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Opinión

Ojo: La guardia nacional ¡No nació ayer! Por Héctor Ochoa

Por: Héctor Ochoa

La Guardia Nacional existe constitucionalmente en nuestro país desde el siglo XIX y ha sido conformada por mexicanos que han luchado por la patria. Comenzando por los criollos-mexicanos que creían en el movimiento independentista y se unieron al ejercito insurgente para luchar por la independencia de México, así como “Los Chinacos”; hombres libres hartos de las injusticias cometidas por el clero y la alta clase social que decidieron unirse al ejercito liberal de Juárez en la Guerra de Reforma y que después se convirtieron en la guardia que luchó junto al Ejercito Mexicano en la gloriosa Batalla de Puebla.

Todos estos mexicanos fueron conformando a la Guardia Nacional, cada presidente en turno fue profesionalizándola, uniformándola y armándola.

Desde sus orígenes, así como su evolució, la Guardia ha tenido sus altas y sus bajas. El mando superior siempre ha sido militar, esto representa que en algún momento en la época de Juárez descendió al caos, hasta volverse una organización liderada por caudillos que llevó a la Guardia Nacional a convertirse en un ejercito leal a la patria y a su general, más que al presidente.

Con el gobierno de Díaz se redujo la influencia de la Guardia y decidió crear una formación militar profesional y leal al gobierno hasta que poco a poco se sublevó totalmente al Ejercito Mexicano. Porfirio era experto en guerra, sabía controlar a las fuerzas armadas y conocía del peligro de alguna rebelión militar.

Ahora bien, es importante conocer el contexto histórico, saber y entender que todos los mexicanos, incluidos tú y yo le debemos respeto a la Guardia Nacional, pues finalmente hombres valientes como los que la integran fueron los que nos dieron patria.

En días pasados, para ser exactos el pasado el lunes 8 de agosto, aparecía el presidente López Obrador con un traje azul y corbata roja, más formal de lo que él acostumbra, ante los reflectores de su conferencia mañanera, sorprendiendo a propios y extraños declarando que firmará un decreto en donde la Guardia Nacional dependerá por completo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Todavía no terminaba la “Mañanera” cuando las redes sociales ya estaban volcadas, “derechairos” contra “amlovers” daban cátedras de conocimiento militar y derechohumanista, expertos en materia de seguridad pública, como Chumel Torres que no se hicieron esperar y le entraron al profundo debate en tuiter.

La declaración del presidente no es para menos, nos obliga al análisis, a la reflexión y por supuesto al debate. Este decreto quita el control a la Secretaría de Seguridad y con esto el presiente hace su mayor apuesta militar en materia de seguridad del sexenio.

No descartemos que la política de “abrazos” se empiece poco a poco a endurecer en contra del crimen organizado. Se trata de la mayor corporación policial de México, con más de 115 mil efectivos.

Pero no los quiero aburrir solo con datos duros y contexto histórico, adivinen ¿qué otro ingrediente viene con este decretazo? Así es: el Político. Lo que le encanta al presidente.

Recordemos que cuando propuso la iniciativa para crear a la Guardia Nacional la oposición puso como condición que la corporación tuviera carácter civil, es decir que los mandos fueran civiles.

La jugada del presidente viene en tres bandas:
Consolidar su intención original para que la Guardia Nacional tenga un mando militar de forma permanente, con esto coquetea con la SEDENA y consolida un ejercito fuerte y leal a su proyecto, y por último lo que mas le gusta, confrontarse a la oposición y controlar la narrativa del país.

En los próximos meses estaremos hablando largo y tendido sobre este tema, las cámaras propondrán a sus mejores tribunos para salir a defender o desprestigiar dicho decreto, la oposición se envolverá en el tema derechohumanista y la izquierda lo único que hará es recordar aquella Policía Federal cuyo mando era civil, mismo que ahorita está detenido en Estados Unidos y que se llama Genaro García Luna.

Opinión

DTmF: Identidad, Gentrificación y Nostalgia. Por Isaías León

 

El reciente álbum de Benito Antonio Martínez Ocasiocausó un gran revuelo en muchos lugares del mundo. Llama la atención la respuesta que hubo en Europa, donde la recepción inicial del nuevo material no fue lo que el continente occidental esperaba. Desde varios sitios hubo críticas al ritmo musical, alegando que no era lo que se anticipaba. La expectativa en esa región del globo era un disco lleno de reggaetón similar a YHLQMDLG, desestimando los ritmos latinos del más reciente álbum.

Es comprensible, creo, juzgar lo que no conocemos. Sin embargo, más allá de si gusta o no el artista y su música, este álbum tiene un contenido de crítica social y política significativa. Martínez Ocasio nos presenta una profunda visión de la identidad puertorriqueña y su crítica a todo lo que está ocurriendo en torno a la isla. A través de géneros a los que no estábamos acostumbrados a escuchar de Band Bunny, como la salsa y el jíbaro, el artista ofrece al mundo un manifiesto cultural y político fácil de digerir, que tal vez para algunos puristas del análisis político pueda parecer superficial.

Al respecto, destaca Lo que paso en Hawái, una canción que refleja la preocupación de muchos sobre lo que sucede en Puerto Rico, lugar que vive un proceso de invasión silenciosa, principalmente por el turismo norteamericano, mismo que se lleva sus recursos, identidad, cultura y tierras.

Este sentimiento es compartido desde un contexto como el mexicano, particularmente en la Ciudad de México, donde se vive un proceso muy fuerte de gentrificación. La pérdida de la identidad cultural y el hecho de que las comunidadeslocales se vean forzadas a desplazarse porque “ya no alcanza” es un tema presente en la conversación diaria. En el caso de México, esto se observa en la promoción que hacenlos desarrollos inmobiliarios con lemas como: “Spend in Pesos, Earn in Dollars” (“gana en dólares, gasta en pesos) o en restaurantes de la Roma-Condesa que optan por cambiar sus menús al idioma inglés.

Exponer Puerto Rico al mundo fue algo relativamente fácil para un artista con millones de oyentes en plataformas de streaming, pero hacerlo manteniendo un gran respeto por la identidad cultural del álbum fue fundamental. Es sobresaliente que el material fue grabado en la isla, usando y combinando muchos de sus ritmos musicales en canciones como Baile Inolvidable, La Mudanza y Café con Ron. Además, Bad Bunny ha anunciado recientemente conciertos de «residencia«, dirigidos especialmente a su gente durante varias fechas continuas. Es decir, la conexión que el artista busca fortalecer con la isla es crucial, llevando en sus letras la voz de muchos que sufren a diario los efectos del despojo y se curan con música y jíbaro.

Debí Tirar Más Fotos, con una portada que incluye dos sillas de plástico (esas que todos alguna vez hemos usado en una reunión o fiesta) y un fondo verde, intenta conectar con todo el pueblo latino. Es una imagen sencilla, común en muchas comunidades, muchas alejadas de las grandes ciudades, donde la calma y el aire fresco son los mayores tesoros:pequeños pueblos, donde muchos crecieron y tuvieron que salir en busca de una vida mejor.

Comprender el mundo actual de la música sin la presencia de un latino tan influyente como lo es la figura de Benito sería imposible, poniendo a los norteamericanos a aprender español, cambiando la pronunciación de la “l” por la “r”, y aun así criticando sus prácticas imperialistas.

Finalmente, después de entender lo que este disco nos quiere transmitir, más allá de bailar la música que para algunos era «de otra época» o descubrir la crítica social que lleva implícita, quiero interpretar DTmF (la canción en sí) como un recordatorio de la importancia de preservar los recuerdos de los momentos que realmente importan, con las personas que queremos, con nuestra gente. Esos momentos que nos obligan a extrañarlos cuando ya no estén, porque nadie sabe lo que va a pasar mañana.

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