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Resto del mundo

Obama asumió responsabilidad por muerte de dos rehenes de Al Qaeda

El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, asumió la «total responsabilidad» por las operaciones en las que accidentalmente fallecieron dos rehenes de Al Qaeda. «Haremos todo lo necesario para asegurarnos de que este tipo de episodios no sucedan más», afirmó el mandatario.

«Identificaremos las lecciones que pueden aprenderse de esta tragedia y cualquier cambio que debiera hacerse», aseguró Obama. Y agregó: «Es una verdad cruel y amarga, pero generalmente en la niebla de la guerra, y específicamente en nuestra lucha contra el terrorismo, pueden ocurrir errores, a veces, errores mortales».

El ataque norteamericano ocurrió en enero, durante una operación en una región fronteriza entre Afganistán y Pakistán, precisó la Casa Blanca en un comunicado. Dijo que hace poco, los Estados Unidos concluyeron que dos rehenes de Al Qaeda, el estadounidense Warren Weinstein, retenido por Al Qaeda en 2011; y el italiano Giovanni Lo Porto, rehén desde 2012, murieron en las operaciones antiterroristas.

El operativo tenía como objetivo un complejo de Al Qaeda y no había razón para pensar que alguno de los rehenes estaba presente, detalló la presidencia.

EL ATAQUE OCURRIÓ EN ENERO, DURANTE UNA OPERACIÓN EN UNA REGIÓN FRONTERIZA ENTRE AFGANISTÁN Y PAKISTÁN

La Casa Blanca cree además que otros dos ciudadanos murieron hace poco en un operativo antiterrorista en la misma región. Uno de ellos es Ahmed Farouq, un estadounidense que de acuerdo con la Casa Blanca era un líder de Al Qaeda. Las autoridades también han concluido queAdam Gadahn, un estadounidense que era portavoz de la red terrorista en la región, murió en una operación en enero.

La presidencia dijo que Farouq y Gadhan no eran un blanco específico de las operaciones, y los Estados Unidos tampoco tenían información indicando que ellos estuvieran en esos lugares.

Resto del mundo

Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza

La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.

Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.

En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.

Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.

Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.

 

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