El que diga que no le pasa de vez en cuando desear la vida de alguien más… vuelva a pregúntaselo.
No digo quieras literalmente convertirte en la otra persona y vivir su vida. Pero sí hay momentos en los que suspiras y te dan ganas de verte, ser, tener o hacer lo que alguien más. Y te lamentas por no serlo. Y te convences a ti misma que serías mucho más feliz si estuvieras en ese lugar.
Yo creo que a todos nos ha pasado. Y también creo que es normal. Y que de hecho, está bien.
Son momentos, que al menos a mi me hacen voltear a ver y examinar mi vida.
¿Qué estoy haciendo yo?
¿Cómo me veo yo?
¿Qué tengo yo?
Y entonces valoro todo. Y me doy cuenta que cada quien tiene sus talentos y cartas fuertes en esta vida, pero que alguien tenga más, no hace que yo tenga menos.
Y vuelvo a suspirar, pero ahora con satisfacción y sobre todo mucha gratitud con la vida por todo lo que soy, lo me permite hacer y todo lo que se me ha dado.
Así que está bien tener estos momentos, pero no dejemos que se nos pase por alto lo que sí hay de este lado. Que nos sirva de motivación o inspiración ver algo que nos gusta en alguien más.
Aprendamos de los demás, que nos de gusto todo lo que los demás viven, disfrutan y logran.
No dejemos que estos momentos se conviertan en la mayor parte de nuestro tiempo.
Vive tu vida, agradece lo que tienes, trabaja por lo que quieres y no dejemos que se nos vaya la vida deseando otra.
Nancy Anahi Toledo Rascón
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