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Ciencia y Tecnología

Ni una sola prueba de vida inteligente en 100.000 galaxias

Científicos del famoso Instituto SETI para la búsqueda de vida inteligente fuera de la Tierra creen que detectarán el primer «saludo» alienígena dentro de 20 años. Pero es probable que esas formas de vida, si es que existen, sean primitivas, no estén tan avanzadas como nos lo muestran las películas de ciencia ficción o no utilicen tanta energía como pensamos… Esto es lo que sospechan investigadores de la Universidad Estatal de Pensilvania (EE.UU.) tras buscar datos que pudieran sugerir la existencia de una civilización extraterrestre avanzada en unas 100.000 galaxias estudiadas por el observatorio en infrarojo WISE de la NASA. No encontraron ni una sola prueba segura. Silencio absoluto en toda esa gran inmensidad, publica ABC de España.

«La idea detrás de nuestra investigación es que, si una galaxia entera ha sido colonizada por una civilización avanzada con capacidad espacial, la energía producida por las tecnologías de esa civilización sería detectable en longitudes de onda en el infrarrojo medio, exactamente la radiación que detecta el satélite WISE», señala el investigador principal, Jason T. Wright, profesor asistente de astronomía y astrofísica en el Centro para Exoplanetas y Mundos Habitables de la Estatal de Pensilvania.

La idea de utilizar las lecturas de infrarrojos como una manera de buscar civilizaciones extraterrestres fue propuesta por primera vez por el físico Freeman Dyson en 1960, cuando teorizó que una civilización extraterrestre muy avanzada usaría la mayor parte de la energía de su estrella. Esos procesos de recolección de energía limitarían la cantidad de luz visible expulsada hacia el exterior e incrementarían los niveles de radiación infrarroja.

Pero no ha sido hasta hace poco que los datos recogidos por satélite WISE de la NASA han hecho posible probar la teoría de Dyson. «Ya sea que una civilización avanzada utilice grandes cantidades de energía de las estrellas de su galaxia para alimentar sus ordenadores, vuelos espaciales, comunicaciones o algo que todavía no podemos imaginar, la termodinámica fundamental nos dice que esta energía debe ser irradiada en forma de calor en las longitudes de onda del infrarrojo», dice Wright. «Esta misma física básica hace que su ordenador irradie calor mientras está encendido».

50 galaxias sospechosas
El análisis no presentó signos evidentes de civilizaciones extranjeras, pero sí descubrió que 50 galaxias ofrecen niveles inusualmente altos de radiación en el infrarrojo medio. Los investigadores planean continuar con su estudio para conocer las causas de esas anomalías, que probablemente serán debidas a procesos astronómicos naturales.

En cualquier caso, para Wright el fracaso en la detección de una galaxia repleta de alenígenas sigue siendo un interesante resultado científico. «Nuestros resultados significan que, de 100.000 galaxias que WISE puede ver con suficiente detalle, ninguna de ellas está ampliamente poblada por una civilización extraterrestre que utiliza la mayor parte de la luz estelar para sus propios propósitos. Y eso es interesante, porque esas galaxias tienen miles de millones de años de antigüedad, lo que es tiempo más que suficiente para la aparición de extraterrestres, si es que existen. Puede ocurrir que no existan o que no utilicen suficiente energía para que nosotros podamos reconocerles», apunta el investigador.

La investigación ha sido publicada en la revista Astrophysical Journal.

Fuente: Radio Santiago

Ciencia y Tecnología

Crean primer bolso de “cuero” de T-Rex a partir de ADN fósil

Innovación sin precedentes en la industria de la moda de lujo y la biotecnología

La empresa creativa VML, en colaboración con The Organoid Company y Lab-Grown Leather, anunció la creación del primer bolso de lujo fabricado con una versión biotecnológica de cuero de Tyrannosaurus rex. Este innovador material se desarrolló utilizando colágeno fósil extraído de restos del dinosaurio y replicado mediante ingeniería genética.

El proceso no utiliza piel de animales actuales ni materiales sintéticos, sino que cultiva tejido en laboratorio a partir de una secuencia completa de colágeno reconstruida del T-Rex. Esta técnica, pionera en su tipo, permite obtener un material biodegradable, de alta durabilidad y libre de crueldad animal.

Se espera que el primer accesorio hecho con este cuero prehistórico salga al mercado a finales de 2025. Además de artículos de moda, los desarrolladores prevén aplicaciones futuras en sectores como la industria automotriz.

Este proyecto recuerda al “Mammoth Meatball” lanzado en 2023, cuando VML presentó carne cultivada en laboratorio usando ADN de mamut lanudo.

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