En Chihuahua, la aparición de una narcomanta en el puente de la Junta y canal encendió las alarmas. En el mensaje, se acusaba al secretario de Seguridad Pública estatal, Gilberto Loya Chávez, de proteger a un policía señalado por extorsión. El hecho, que rápidamente se difundió en redes sociales, generó preocupación entre los habitantes del estado, quienes enfrentan una creciente ola de violencia.
La manta fue retirada y asegurada por elementos de la Policía Estatal, quienes dieron inicio a las investigaciones. Al respecto, Gilberto Loya Chávez, titular de la Secretaría de Seguridad Pública, rechazó tajantemente las acusaciones y aseguró que no se deja intimidar por grupos criminales.
“Las palabras en esa manta buscan desestabilizar y sembrar desconfianza. No hacemos caso a grupos criminales. Sin embargo, se revisará a todos los elementos de la corporación para garantizar que ninguno esté involucrado en actos ilícitos”, afirmó el funcionario en conferencia de prensa.
El compromiso público de Loya Chávez pretende disipar dudas y enviar un mensaje claro: su administración no tolerará corrupción dentro de la fuerza policial. En un entorno donde la inseguridad es uno de los principales problemas, las declaraciones buscan ofrecer un respiro a una ciudadanía que exige respuestas inmediatas y contundentes.
A pesar de las palabras del secretario, el hallazgo de la narcomanta ha intensificado el debate sobre la infiltración del crimen organizado en las instituciones de seguridad. Los habitantes de Chihuahua no solo exigen la investigación de los señalamientos, sino también acciones concretas para depurar a los cuerpos policiacos y garantizar su funcionamiento con apego a la ley.
Por el momento, las autoridades han señalado que la investigación sobre el contenido de la narcomanta está en curso y que trabajan en colaboración con instancias federales para esclarecer los hechos.
Mientras tanto, la aparición de estas denuncias públicas exhibe una vez más los desafíos que enfrenta el estado en su lucha contra la corrupción y la inseguridad, dejando en evidencia que la confianza ciudadana aún está lejos de recuperarse por completo.