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Opinión

Opinión: Dónde encontramos inspiración, por Nancy Anahí Toledo

No es que sea difícil hoy en día encontrar una fuente de inspiración que valga la pena…es que, desde mi punto de vista, existen tantas falsas realidades expuestas por todos lados, que lo que resulta fácil es aspirar a algo que no existe o que no es verdaderamente inspirador.

Ahora va más despacio.

Vivimos en la eterna búsqueda de inspiración…ese estímulo que nos haga sentir, y nos llene de ganas de crear y hacer algo. Sobre cualquier tema…ejercicios físicos para conseguir un cuerpo buen formado y fuerte, meditaciones y viajes espirituales para tener la paz interna, decoración para tener la casa de tus sueños, o cualquier creación para realizarte dentro de lo que a ti te va.

Eso es. Así somos. Seres aspiracionales, y es perfecto. Pero, aquí es donde yo me cuestiono…dónde encontramos inspiración?

Hay miles de personas haciendo cosas de valor! Cumpliendo metas, formando carreras, apoyando a otras personas, enalteciendo a su país de origen y familia. Pero esto se oye poco.

La importancia que dan los medios y la sociedad a las cosas menos importantes y definitivamente menos valiosas nos hace perder enfoque. El foco de atención lo tienen otro tipo de cosas. Y terminamos “inspirados” en algo que no es inspirador, o ni siquiera es real, o posible.

Lo que quiero decir con todo esto, es qué hay tanto que ver, que a veces no vemos lo correcto. Y hoy por hoy, el trabajo es nuestro. Debemos buscar una verdadera fuente de inspiración. Algo que valga la pena, que vaya con tus verdaderos valores y estilo de vida. Debemos dejar de ver algo que puede ser falso y lleno de producción, como una vida que queremos llevar, un cuerpo que queremos tener, una felicidad que queremos alcanzar.

Solo tú sabes que te inspira realmente…busca bien lo que ves, lo que lees, con quien te relacionas. Elige bien que o quién quieres ser….te aseguro que siendo auténtico, tú puedes ser inspiración para alguien también.

Nancy Anahí Toledo Rascón
Instagram @eso.pienso
Facebook Eso pienso

Opinión

Diálogos. Por Raúl Saucedo

El Eco de la Paz

En el crisol de la historia, las disputas bélicas han dejado cicatrices profundas en el tejido de
la humanidad. Sin embargo, en medio del estruendo de los cañones y las balas metrallas, ha
persistido un susurro: El Diálogo. A lo largo de los siglos, las mesas de negociación han
emergido como esperanza, ofreciendo una vía para la resolución de conflictos y el cese de
hostilidades entre grupos, ideas y naciones.
Desde la antigüedad, encontramos ejemplos donde el diálogo ha prevalecido sobre la espada.
Las guerras médicas entre griegos y persas culminaron en la Paz de Calias, un acuerdo
negociado que marcó el fin de décadas de conflicto. En la Edad Media, los tratados de paz
entre reinos enfrentados, como el Tratado de Verdún, establecieron las bases para una nueva
configuración política en Europa.
En tiempos más recientes, la Primera Guerra Mundial, un conflicto de proporciones
colosales, finalmente encontró su conclusión en el Tratado de Versalles. Aunque
controvertido, este acuerdo buscó sentar las bases para una paz duradera. La Segunda Guerra
Mundial, con su devastación sin precedentes en el mundo moderno, también llegó a su fin a
través de negociaciones y acuerdos entre las potencias.
La Guerra Fría, un enfrentamiento ideológico que amenazó con sumir al mundo en un
conflicto nuclear, también encontró su resolución a través del diálogo. Las cumbres entre los
líderes nucleares, los acuerdos de limitación de armas y los canales de comunicación abiertos
permitieron evitar una posible catástrofe global.
En conflictos más recientes, y su incipiente camino en las mesa de negociación ha sido un
instrumento crucial para lograr el cese de hostilidades de momento, esta semana se ha
caracterizado por aquellas realizadas en Arabia Saudita y París.
Estos ejemplos históricos subrayan la importancia del diálogo como herramienta para la
resolución de conflictos. Aunque las guerras pudieran parecer inevitables e interminables en
ocasiones, la historia nos muestra que siempre existe la posibilidad de encontrar una vía
pacífica. Las mesas de negociación ofrecen un espacio para que las partes en conflicto
puedan expresar sus preocupaciones, encontrar puntos en común y llegar a acuerdos que
permitan poner fin.
Sin embargo, el diálogo no es una tarea fácil. Requiere voluntad política, compromiso y la
disposición de todas las partes para ceder en ciertos puntos. También requiere la participación
de mediadores imparciales que puedan facilitar las conversaciones y ayudar a encontrar
soluciones mutuamente aceptables.
En un mundo cada vez más complejo e interconectado, el diálogo se vuelve aún más crucial.
Los conflictos actuales, ya sean guerras civiles, disputas territoriales o enfrentamientos
ideológicos, exigen un enfoque pacífico y negociado. La historia nos enseña que la guerra
deja cicatrices profundas y duraderas, mientras que el diálogo ofrece la posibilidad de
construir un futuro más pacífico y próspero para todos.
Los diálogos siempre serán una vía, aunque el diálogo más importante será con uno mismo
para tener la paz anhelada.
@RaulSaucedo
rsaucedo@uach.mx

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