Linda Freedman refleja en un cortometraje documental el desamparo de los menores indocumentados no acompañados que deben comparecer en tribunales de Inmigración de Estados Unidos, y lo hace con el anhelo de «inspirar a la acción» porque «cuando un niño sufre, todos sufrimos».
Con el cortometraje «No Acompañado: Sólo en América» («Unanccompanied, Alone in America»), que en los últimos días ha tenido una alta rotación en redes sociales, la estadounidense quiere movilizar a aquellos «que se levantarán, como siempre lo hacen, para ayudar a sus congéneres cuando lo necesitan», según explica en la web del proyecto.
«Linda se puso manos a la obra con este tema y decidió recrear una historia basada en transcripciones reales de la corte», dado que no se permiten cámaras de televisión en los tribunales de Inmigración, explicó hoy Mónica Rodgers, de la organización The Revelation Project, que produjo y fue una de las que financió el cortometraje.
La iniciativa contó con el apoyo de ICS, una organización que da asesoría legal a inmigrantes en esta ciudad de Portland y en el sur del estado de Washington, y surgió cuando la realizadora leyó en 2014 el caso de menores inmigrantes juzgados en tribunales, solos, sin representación legal y en ocasiones hasta sin traductor.
Relata Rodgers que Freedman invirtió meses de investigación y entrevistas a abogados pro bono, y asistió a varias audiencias judiciales, con el fin de reflejar cómo a estos menores detenidos en la frontera se les ordenaba la deportación tras comparecer ante un juez «sin un intérprete o cualquier comprensión de lo que estaba sucediendo».
Según datos que maneja ICS, nueve de cada diez niños indocumentados que aparecen en la corte sin una representación legal acaban siendo deportados, mientras que entre los que cuentan con abogados más de la mitad logran quedarse en EE.UU.
«Me sorprendieron los obstáculos a los que los niños se enfrentaban solos y la indiferencia por sus derechos básicos», señala Freedman.
En el cortometraje, la realizadora muestra a menores no acompañados, interpretados por hijos del personal de ICS y amigos, sentándose en el banquillo de los acusados, ante un juez que les pregunta si están nerviosos o si saben lo que es un abogado.
«¿Entiendes de lo que se trata este proceso en la corte?», les pregunta en el corto el juez retirado William Snouffer, «quien aceptó regresar a su papel de juez por un día» para este proyecto, dijo la realizadora.
La organización espera que trabajos como el de Freedman ayuden a generar «suficiente conocimiento sobre el tema y apoyo para financiar las necesidades de estos niños», además de cambiar esta práctica, según explicó Rodgers.
Tal como explican desde ICS, en los juicios de Inmigración el Gobierno está siempre representado y en cambio los niños arrestados por ingresar ilegalmente al país, que en los últimos años han venido en gran número, no tienen derecho a un abogado designado por el tribunal, de acuerdo a las leyes vigentes, y no tienen tampoco forma de contactar, comunicarse o contratar a un representante legal.
Agrega que lo niños, la mayoría de los cuales no hablan ni entienden inglés, y en muchos casos no tienen acceso a intérpretes, lógicamente no logran comprender las leyes de Inmigración que resultan complejas incluso para una gran mayoría de los adultos.
«Me imaginé entusiasmada a abogados, estudiantes de derecho, traductores y otros que podrían ayudar a los niños no acompañados a navegar en las circunstancias desalentadoras que enfrentan», explica Freedman sobre las motivaciones de su trabajo.
La Administración del presidente Donald Trump ha hecho del endurecimiento de las políticas migratorias una de la señas de su mandato y hoy mismo, a través de su siempre activa cuenta de Twitter, el mandatario pidió al Congreso que apruebe una nueva legislación «inteligente, rápida y razonable».
«El Congreso debe aprobar una ley migratoria inteligente, rápida y razonable ya. Las fuerzas de la ley en la frontera están haciendo un gran trabajo, pero están obligados a trabajar con unas leyes absurdas», escribió el mandatario en su cuenta personal en la red social.
Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza
La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.
Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.
En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.
Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.
Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.