Como bien sabes, no se puede controlar el mal genio que tienen los demás, tampoco se puede impedir que digan lo que sienten, a pesar de que sus palabras sean sarcasticas o hirientes.
Es imposible anticipar cómo va a actuar la persona con la que vas a tratar. Lo único que queda claro es el cómo te tratan no depende tanto de ti, sino de cómo ellos se sienten de si mismos.
Seguro en más de una ocasión te ha tocado realizar algún pago y la cajera te trata peor que delincuente, tranquilo, todos hemos pasado por lo mismo y sabemos la impotencia que se siente.
Recientemente se dio a conocer que un extranjero fue víctima de un pésimo trato por parte de un trabajador del Departamento de Inmigración de Malasia en la localidad de Johor Bahru.
Si, sabemos que los oficiales de inmigracion realizan un trabajo estresante detrás de los mostradores, pero esto no es pretexto para humillar a la gente que necesita de su ayuda.
De acuerdo con medios locales la víctima se acercó al mostrador para realizar un trámite administrativo y a cambió recibió un mal trato.
El ‘agresor’ no sólo se conformó con gritarle y humillarlo frente a todos, también, aunque no lo creas lo golpeó.
En un video captado por las cámaras de seguridad del recinto, se observa cómo el funcionario público agrede al hombre con lo que parece ser un folleto y luego a malos modos coloca su mano en el lector de huellas, donde utiliza su puño para golpearlo con fuerza tres veces en el dorso del brazo.
Muchas personas mostraron su indignación por el trato que recibió la persona perjudicada a través de las redes sociales.
Por su parte, el Departamento de Inmigración de Malasia condenó la conducta agresiva de su empleado y aseguró que está suspendido de sus funciones.
Cofece multa a Walmart por prácticas monopólicas: la batalla legal apenas comienza
La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) asestó un golpe histórico al multar a Walmart de México con 93.4 millones de pesos tras concluir una investigación que se extendió por más de cuatro años. La razón: prácticas monopólicas relativas, particularmente en el trato con sus distribuidores.
Según el dictamen de la Cofece, Walmart aprovechó su posición dominante en el mercado para imponer condiciones desfavorables a los proveedores, afectando la competencia en el sector. Aunque no se han revelado todos los detalles de las “contribuciones” impuestas a los distribuidores, el veredicto destaca cómo estas prácticas distorsionan el acceso al mercado y perjudican a competidores más pequeños.
En respuesta, Walmart no tardó en reaccionar. La empresa anunció que impugnará la decisión y enfatizó su compromiso con el cumplimiento de las leyes mexicanas. En su comunicación oficial, destacó que la sanción carece de fundamento y que está basada en interpretaciones erróneas. Este movimiento era predecible: para una empresa de este tamaño, 93 millones de pesos no solo representan una cifra considerable, sino también una amenaza a su reputación.
Por otro lado, la Cofece también se juega mucho. Este caso es una muestra clara de su intención de reforzar la vigilancia sobre los gigantes corporativos. Sin embargo, una batalla legal prolongada podría poner a prueba su capacidad de defender sus resoluciones en tribunales.
Más allá de la multa, el caso de Walmart pone el reflector sobre una problemática común en el comercio minorista: el desbalance de poder entre grandes cadenas y pequeños distribuidores. Si bien el desenlace de este litigio aún está por definirse, el mensaje es claro: los días de actuar sin consecuencias podrían estar contados. La industria y los consumidores estarán atentos a cada movimiento en esta batalla judicial.