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«No les bastó con asesinarlo, lo destruyeron y lo quemaron»: Encuentran el cuerpo calcinado de un Adolescente en Cali

 

Varios usuarios de la red social Twitter han alertado que los familiares de Daniel Stiven estarían recibiendo amenazas tras hacer la denuncia contra la Policía de Cali.

Dos versiones se confrontan nuevamente en Colombia tras el brutal asesinato de un menor de edad durante la violenta jornada de protestas del pasado viernes en Cali, que dejó 13 fallecidos y decenas de heridos en la capital del Valle del Cauca, cuando se cumplió un mes de las movilizaciones en el país.

El cuerpo calcinado de Daniel Stiven Sánchez, de 16 años, fue hallado en una tienda de Dollar City, en el municipio caleño de Siloé, la madrugada del 29 de mayo. El homicidio, que sus familiares atribuyen a la Policía, según los testimonios que han recabado, ocurrió el día que ha sido catalogado por el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, como «doloroso«, «fatídico« y que «ha significado muerte«.

La Policía Metropolitana de Cali salió al paso a la versión de los parientes de Sánchez, negó que sus efectivos tuvieran responsabilidad en la muerte del adolescente y se refirió a la quema del negocio, donde fue hallado Sánchez, por parte de «delincuentes». Tanto las autoridades como los familiares esperan el dictamen de Medicina Legal.

Esta no es la primera vez, desde que comenzaron las manifestaciones antigubernamentales, que se denuncia la presunta participación de los cuerpos de seguridad en violaciones de los derechos humanos contra manifestantes o personas ajenas a los actos de calle. Las autoridades han negado su responsabilidad y han atribuido los actos de violencia a agentes externos a la protesta.

¿Qué pasó?

En un documental de poco más de nueve minutos, el productor audiovisual colombiano Alejandro Palencia recogió la reconstrucción de los hechos sobre la muerte de Daniel Stiven, de las voces de la madre y sus dos hermanas. Las tres mujeres, en medio de la conmoción por este homicidio, piden que se haga justicia.

La primera en hablar es María Paula Sánchez, una de sus hermanas. Ella cuenta que el joven regresaba del trabajo en compañía de otras personas cuando se topó con una tanqueta de la Policía Metropolitana de Cali. Al verla, quedó paralizado por el miedo y solo alcanzó a levantar las manos para decir que no tenía que ver con la protesta.

A partir de ese momento, según le relataron testigos a la familia, hubo varias agresiones contra el joven, presuntamente cometidas por los policías que lo habrían golpeado, disparado varias veces y que supuestamente se lo llevaron arrastras mientras pedía ayuda.

«Él decía que era menor de edad y los testigos gritaban: ‘cogieron a un niño, lo llevan hacia el Dollar City, lo están golpeando, no nos lo quieren entregar'», refiere.

Los golpes no cesaron, según su hermana. Incluso un paramédico que iba a auxiliar al menor de edad habría sido repelido a tiros por los uniformados.

«Él pide que lo ayuden, que no lo dejen morir. En ese momento lo montan en la tanqueta y se lo llevan. Esta es la parte que no entendemos: ¿Por qué terminó quemado en el Dollar City?«, se pregunta la pariente.

A pesar de estas afirmaciones, el recién nombrado comandante de la Policía Metropolitana de Cali, Juan Carlos León Montes, negó en un video institucional que la tanqueta hubiera sido movilizada esa noche.

Los hallazgos

«Mi hermano tiene impactos de bala en su cuerpo y aún no tenemos el dictamen, pero el forense nos dijo que tiene índices de tortura«, dice María Paula. La Policía niega esta versión.

Su otra hermana, Yurany Sánchez, manifiesta sentirse «destrozada» porque «lo mataron con sevicia». «No les bastó con asesinarlo sino que lo destruyeron, lo quemaron». Ambas afirman que el joven fue asesinado antes de que su cuerpo fuera alcanzado por las llamas en el incendio dentro del almacén. Las autoridades tampoco coinciden con esta versión.

«Lo quieren inculpar, dicen que estaba vandalizando el Dollar City, que lo estaba incendiando y robando, hay testigos directos que afirman que venía de trabajar«, agrega Yurany.

María Sánchez, su madre, cuenta que le tenía prohibido ir a las manifestaciones ante el temor de que le ocurriera algo. «Los de la primera línea [vanguardia en las movilizaciones] le confirmaron a mi hija que jamás lo habían visto allá», dice.

Para Yurany, que desmiente la versión policial sobre la participación del menor en actos de vandalismo, «el objetivo de incriminar a los jóvenes es quitarle valor a la verdad».

¿Qué dice la Policía?

En una serie de trinos, la Policía Metropolitana afirma que la noche del 28 de mayo hubo «actos vandálicos» contra la estación policial El Lido, y que a las afueras se encontraban miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) y una tanqueta.

En sus tuits, el organismo niega que el adolescente hubiera sido ingresado al vehículo, «teniendo en cuenta que el rodante no fue movilizado», y asegura que la comisaría no prestaba atención al público debido a que un local cercano fue saqueado e incendiado.

Según la versión oficial, los Bomberos encontraron el cadáver, que fue llevado al Hospital de Siloé, donde la Policía Judicial realizó la «inspección técnica» que mostró que «no presentaba heridas por armas de fuego, ni heridas por arma blanca«.

Aunque se espera el dictamen de Medicina Legal, la Policía dijo que tras «las investigaciones adelantadas se puede determinar que los hechos se habrían registrado en el interior de un establecimiento comercial», tras una «conflagración» causada por «delincuentes» que habrían saqueado y prendido fuego al lugar.

El Ministerio Público designó a un fiscal, según adelantó el organismo policial.

Amenazas

El impacto de esta nueva muerte en Colombia, donde ya han ocurrido 71 homicidios presuntamente cometidos por la Fuerza Pública en el marco de las protestas, según el registro de Indepaz, se ha volcado a las redes.

Deportes

Escándalo en el Giro de Italia: investigan a ciclista por presunto “contrato a cambio de ayuda” que afectó al mexicano Isaac del Toro

El Giro de Italia 2025 no terminó en la meta de Roma. Días después de la victoria final de Simon Yates, la Unión Ciclista Internacional (UCI) ha abierto una investigación que podría cambiar el rumbo de varios protagonistas, luego de que saliera a la luz un presunto acuerdo irregular que habría influido en la decisiva etapa 20 y perjudicado directamente al mexicano Isaac del Toro, quien lideró la carrera durante 12 días consecutivos.

La investigación se centra en Dries de Bondt, corredor del Decathlon-AG2R La Mondiale, y el equipo EF Education-EasyPost, donde milita el ecuatoriano Richard Carapaz. Según reveló el propio De Bondt en una entrevista con el portal neerlandés Wielerflits, durante la exigente etapa del Colle delle Finestre —crucial para el desenlace de la carrera— decidió colaborar con Carapaz sin que existiera una justificación deportiva aparente. ¿La razón? Una promesa no oficial de que esto podría abrirle las puertas a un contrato con EF para la temporada 2026.

“Todavía no he recibido ninguna aclaración de mi equipo sobre si podré quedarme en 2026. Así que me pareció buena idea promocionarme durante el Giro”, declaró el ciclista belga, sin mostrar mayor preocupación por las implicaciones éticas de su decisión. “Me preguntaron mucho por qué lo hice. Y era justo lo que quería, porque dejaba claro a todos que estoy disponible”.

De Bondt relató que un director deportivo del EF-EasyPost le sugirió informalmente que, si ayudaba a cambiar el resultado final del Giro, “algo importante podría surgir”. Esa ayuda se materializó en pleno ascenso del Colle delle Finestre, donde trabajó en favor de Carapaz, rival directo de Del Toro por un lugar en el podio.

La UCI considera que este tipo de comportamientos, aunque no necesariamente ilegales bajo el reglamento actual, “ponen en tela de juicio la integridad de la competición”. En un comunicado, el organismo detalló que analiza el caso como un “intercambio de intereses” que podría constituir una violación a los principios de ética deportiva.

Isaac del Toro, quien portó la maglia rosa durante buena parte del Giro, cayó al segundo lugar general tras la escapada de Yates y el posterior ascenso en el que Carapaz logró asegurar el tercer puesto. Aunque el trabajo de De Bondt no fue determinante en el resultado final, sí generó un desequilibrio estratégico en la etapa más crítica de la carrera.

Más allá de las posiciones en el podio, este caso plantea interrogantes de fondo sobre los límites del comportamiento ético en el ciclismo profesional. Si bien es común que corredores de distintos equipos cooperen por conveniencia táctica en ciertos momentos, hacerlo bajo la promesa de un contrato futuro representa un cruce delicado entre estrategia y corrupción.

Hasta ahora, ni el EF Education-EasyPost ni Carapaz han emitido una postura oficial. La investigación de la UCI continúa en curso y podría derivar en sanciones para De Bondt, su equipo actual y, en su caso, para miembros del staff técnico del EF si se comprueba que existió una oferta explícita.

Mientras tanto, la polémica ensombrece la gesta deportiva de un Giro vibrante y pone sobre la mesa un debate necesario: ¿dónde termina la estrategia y comienza la falta de ética en el deporte de alto nivel?

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