En esta vida todos tenemos un papel que interpretar…más de uno, algunas veces varios al mismo tiempo.
Algunos papeles son tan impredecibles que tenemos que improvisar casi todo el tiempo, y habrá otros que son mucho más fácil de controlar y planear su desarrollo.
Así la vida. Así nos hace sacrificarnos a veces, y glorificarnos otras tantas. Casi en un balance perfecto. A veces más sacrificio, a veces más gloria.
Tal vez pasarás días trabajando en un proyecto, sin dormir, estudiando, con estrés, planeando…nos tocará sufrirla.
Habrá momentos que sentimos que la “pobrecita de mi” está haciendo un esfuerzo sobre humano y queremos que se sepa, que se vea ese sudor.
Luego viene la recompensa. El gran resultado, los elogios, el reconocimiento…entonces ya no nos compadecemos, ya no está la “pobrecita” está la “fregona” que lo logró.
Entonces, nos damos cuenta que todo lo que hacemos, dio resultados.
De mártir a súper héroe. De un extremo a otro. Y así, todo se compensa. Todo encuentra su balance.
Cada papel o trabajo que hagamos a lo largo de la vida así será. Habrá sacrificios, claro, pero seguro se sentirán menos, siempre que tú elijas hacerlos y creas que la recompensa vale la pena.
Cada quien baila a su ritmo, es bueno seguir la música….pero al final de cuentas el paso lo marca cada quien.
Te das cuenta que todo en esta vida lleva el esfuerzo de alguien, que todos han trabajado a deshoras y llevado su cuerpo a los límites.
Que no eres ni mártir ni heroína. Simplemente eres alguien capaz de trabajar por lo que quieres, y encontrar satisfacción al hacerlo.
Nancy Anahi Toledo Rascón
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