El caso del joven maestro Roberto Castro Duque, quien es acusado de haber abusado sexualmente de un menor de 4 años de edad, alumno del Colegio Maple, es uno de tantos en los que la Fiscalía General del Estado junto con los medios de comunicación violentan los derechos humanos de los acusados.

Lo anterior lo sustentamos según el Artículo 11 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, según el cual «Toda persona acusada de delito tiene derecho a que se presuma su inocencia mientras no se pruebe su culpabilidad, conforme a la ley y en juicio público en el que se le hayan asegurado todas las garantías necesarias para su defensa».

La Fiscalía está en proceso de investigación de este caso desde hace un año pero no ha encontrado pruebas que demuestren que el joven haya violentado al menor, pues al niño ni siquiera le han hecho estudios clínicos que evidencien que en verdad fue abusado sexualmente, incluso familiares del profesor aseguran que en el periodo en que se presentaron los hechos, Castro Duque todavía no trabajaba en el Colegio.

Haya o no cometido el delito, el boletín que emitió la Fiscalía junto con la fotografía del acusado, viola tajantemente los derechos humanos como lo señala el Artículo 11. Es ahí donde empieza el infierno del y los cientos y miles de acusados que son exhibidos y linchados ante los medios de comunicación antes de ser declarados culpables.

Este hecho nos hace recordar no solo a los acusados que han sido condenados a pasar años de cárcel siendo inocentes, sino también la falta de rigurosidad de las autoridades para atender cualquier caso, sea un robo, un asalto, una violación o un asesinato. Tal parece que las leyes y los derechos humanos se hicieron para violarse y pasarse por alto.

Incluso funcionarios públicos que son abogados y conocen de leyes ya emitieron su posicionamiento respecto al caso y pidieron todo el peso de la ley en contra del acusado. Repetimos: el acusado está en proceso de investigación y no se le han encontrado elementos para ser declarado culpable. Mientras tanto, la sociedad y las esferas de gobierno ya se encargaron de sentenciarlo.

Hablando de leyes, la actual legislatura fue calificada como punto de referencia nacional por la Asociación Nacional de Oficiales Mayores y Secretarios Parlamentarios de los Estados y del Distrito Federal, esto luego de que un grupo representante de 60 organizaciones civiles reprobara el trabajo de la LXIII Legislatura por gris y sin trascendencia.

El diputado Alejandro Domínguez señaló que su legislatura resalta por haber desahogado tres mil asuntos y quedar pendientes solo 70, cifra que en anteriores legislaturas fue de hasta 400. La cifra no es cuestionable y tampoco las reformas y leyes en materia de seguridad, educación, obra pública, hidráulica, entre otras muchas que se aprobaron, pero lo que sí se cuestiona es la ausencia de oposición en el pleno.

Podemos decir que esta legislatura efectivamente fue histórica pero por el silencio que guardaron los partidos pequeños a la hora de votar los acuerdos. Ni siquiera Rubén Aguilar, magnate petista que siempre se quejaba por algo, abrió la boca. Así que si todo fue aprobado fue porque nadie opuso resistencia: los asuntos fluyeron, o los manejaron, como mantequilla.

Ahora a esperar el trabajo de la próxima legislatura que estará campechaneada por representantes de todos los partidos, algo también histórico en Chihuahua. Por lo pronto ya sabemos que Rodrigo de la Rosa será el líder de los priistas y que Antonio Andréu la hará de presidente del Congreso, este último quien ya tiene amplia experiencia en la política aunque no podemos decir lo mismo del primero, que sin duda, se las verá negras y tendrá que pedir el apoyo de sus compañeros de bancada.

El gobernador César Duarte ya está listo para dar su Tercer Informe de Gobierno y también para hacer cambios dentro de su gabinete, punto más importante para quienes lo integran y temen ser botados, y para quienes quieren apoderarse de los espacios que se desocupen. Todos traen los nervios de punta.

El que se va ligero es Marco Quezada al dejar una buena impresión generalizada de los chihuahuenses. No a cualquier alcalde le otorgan reconocimientos por su acercamiento a los grupos sociales más vulnerables o a los menos tomados en cuenta; tampoco es fácil ganarse el visto bueno de los jóvenes, pero con el Ruta 1 todos están fascinados.

La Unión de Motociclistas de Chihuahua le otorgó este fin de semana la distinción de Miembro Honorario  en agradecimiento al impulso para el crecimiento de este gremio en la ciudad, al cual ningún alcalde se había acercado. En meses pasados también un grupo de sexoservidoras reconoció el apoyo brindado por la administración. En definitiva, Marco se irá con la frente en alto.