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Opinión

Opinión: Dónde encontramos inspiración, por Nancy Anahí Toledo

No es que sea difícil hoy en día encontrar una fuente de inspiración que valga la pena…es que, desde mi punto de vista, existen tantas falsas realidades expuestas por todos lados, que lo que resulta fácil es aspirar a algo que no existe o que no es verdaderamente inspirador.

Ahora va más despacio.

Vivimos en la eterna búsqueda de inspiración…ese estímulo que nos haga sentir, y nos llene de ganas de crear y hacer algo. Sobre cualquier tema…ejercicios físicos para conseguir un cuerpo buen formado y fuerte, meditaciones y viajes espirituales para tener la paz interna, decoración para tener la casa de tus sueños, o cualquier creación para realizarte dentro de lo que a ti te va.

Eso es. Así somos. Seres aspiracionales, y es perfecto. Pero, aquí es donde yo me cuestiono…dónde encontramos inspiración?

Hay miles de personas haciendo cosas de valor! Cumpliendo metas, formando carreras, apoyando a otras personas, enalteciendo a su país de origen y familia. Pero esto se oye poco.

La importancia que dan los medios y la sociedad a las cosas menos importantes y definitivamente menos valiosas nos hace perder enfoque. El foco de atención lo tienen otro tipo de cosas. Y terminamos “inspirados” en algo que no es inspirador, o ni siquiera es real, o posible.

Lo que quiero decir con todo esto, es qué hay tanto que ver, que a veces no vemos lo correcto. Y hoy por hoy, el trabajo es nuestro. Debemos buscar una verdadera fuente de inspiración. Algo que valga la pena, que vaya con tus verdaderos valores y estilo de vida. Debemos dejar de ver algo que puede ser falso y lleno de producción, como una vida que queremos llevar, un cuerpo que queremos tener, una felicidad que queremos alcanzar.

Solo tú sabes que te inspira realmente…busca bien lo que ves, lo que lees, con quien te relacionas. Elige bien que o quién quieres ser….te aseguro que siendo auténtico, tú puedes ser inspiración para alguien también.

Nancy Anahí Toledo Rascón
Instagram @eso.pienso
Facebook Eso pienso

Opinión

El tren. Por Raúl Saucedo

Por las vías de los recuerdos y el futuro

En la actual era de la inmediatez y la conectividad a nivel mundial, donde la información
viaja a la velocidad de la luz, es fácil olvidar la importancia de las arterias que mueven el
mundo físico: las vías férreas son ejemplo de ello. Los trenes como gigantes de acero que
surcan valles y montañas, no son sólo reliquias del pasado, sino fueron clave fundamental
para el desarrollo económico y social de las naciones, y México fue la excepción.
A lo largo de la historia, el ferrocarril ha sido sinónimo de progreso. Desde la Revolución
Industrial, las vías férreas han tejido lazos entre pueblos y comunidades, impulsando el
comercio, la industria, el turismo y el intercambio cultural. Países como Estados Unidos,
China y Japón son ejemplos claros de cómo una robusta red ferroviaria puede ser el motor de
un crecimiento económico sostenido.
En México, la historia del ferrocarril está ligada a la propia construcción del país. El «Caballo
de Hierro», como se le conoció en el siglo XIX, unió a una nación fragmentada por la
geografía y las diferencias sociales regionales. Sin embargo, a pesar de su glorioso pasado, el
sistema ferroviario mexicano ha sufrido un prolongado periodo de abandono y desinversión.
Hoy, en un momento en que México busca consolidarse como una potencia regional y lograr
un desarrollo más equilibrado y sustentable, es imperativo revalorizar el papel del ferrocarril.
La construcción de nuevas líneas, la modernización de la infraestructura existente y la
promoción del transporte ferroviario de carga y pasajeros son acciones estratégicas que deben
estar en el centro de la agenda nacional.
Los beneficios de un sistema ferroviario eficiente reduce los costos de transporte, facilita el
comercio interior y exterior, y promueve la inversión en diversos sectores productivos,
permite conectar zonas marginadas con los principales centros urbanos e industriales,
impulsando el desarrollo local y la creación de empleos y un sistema ferroviario eficiente
ofrece una alternativa de transporte segura, cómoda y accesible para la población.
La actual administración federal ha mostrado un interés renovado en el desarrollo ferroviario,
con proyectos emblemáticos como el Tren Maya y el Corredor Interoceánico del Istmo de
Tehuantepec, así como las futuras líneas a Nogales, Veracruz, Nuevo Laredo, Querétaro y
Pachuca.
Con estas obras México recuperara su vocación ferroviaria y aprovechara a mi parecer el
potencial de este medio de transporte para impulsar su desarrollo hacia el futuro.
El motivo esta columna semanal viene a alusión de mis reflexiones de ventana en un vagón
de tren mientras cruzaba la península de la hermana república de Yucatán y en mi cabeza
recordaba aquella canción compuesta en una tertulias universitaria que decía…”En las Vías
de la Facultad”

@RaulSaucedo
rsaucedo@uach.mx

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