La ciudad de Nueva York aprobó hoy limitar durante un año la emisión de nuevas licencias de vehículos de alquiler con conductor (VTC), como Uber y Lyft, mientras estudia el impacto de este servicio en el sistema de transportes urbano.
La medida, con exención para los vehículos que sean accesibles en silla de ruedas, salió adelante tras una votación del Concejo local y forma parte de un paquete regulatorio que incluye el establecimiento de un salario mínimo para los conductores de aplicaciones de VTC.
Esta es la primera iniciativa de este tipo en Estados Unidos que se produce en la ciudad más poblada y de mayor importancia para Uber, una de las firmas que han contribuido a la congestión del tráfico y al empeoramiento de las condiciones laborales de los taxistas, según denuncian el sector y los concejales impulsores de la legislación.
«No estamos reduciendo o menoscabando el número de licencias o vehículos en la carretera; estamos pausando el número de nuevas licencias en una industria a la que se ha permitido proliferar sin las comprobaciones o regulaciones apropiadas», aclaró el concejal y portavoz Corey Johnson, su principal defensor.
La Alianza de Trabajadores del Taxi de Nueva York, que agrupa a unos 21 mil conductores, se manifestó a favor de las propuestas a las puertas del Ayuntamiento y en un comunicado atribuyó la «victoria» a los empleados de taxis y de VTC que «se unieron» para transformar sus «dificultades compartidas» en «esperanza».
La Alianza reclamaba la regulación de los VTC desde 2015, cuando Nueva York debatió sin éxito unas medidas similares, también alega que la competencia de Uber y Lyft, entre otras aplicaciones de transportes, ha provocado bancarrotas y desahucio entre los conductores tradicionales.
Desde 2015, el número de VTC llegó a los 130 mil vehículos, según indicó en una rueda de prensa previa a la votación el concejal Stephen T. Levin, quien señaló la necesidad de «dar equilibrio» a un sistema en el que hay unos 13 mil 500 taxis amarillos y unos cuatro mil verdes, que operan fuera de Manhattan.
En el último medio año se han registrado seis casos de suicidio de conductores y la Alianza, que anoche proyectó sus nombres con luz en la fachada del ayuntamiento, apunta que «no pudieron sobrevivir la crisis económica generada por la saturación de los VTC en las calles».
El paquete de medidas aprobado hoy por 39 votos a favor y 6 en contra, que se prevé firme el alcalde Bill de Blasio en las próximas semanas, contempla también crear un nuevo marco regulatorio con licencias para las empresas de VTC que realizan un gran volumen de servicios (10 mil diarios) en la ciudad.
La legislación ha recibido no solo el apoyo de los taxistas, sino de los conductores de las aplicaciones, que podrían ver incrementos en su salario en 22.5 por ciento, hasta un mínimo de 17.22 dólares por hora, si se sigue un estudio que la ciudad encargó a economistas independientes.
Empresas como Uber y Lyft argumentan que limitar la emisión de licencias «dejará tirados» a vecinos de color, que enfrentan racismo, o de bajos recursos, fuera de Manhattan, que tendrán que recurrir al deficiente sistema público de transporte, de ello se hicieron eco los concejales que votaron en contra.
El concejal Rubén Díaz, que encabezó la comisión de nueva creación que elaboró las medidas, consideró antes de la votación que Uber «utiliza a los negros y los hispanos en su beneficio» e insistió en que las medidas son una «oportunidad de hacer historia» en la ciudad y el país.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.