Por: Alejandro Salmón Aguilera
La empresa Intertrafico, la que da al Gobierno del Estado el servicio de aplicar las llamadas “foto-multas”, debe tener bendiciones de todo tipo desde alturas insospechadas, porque prácticamente hace lo que le viene en gana, y sin pagar un céntimo a los erarios estatal, municipal e incluso al federal.
La semana pasada salió a la luz pública la información de que la empresa de las fotomultas operaba como delincuente: robando la energía eléctrica a la Comisión Federal de Electricidad, una empresa paraestatal cuyos ingresos forman parte del erario.
Así es, robando, no se le puede llamar de otra manera, porque, como se dio a conocer en diversos medios de comunicación, sus cámaras estaban conectadas a la red de energía eléctrica mediante “diablitos”, sin permiso de la CFE y, obviamente, sin pagar el consumo que generan.
Cuán diferente es el trato que recibe un usuario domiciliario cuando se retrasa en el pago de su recibo bimestral: después de dos o tres días del vencimiento, llega una cuadrilla de trabajadores de la CFE y corta el suministro de energía a su casa, y para tener otra vez el servicio, debe ir a pagar la cuenta pendiente, un cargo adicional por reconexión y esperar hasta dos días para que regrese la cuadrilla a reestablecer el cableado.
Esta empresa, en cambio, conectó sus cámaras sin permiso de la CFE, por consiguiente, no instaló medidor y, desde luego, tampoco pagó nada. ¿Ya les cobraron la multa correspondiente por haber hecho eso?
Y mientras se robaba la luz eléctrica generada por una empresa paraestatal, Intertrafico operó el sistema que permitió aplicar 25 mil multas sólo entre enero y febrero del 2016, según lo informó El Diario de Juárez. [i]
De la recaudación total, Intertrafico se llegó el 20 por ciento y no se sacó un centavo para pagar ni el contrato ni mucho menos el consumo.
Pero eso de la toma “pirata” de energía no es el único regalo que se le hace a la empresa contratada para multar vehículos y no a sus guiadores, no.
Las cámaras que instala, tanto las fijas como las móviles, así como los anuncios preventivos, están instaladas en la vía pública. Para ese efecto, debieron solicitar un permiso a la Presidencia Municipal y, otorgado que fuera, pagar un derecho por ese concepto.
Así se le cobra a cualquier otra empresa que use la vía pública para fines particulares. Para darnos una idea: en otros municipios—desconocemos si aquí se hace, pero debería—la empresa Telmex paga por cada teléfono público que tiene instalada en la vía pública, y no por la caja en sí, sino por la publicidad que en ella exhibe.
Aquí en Chihuahua, ni eso se le cobra a la empresa que nos cobra por salir mal parados—o mal movidos—en la foto.
Según lo dice en su portal digital—donde no aparece directorio alguno—Intertrafico opera en cuatro municipios, en el Distrito Federal y en el estado de Chihuahua. En total, tiene instaladas 68 cámaras, de la cuales 31 son móviles y 19 son fijas. De éstas, cuatro están en Chihuahua, donde además tiene otras cuatro colgadas de los semáforos, que también son propiedad pública. ¿Cuánto estará pagando por el uso de esa infraestructura pública?
Seguramente, lo mismo que le ha pagado a la CFE por operar sus cámaras. Lo decíamos al principio: esta empresa debe tener bendiciones los séptimos cielos de la política mexicana.