La niña Sophie Cruz, hija de inmigrantes mexicanos y a quien el papa Francisco dejó acercarse cuando la pequeña lo sorprendió en Washington, inició en San Diego una campaña nacional por los indocumentados.
La niña de seis años inició, con permiso de sus padres y con apoyo de organizaciones en Estados Unidos, una campaña para reunir cartas que pidan a un juez de la Corte Suprema, Anthony Kennedy, que vote en favor de los programas que legalizarían a más de cinco millones de indocumentados.
La menor dijo que tiene una petición para niños y adultos en Estados Unidos, “que hagan cartas al juez Anthony Kennedy, porque él puede apoyar los programas DACA y DAPA”, los dos programas que ordenó el presidente Barack Obama el año pasado y que se encuentran estancados.
Gloria Saucedo, directora nacional de la Hermandad Mexicana Transnacional, una de las organizaciones que apoya el proyecto de la menor, dijo a Excélsior que de nueve jueces en la Corte Suprema estadunidense, cuatro se inclinan en favor de los programas y cuatro en contra, pero el magistrado Kennedy “aunque es republicano apoya mucho a los niños”.
“No creemos que esté de acuerdo con más deportaciones de padres de familia y que sus hijos estadunidenses queden en desamparo”, explicó.
La niña de seis años ha sido nombrada embajadora de organizaciones de derechos humanos de California y consiguió, según platica su madre, que el presidente Barack Obama le recibiera una carta y le contestara con la promesa de empujar una reforma migratoria.
Sophie dijo temer que sus padres, originarios de Oaxaca, sean deportados. “Si deportaran a mi mamá y a mi papá me sentiría triste, porque ya no podría tener ayuda de mis papás, por eso vamos a seguir luchando hasta que haya una reforma migratoria”.
La menor continúa su gira con una visita este martes a Miami.
A la fama
La señora Zohyla Cruz, mamá de Sophie, dijo que su hija comprendió que sus papás son indocumentados cuando tenía dos años, y un poco después cuando comprendió que podía ayudarles se motivó y hasta ahora no ha parado.
La idea de la campaña de cartas fue de la propia niña, que preguntó a adultos quién va a decidir que entre en vigor DAPA, el programa que por la nacionalidad de la menor puede beneficiar a sus padres.
En septiembre pasado, el papa Francisco recibió una carta de manos de Sophie mientras realizaba un recorrido por Washington.
Sophie Cruz se acercó al Pontífice para entregarle una playera y una carta, donde le pidió interceder por los millones de inmigrantes indocumentados en el país.
Sophie, quien habla mixteco, español e inglés, se ha convertido en figura emblemática de los migrantes.
Fuente Excelsior