Las misas y ceremonias religiosas podrían reanudarse en la Ciudad de México a partir de este 20 de julio, luego de más de tres meses de estar suspendidos. En caso de ser así, lo que decidirá el gobierno de la Ciudad de México, ya se permitirán las bodas, pero serán sin el beso entre los novios.
«El beso se omite, los novios se tendrán que esperar a estar solitos para que no se contagien, no en nuestra presencia», dijo el padre Víctor Jiménez González.
El sacerdote explicó parte del documento Orientaciones y criterios para el retorno a la celebración con presencia de fieles, elaborado por la Arquidiócesis de México.
BAUTIZOS CON RITOS SUSPENDIDOS
En el caso de bodas, sólo se permitirá un 30 por ciento de aforo, y en losbautizos se sugiere que sólo acudan los padres y padrinos del bautizado, todos con cubrebocas. Además, algunos ritos quedarán suspendidos para evitar la posibilidad de contagio de coronavirus.
Uno es el de entrada y acogida, donde se le signaba la señal de la cruz en la frente al bautizado, por lo que se hacía un contacto con él, eso se omite, dijo.
«Luego tenemos otro rito, de unciones con aceite antes y después, ahora se pide que se haga con un hisopo que es desechado, quemado». , .
Otro rito, el llamado «effetà», que es poner la señal de la cruz en la boca del bautizado, también es suspendido.
«Se nos pide no tener contacto con ellos, no alzarlos», agregó.
EL SALUDO SE OMITE
Durante las misas, el saludo de la paz, que viene después del Padrenuestro, queda suspendido, así como la entrega de hojitas con la misa de cada domingo, y la colecta de la limosna ya no se hace después del llamado Ofertorio.
La canastita sólo será sacada al final de la misa para que de esta manera las personas no tengan contacto con el dinero que luego puede estar sucio, y entonces al sacarlo y luego comulgar se convierte en un posible foco de infección.
Sobre la comunión, el padre explicó que cuando lo hagan, los sacerdotes portarán cubrebocas y la repartirán desde el altar, para que tengan distancia con los feligreses. El sacerdote deberá ponerse gel antibacterial en sus manos, y la hostia se dará en la mano de quien acuda a recibirlo, que ya después se bajará el cubrebocas para tomarlo.
«Se le depositan en sus manos, tenemos gráficos de cómo hacerlo de cómo pueden agarrarlo», añadió.
ABREVIARÁN MISAS
Las misas ya no podrán tener una extensión mayor a los 45 minutos, lo que tiene una explicación. «El tiempo influye en la relación con el contagio; se nos pide que seamos breves, no por eso las misasdeben ser menos decorosas pero no tan solemnes, sobre todo en las dominicales en las que luego se acostumbra el incienso, por ejemplo».
Asimismo, los domingos habrá más misas para que los feligreses se distribuyan en los horarios y así evitar más posibilidades de contagio. Reconoció que dicha disposición hará que los sacerdotes cubran más misas.
«Por lo regular existe la norma para que los sacerdotes de todo el mundo den dos o tres misas al día; acá en México por la gran cantidad de gente, hay más celebraciones para que no se aglomere la gente».
LOS PROTOCOLOS
El documento Orientaciones y criterios para el retorno a la celebración con presencia de fieles, elaborado por la Arquidiócesis de México, contiene entre otros lineamientos, los siguientes:
Indicaciones generales para la participación de los fieles en las celebraciones litúrgicas
1. Fomentar entre los fieles la corresponsabilidad en el cuidado de los demás y de sí mismos. Por lo tanto, no deben asistir a las celebraciones litúrgicas quienes presenten los síntomas relacionados con covid-19.
2. El sacerdote que se encuentre en una situación vulnerable, por salud o por edad, deberá de discernir la conveniencia de su participación en celebraciones litúrgicas y actividades pastorales con los fieles.
3. Para toda acción pastoral se deberán respetar las indicaciones que la Secretaría de Salud establezca, conforme va evolucionando la situación sanitaria.
II. De la población vulnerable
A las personas con alto riesgo de contagio, como son: adultos mayores de 65 años en adelante, embarazadas, quienes padecen hipertensión arterial, obesidad, diabetes y patologías cardiovasculares o cerebrovasculares, se les debe insistir ampliamente en que continúen participando de los actos litúrgicos a través de las redes sociales o canales de televisión abierta, evitando la asistencia dominical al templo, por ser el día de mayor afluencia de fieles.
III. De las medidas sanitarias en el Templo
1. Antes de abrir el templo se deben sanitizar y fumigar, con materiales adecuados, las áreas donde estarán los fieles. Es imprescindible tener habilitado un solo acceso al templo, con el fin de controlar el ingreso. En dicho acceso deberán estar visibles las indicaciones sobre sana distancia, uso obligatorio de cubrebocas y gel antibacterial.
2. En el acceso al templo se deberán destinar algunas personas que reciban a los fieles, con una pistola con termómetro para el control del acceso de los fieles al templo, dejando pasar a quienes no superen los grados de temperatura previstos por la autoridad y revisen que porten cubrebocas, les ofrezcan gel antibacterial y los inviten a limpiar sus zapatos en jergas humedecidas con desinfectante antes de ingresar.
3. El número recomendable de asistentes dependerá de la amplitud del recinto sagrado. En la fase naranja no sobrepasar el 30% de la capacidad del templo, y en la siguiente fase, amarilla, el 60%.
4. Conviene bloquear o retirar las bancas que no se deban utilizar, dejando un espacio de 1 mt. entre cada banca y marcando los lugares de la banca que se puedan utilizar, dejando 1.5 mts entre cada persona.
5. Será necesario tener un equipo que esté al pendiente de que se cumplan las normas de estancia. Este equipo debe limpiar todas las bancas con algún sanitizador antes de la siguiente misa.
6. Si la estructura del templo lo permite, habilítese una ruta de salida para los fieles diversa de la entrada.
IV. Del equipo de trabajo de la parroquia
1. Provéase a los equipos de trabajo que atienden las instalaciones parroquiales de cubrebocas, gel antibacterial y guantes en caso de mayor contacto con los fieles, para cuidar su salud y desempeñar eficazmente su labor.
2. De preferencia, facilítese a los trabajadores parroquiales un termómetro para que midan su temperatura antes de iniciar sus labores.
3. Capacítese al equipo de trabajo de la parroquia para el correcto desempeño de sus servicios durante la contingencia sanitaria.
4. Ante el indicio de cualquier síntoma de COVID-19 por parte de algún trabajador parroquial, éste debe notificarlo inmediatamente al párroco para que el trabajador cumpla su cuarentena y el IMSS le otorgue la incapacidad. Por otro lado, se tiene que poner en observación al resto de los miembros del equipo e incrementar las medidas sanitarias en los momentos de interacción con los fieles.