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Obama condecora a De Niro y Jordan con el máximo honor civil de EE UU

La música de Bruce Springsteen y Diana Ross, el talento de Robert De Niro, Robert Redford, Tom Hanks y Cicely Tyson, el trabajo humanitario de Bill y Melinda Gates, la imaginación de Frank Gehry y las carreras deportivas de Kareem Abdul Jabbar y Michael Jordan fueron reconocidos este martes con la Medalla Presidencial de la Libertad, el mayor reconocimiento al mérito civil de Estados Unidos.
“Todas las personas en este escenario me han marcado, algunos de una manera en que ni siquiera ellos podrían imaginar”, afirmó el presidente, Barack Obama, durante la ceremonia. “Con una canción, un partido, una historia o una película me hicieron llegar a ser quien soy como persona y como presidente”.
Obama, acompañado de su esposa Michelle, hizo entrega de los premios durante una de las últimas ceremonias que albergará en la Casa Blanca antes del final de su mandato y en la que estuvieron presentes numerosos miembros de su Gabinete, desde la fiscal general Loretta Lynch hasta el secretario de Estado John Kerry y el vicepresidente, Joe Biden.
“La Medalla Presidencial de la Libertad no es solo nuestro mayor honor al mérito civil, sino un homenaje a la idea de que todos nosotros, independientemente de dónde vengamos, tenemos la oportunidad de cambiar este país para mejor”, aseguró el mandatario ante los premiados. “Estas 21 personas han contribuido a que América avance, inspirando al mismo tiempo a millones de personas en todo el mundo”.
Las medallas presidenciales de la libertad condecoran cada año a un selecto grupo de artistas, empresarios, intelectuales y deportistas que, a juicio de un comité de la Casa Blanca, mejor han representado a lo largo de sus respectivas carreras los valores fundamentales de la sociedad estadounidense.
Ellen DeGeneres recibe emocionada la Medalla Presidencial de la Libertad. MICHAEL REYNOLDS EFE
“Hace más de cinco décadas, se compró una guitarra y aprendió a hacerla hablar”, afirmó Obama en el comunicado que anunciaba la entrega de una de las medallas a Bruce Springsteen, tomando prestada una de las líneas de su canción Thunder Road. “Desde entonces, las historias que ha contado en sus letras y en épicos conciertos ha marcado nuestra música y nos han retado a cumplir el sueño americano. Yo soy el presidente, pero él es El Jefe”, añadió este martes.
Entre los premiados, destaca la presencia de dos estrellas de la NBA, Michael Jordan, ganador de seis campeonatos durante sus 15 temporadas en activo y al que Obama definió como “uno de los mejores atletas de todos los tiempos”, así como Kareem Abdul-Jabbar, el máximo anotador de la liga de baloncesto estadounidense y vencedor de seis anillos con Los Angeles Lakers y uno más con los Bucks de Milwaukee. “Además de su legendaria carrera, Abdul-Jabbar ha sido un gran activista a favor de la justicia social”, afirmó el presidente.
Obama también reconoció las carreras de dos iconos afroamericanos de la música, el teatro y el cine. Ganadora del Grammy Honorífico, miembro del Rock & Roll Hall of Fame y nominada a un premio Oscar de la Academia de cine, Diana Ross recibió también este martes la medalla presidencial tras más de 50 años de carrera artística. El presidente condecoró asimismo a Cicely Tyson, que a sus 91 años sigue ampliando su carrera artística después de coleccionar varios premios Emmy y Tony a sus actuaciones.
El rector de la Universidad Miami Dade, Eduardo Padrón, por sus “cuatro décadas de trabajo para asegurar que todos los estudiantes tienen acceso a una educación asequible”; la artista y diseñadora Maya Lin, en reconocimiento a su carrera y su iniciativa “para concienciar sobre la pérdida de biodiversidad en el planeta”; la presentadora y cómica Ellen DeGeneres, “por su apasionada defensa de la igualdad y la justicia”, o Margaret Hamilton, líder del equipo de la NASA que creó los sistemas informáticos para los módulos lunares de las misiones Apollo, son algunos de los condecorados este martes que completan la lista.

Fuente: EL País

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Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

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