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Opinión

Opinión: Dichos mexicanos, por Nancy Toledo

Hay muchísimos, algunos cortos y simples, otros más elaborados y difíciles de entender o aplicar. La verdad es que la mayoría a simple “vista” no tienen sentido…pero los dichos mexicanos son, como dicen por ahí “pequeños evangelios” en donde se almacenan años de sabiduría y millones de anécdotas se describen en una sola frase…

No hay traducción, ni mayor explicación…pero todos crecemos sabiendo que algo que se ve bien da el gatazo, que Chuchita está a salvo…si es que existe, y que la hilacha de por si agarra vuelo sola.

No es lo que dicen, sino lo qué hay detrás de cada dicho…el misterio de decir algo con palabras completamente diferentes. Es la malicia que no es mala, es inteligencia que no se aprende…es algo que es de casa, que no sabes de donde lo sabes, pero es muy tuyo…muy nuestro.

Yo no sé si están quedando obsoletos…pero los uso y los conozco casi todos. Me da gusto tener esta parte de identidad clásica, popular…mexicana.

Con este ejemplo, de algo tan sencillo y tan difícil de explicar, quiero invitarlos a que antes de sentir que estamos lejos…por no decir leji?simos de tener alguna razo?n para celebrar nuestro pai?s. Ponte en pausa y date cuenta que? hay cosas buenas, y podemos darle el aplauso que se merece.

ME?XICO esta? lleno de sabores, dichos, tradiciones, tacos, y muchas cosas que nos hacen apreciar el pai?s donde vivimos.

Hagamos lo que esta? en nuestras manos para hacer un lugar mejor. No perdamos las ganas de salir adelante “a pesar de” todo lo que sucede en este Me?xico lindo…

No dejes que nadie te quite el orgullo de pertenecer. Y disfruta lo bonito que se siente ser mexicano!

Nancy Anahi Toledo Rascón
Facebook.com/esopienso
Instagram @eso.pienso

Opinión

El tren. Por Raúl Saucedo

Por las vías de los recuerdos y el futuro

En la actual era de la inmediatez y la conectividad a nivel mundial, donde la información
viaja a la velocidad de la luz, es fácil olvidar la importancia de las arterias que mueven el
mundo físico: las vías férreas son ejemplo de ello. Los trenes como gigantes de acero que
surcan valles y montañas, no son sólo reliquias del pasado, sino fueron clave fundamental
para el desarrollo económico y social de las naciones, y México fue la excepción.
A lo largo de la historia, el ferrocarril ha sido sinónimo de progreso. Desde la Revolución
Industrial, las vías férreas han tejido lazos entre pueblos y comunidades, impulsando el
comercio, la industria, el turismo y el intercambio cultural. Países como Estados Unidos,
China y Japón son ejemplos claros de cómo una robusta red ferroviaria puede ser el motor de
un crecimiento económico sostenido.
En México, la historia del ferrocarril está ligada a la propia construcción del país. El «Caballo
de Hierro», como se le conoció en el siglo XIX, unió a una nación fragmentada por la
geografía y las diferencias sociales regionales. Sin embargo, a pesar de su glorioso pasado, el
sistema ferroviario mexicano ha sufrido un prolongado periodo de abandono y desinversión.
Hoy, en un momento en que México busca consolidarse como una potencia regional y lograr
un desarrollo más equilibrado y sustentable, es imperativo revalorizar el papel del ferrocarril.
La construcción de nuevas líneas, la modernización de la infraestructura existente y la
promoción del transporte ferroviario de carga y pasajeros son acciones estratégicas que deben
estar en el centro de la agenda nacional.
Los beneficios de un sistema ferroviario eficiente reduce los costos de transporte, facilita el
comercio interior y exterior, y promueve la inversión en diversos sectores productivos,
permite conectar zonas marginadas con los principales centros urbanos e industriales,
impulsando el desarrollo local y la creación de empleos y un sistema ferroviario eficiente
ofrece una alternativa de transporte segura, cómoda y accesible para la población.
La actual administración federal ha mostrado un interés renovado en el desarrollo ferroviario,
con proyectos emblemáticos como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de
Tehuantepec, así como las futuras líneas a Nogales, Veracruz, Nuevo Laredo, Querétaro y
Pachuca.
Con estas obras México recuperara su vocación ferroviaria y aprovechara a mi parecer el
potencial de este medio de transporte para impulsar su desarrollo hacia el futuro.
El motivo esta columna semanal viene a alusión de mis reflexiones de ventana en un vagón
de tren mientras cruzaba la península de la hermana república de Yucatán y en mi cabeza
recordaba aquella canción compuesta en una tertulias universitaria que decía…”En las Vías
de la Facultad”

@RaulSaucedo
rsaucedo@uach.mx

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