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Niños migrantes llegan solos a México, la cifra crece

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México ha pasado de ser un país expulsor de migrantes a un país receptor de la migración, situación que se convierte en un problema “intenso”, dijo el Comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM), Ardelio Vargas Fosado, al comparecer ante senadores y diputados de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.

Informó que la llegada de migrantes indocumentados a México se ha “recrudecido” en los últimos años, pues en 2013 llegaron 86 mil personas; en 2014, 127 mil y en 2015, arribaron 202 mil indocumentados, no sólo centroamericanos, cubanos, haitianos y sudamericanos, sino africanos y de Asia.

El tema de la migración es un tema que lo vamos a estar viendo en los próximos años mucho más intenso, o sea las condiciones mundiales; en algunas regiones es la guerra, los conflictos internos, en otras es la pobreza, en otras son los factores climáticos, pero siempre va a haber un factor de empuje y un factor de atracción”, expuso.

De los migrantes que llegan a México, el grupo más vulnerable, comentó el comisionado de Migración, son los niños, pues la llegada de menores de edad aumenta de forma exponencial y según cifras del Instituto, entre 2013 y 2015, el arribo de menores de edad aumentó en 344%.

En 2013, atendí a 8 mil, cerca de 9 mil niños, niñas y adolescentes y el año pasado atendí cerca de 40 mil y cada vez son más menores. O sea, el 38% de ellos es menor de 11 años y de esos el 48% son no acompañados, entonces es un tema”, señaló Ardelio Vargas.

El titular del Instituto Nacional de Migración indicó que México no le está haciendo la tarea a Estados Unidos para contener el flujo migratorio y afirmó que la migración centroamericana a nuestro país constituye ya un “drama humanitario”.

 

 

 

Excelsior

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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