Menstruar no es un lujo, por ello, diputadas federales de varios grupos parlamentarios acompañaron una iniciativa ciudadana de la organización Menstruación Digna México, que busca eliminar el IVA a productos de gestión menstrual, es decir, toallas femeninas, pantiprotectores, toallas de tela, tampones y copas menstruales.
En la iniciativa que adiciona el Artículo 2-A de la Ley del Impuesto al Valor Agregado, fue presentado en el pleno de la Cámara de Diputados por la legisladora del Partido de la Revolucion Democratica (PRD), Verónica Juárez Piña.
La propuesta señala que la tasa del 16 por ciento de IVA a estos productos constituye un impuesto aplicado a un grupo con motivo de su condición biológica y por lo tanto es discriminatorio.
Por lo anterior, la reforma tiene por objeto aplicar la tasa del cero por ciento de IVA a la enajenación de toallas sanitarias femeninas, compresas, tampones o cualquier otro bien con distinta denominación, pero destinado al mismo uso, en materia de higiene íntima de las mujeres.
“El impuesto a los productos de higiene menstrual lo pagamos las mujeres únicamente por ser mujeres y responde a una lógica impuesta desde el paternalismo patriarcal de un sistema que nos desdeña y nos discrimina”, indicó la Diputada al fundamentar la iniciativa.
De acuerdo con datos de la organización Menstruación Digna México, una mujer necesita 360 toallas femeninas o tampones promedio al año, lo que puede representar hasta un gasto de 720 pesos anuales para ser cubierto de manera adecuada equivalente a cinco por ciento del total de gastos de un hogar pobre en México.
-Las mujeres en México pagan de impuesto tres mil millones de pesos al año por productos de gestión menstrual
-En promedio una mujer menstrúa dos mil535 días de su vida, equivalente a siete años.
-En México poco más de 63 millones de mujeres, niñas y adolescentes menstrúan en la actualidad.
-Cuatro de cada 10 mujeres viven en pobreza.
-Las mujeres que viven en pobreza gastan 2.5 veces más en productos de gestión menstrual que el 10 por ciento más rico de la población.
Algunas de las barreras que hay al respecto son: carencia de espacios dignos para la gestión, falta de recursos económicos para acceder a productos para su gestión, complicaciones para acceder al agua y el saneamiento y acceso a la educación menstrual y reproductiva.
Es así que, las toallas femeninas, pantiprotectores, toallas de tela, tampones y copas menstruales son bienes de primera necesidad en la sociedad actual y cuyo uso es indispensable para el ejercicio de los derechos fundamentales.
A diferencia de otros productos exclusivos para un solo género, su uso no es opcional, y la falta de políticas sociales que proporcionen su acceso libre y gratuito demuestran que esta carga impositiva representa una discriminación directa y atenta contra la igualdad sustantiva de las mujeres.
Cabe destacar que existen otros países en los que se ha avanzado al respecto. Por ejemplo, Colombia marcó un precedente por ser un país en Latinoamérica y en 2017 un grupo de mujeres logró una reducción de la tasa del 16 por ciento al cinto por ciento y posteriormente la Corte lo declaró inconstitucional y por lo tanto los productos de gestión menstrual se fueron a la lista de exentos el caso más actual.
El caso más actual en el mundo es el del parlamento de Escocia donde en febrero de este año se aprobó una ley para la distribución gratuita de productos para la menstruación para todas las mujeres de su país, convirtiéndose así en el primer país en tomar esta medida y poniendo a disposición estos productos en farmacias centros educativos clubes, etcétera.
Fuente: Economía Hoy