaminas en sus cuerpos.

La vitamina B6 es importante para la memoria y se puede encontrar en semillas de girasol, germen de trigo, levadura, hígado y atún. Vitamina B12, es necesaria para la concentración, estado de alerta, aprendizaje, y puede ser encontrada en almejas, ostiones e hígado. Vitamina B1, se requiere para el tiempo de reacción mental y atención, puede ser encontrado en cereales integrales, avena, germen de trigo, ostiones e hígado.

Muchos de nosotros nos veríamos beneficiados si tuviésemos una suplementación de complejo B.

Opinión

La semilla. Por Raúl Saucedo

Libertad Dogmática

El 4 de diciembre de 1860 marcó un hito en la historia de México, un parteaguas en la relación entre el Estado Mexicano y la Iglesia. En medio de la de la “Guerra de Reforma», el gobierno liberal de Benito Juárez, refugiado en Veracruz, promulgó la Ley de Libertad de Cultos. Esta ley, piedra angular del Estado laico mexicano, estableció la libertad de conciencia y el derecho de cada individuo a practicar la religión de su elección sin interferencia del gobierno.

En aquel entonces, la Iglesia Católica ejercía un poder absoluto en la vida política y social del país. La Ley de Libertad de Cultos, junto con otras Leyes de Reforma, buscaba romper con ese dominio, arrebatándole privilegios y limitando su influencia en la esfera pública. No se trataba de un ataque a la religión en sí, sino de un esfuerzo por garantizar la libertad individual y la igualdad ante la ley, sin importar las creencias religiosas.
Esta ley pionera sentó las bases para la construcción de un México moderno y plural. Reconoció que la fe es un asunto privado y que el Estado no debe imponer una creencia particular. Se abrió así el camino para la tolerancia religiosa y la convivencia pacífica entre personas de diferentes confesiones.
El camino hacia la plena libertad religiosa en México ha sido largo y sinuoso. A pesar de los avances logrados en el lejano 1860, la Iglesia Católica mantuvo una fuerte influencia en la sociedad mexicana durante gran parte del siglo XX. Las tensiones entre el Estado y la Iglesia persistieron, y la aplicación de la Ley de Libertad de Cultos no siempre fue consistente.
Fue hasta la reforma constitucional de 1992 que se consolidó el Estado laico en México. Se reconoció plenamente la personalidad jurídica de las iglesias, se les otorgó el derecho a poseer bienes y se les permitió participar en la educación, aunque con ciertas restricciones. Estas modificaciones, lejos de debilitar la laicidad, la fortalecieron al establecer un marco legal claro para la relación entre el Estado y las iglesias.
Hoy en día, México es un país diverso en materia religiosa. Si bien la mayoría de la población se identifica como católica, existen importantes minorías que profesan otras religiones, como el protestantismo, el judaísmo, el islam y diversas creencias indígenas. La Ley de Libertad de Cultos, en su versión actual, garantiza el derecho de todos estos grupos a practicar su fe sin temor a la persecución o la discriminación.
No obstante, aún persisten desafíos en la construcción de una sociedad plenamente tolerante en materia religiosa. La discriminación y la intolerancia siguen presentes en algunos sectores de la sociedad, y es necesario seguir trabajando para garantizar que la libertad religiosa sea una realidad para todos los mexicanos.

La Ley de Libertad de Cultos de 1860 fue un paso fundamental en la construcción de un México más justo y libre. A 163 años de su promulgación, su legado sigue vigente y nos recuerda la importancia de defender la libertad de conciencia y la tolerancia religiosa como pilares de una sociedad democrática y plural.
Es importante recordar que la libertad religiosa no es un derecho absoluto. Existen límites establecidos por la ley para proteger los derechos de terceros y el orden público. Por ejemplo, ninguna religión puede promover la violencia, la discriminación o la comisión de delitos.
El deseo de escribir esta columna más allá de conmemorar la fecha, me viene a deseo dado que este último mes del año y sus fechas finales serán el marco de celebraciones espirituales en donde la mayoría de la población tendrá una fecha en particular, pero usted apreciable lector a sabiendas de esta ley en mención, sepa que es libre de conmemorar esa fecha a conciencia espiritual y Libertad Dogmática.

@Raul_Saucedo
rsaucedo@uach.mx

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