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ONG pide desaparecer del mercado las galletas de animalitos “por fomentar el maltrato animal”

Las famosas galletas mexicanas de animalitos podrían decir adiós al mercado, luego de que un grupo de veganos pidieran su desaparición tras asegurar que podría ser maltrato animal.

Los franceses que realizaron la denuncia, afirmaron que comer este alimento genera mala conducta en los niños, ya que los hace creerse superior a los animales.

La ONG “Vegan Sociaty”, aseguró también que los consumidores incentivan la superioridad ante otros seres vivos y dejaron en claro, que, aunque no contiene ingredientes de origen animal, piden su prohibición por la forma que tienen.

“El consumo de galletas de animales reitera a los niños su acceso privilegiado al mundo natural, y a todos los animales, ya que los convierte en subordinados. Al poder ‘recolectar’ animales, manipularlos y comerlos, se resaltan las nociones de supremacía humana sobre otras especies”, dijo Corey Lee Wrenn, una eco-feminista y profesora titular de sociología en la Universidad de Monmouth.

La profesora dijo que esta misma crítica aplica también para las gomitas de ositos y los gusanos de goma, pues, según ella, también reiteran las mismas creencias y conductas de superioridad entre los niños.

Si bien es cierto que las exigencias de que este alimento sea prohibido podrían resultar un tanto extremas, hace unos meses la organización PETA (Personas por el Trato Ético de los Animales) sí consiguió la prohibición en Francia de una marca de galletas que mostraba animales enjaulados.

Y aunque en redes sociales se ha abierto un acalorado debate por la petición de la ONG, por lo pronto solo queda esperar a ver cómo reaccionan las autoridades francesas ante las demandas de Vegan Society.

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Desaparece en Disneyland y aparece días después en un bote de basura en Mexicali: el misterioso caso de Annie Encino

Una adolescente estadounidense de 16 años fue localizada con vida dentro de un contenedor de basura en Mexicali, Baja California, días después de haber desaparecido en el parque Disney California Adventure, en Anaheim. El caso ha despertado preocupación e interrogantes en ambos lados de la frontera, especialmente por el silencio mediático en México y las lagunas que aún rodean su cruce hacia territorio nacional.

Annie Kathleen Encino desapareció el pasado 20 de abril tras una discusión con su familia dentro del parque temático. Fue vista por última vez alejándose sola, lo que activó una Alerta Amber en Estados Unidos. Sin embargo, esa alerta nunca cruzó a territorio mexicano, dejando a la opinión pública del país sin conocimiento de su desaparición… hasta que la historia dio un giro tan insólito como alarmante.

Días después, una llamada anónima al 911 alertó a la policía municipal de Mexicali sobre la presencia de una menor dentro de un bote de basura. Al llegar al sitio, los oficiales encontraron a la joven en condiciones que no han sido detalladas, pero confirmaron su identidad. El consulado de Estados Unidos fue notificado de inmediato y su madre viajó a la ciudad fronteriza para identificarla y llevarla de regreso.

Hasta ahora, las autoridades mexicanas no han informado cómo fue que Annie cruzó la frontera sin documentos, sin acompañantes y sin ser detectada. Tampoco han revelado si fue víctima de trata, secuestro, abuso o si viajó voluntariamente con ayuda de terceros. La Fiscalía de Baja California mantiene abierta una investigación para esclarecer los hechos.

Lo que sí queda claro es que algo falló en los mecanismos de cooperación fronteriza. Ni la alerta internacional funcionó, ni hubo un protocolo binacional que permitiera actuar a tiempo. La aparición de una menor estadounidense en un contenedor de basura, en una ciudad donde los casos de desapariciones no son novedad, pone una vez más bajo la lupa la crisis de seguridad y el flujo irregular entre ambos países.

Mientras se esperan más detalles oficiales, el caso de Annie Encino evidencia que incluso en un entorno supuestamente seguro como Disneyland, la vulnerabilidad de los menores puede terminar en una historia digna de una serie policiaca.

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