Conecta con nosotros

México

Ordena AMLO apretar el paso en Tren Maya y cumplir calidad

El Presidente tiene prisa. Nada que en 2024. Quiere dar el banderazo al Tren Maya en 2023 de la obra completa, no de tramos, porque asegura que antes de “irme a Palenque” –dado el sonoro nombre de su rancho– se hará cargo de no dejar obras inconclusas.

Durante dos días, los constructores –civiles o militares– soltaron cifras como metralla: porcentajes de avance, empleos creados, durmientes en existencia y por recibir, kilómetros desmontados y un largo etcétera.

No es suficiente. El presidente Andrés Manuel López Obrador vino a apurar y reconocer, a expresar confianza al tiempo que apretaba tuercas.

Él y Rogelio Jiménez Pons, con quien concibió el proyecto, enumeraron los obstáculos sin aludir a recursos jurídicos de comunidades o ambientalistas. Hablaron sobre todo de la pandemia y de las abundantes lluvias del sureste. Pero también de demoras debido a los cuidados ambientales y la protección que merecen los hallazgos arqueológicos.

En un solo tramo (Calkiní-Izamal) fueron hallados, informó Jiménez Pons, 4 mil 983 vestigios arqueológicos. El arquitecto usó palabras suaves para decir que eso hace más lentos los trabajos, lo que se evitaría si hay “una mejor coordinación con el INAH”.

El Presidente pidió a directivos de los grupos Carso, México y otras empresas que aprieten el paso, que trabajen día y noche para aprovechar la temporada de secas, que cumplan en tiempo, calidad y sin sobrecostos.

La tarea se miraba cuesta arriba incluso en el entorno de López Obrador, pero él prometió que volverá a apurarlos una vez que pase la veda electoral.

Los gobernadores de Quintana Roo, Yucatán y Campeche sostuvieron un duelo de elogios al Presidente y su obra emblemática. Las expresiones del yucateco Mauricio Vila podrían resumirse en una palabra: “Agradecerle” por esto, “agradecerle” por lo otro, incluyendo asuntos que apenas se están considerando, pero que López Obrador menciona, como la vacunación de maestros.

Vila (PAN), quien hizo carrera como gerente de una cadena de comida rápida en la tierra del panucho y la cochinita, se deshizo en elogios al “mayor proyecto de desarrollo de la historia”.

Pero el que se voló la barda fue el priísta campechano Carlos Aysa: “Cuando existe voluntad, los grandes sueños son posibles. La construcción del Tren Maya avanza y cuando esté listo, sobre rieles correrá una nueva era de progreso”.

Pobladores de Maxcanú también se acercaron al acto. Detrás de la valla observaban, aplaudían, echaban porras o preparaban sus peticiones.

“No veníamos preparados”, dijo Gilberth Jesús Can, un hombre menudo que consiguió una silla prestada para escribir ahí mismo una carta al mandatario federal. La firmaron varios miembros de la familia y contenía una sola petición que no ha sido atendida a pesar de múltiples solicitudes: ser inscritos en una tanda y recibir 25 mil pesos para comprar pollos y cerdos.

El Tren Maya y el Presidente son un imán irresistible. A Maxcanú también llegaron grupos que, a todas luces, quieren rebanadita del pastel. El “jefe” de uno se hace llamar “Líder Supremo Indígena Nacional” y una señora se presentó como “gobernadora indígena”. “Son de esos que apoyaron la obra desde el principio y no les dieron lo que esperaban”, comentó una fuente de Mérida.

En otro extremo, pero invitado de honor en toda la gira, estuvo Daniel Chávez, dueño del grupo turístico Vidanta, elogiado como “supervisor honorario” del tren.

En 2015 Enrique Peña Nieto lo nombró “empresario del año”.

Fuente: La Jornada

México

Pone ‘El Mayo’ ultimátum: me repatrian o el colapso

Ismael «El Mayo» Zambada, líder de Cártel de Sinaloa, exigió al Gobierno de México que reclame a Estados Unidos su repatriación porque, de no hacerlo, la relación entre los dos países sufrirá un «colapso».

Juan Manuel Delgado González, asesor jurídico de Zambada en México, confirmó que la petición fue presentado ayer en el Consulado General de México en Nueva York un escrito al que tuvo acceso Grupo Reforma y donde Zambada exige que lo defienda el gobierno.

Debe intervenir (el gobierno) a fin de que el presente asunto no resulte en un colapso en la relación bilateral entre ambos países, puesto que no se debe de perder de vista la irregular e ilegal manera en que el suscrito fui puesto a disposición de las autoridades de los Estados Unidos de América».

En julio del 2024, Zambada fue engañado por Joaquín Guzmán López, hijo de «El Chapo» Guzmán, fue secuestrado para llevarlo a Texas donde enfrenta cargos por delincuencia organizada, homicidio, narcotráfico en gran escala y lavado de dinero, entre otros.

En la solicitud de asistencia consular, el capo señala que si no se interviene en favor de sus derechos, políticos y funcionarios mexicanos también pueden ser secuestrados y trasladados ilegalmente al país vecino.

Por lo anterior, expresa que la respuesta del Estado mexicano «no es opcional», porque tiene la obligación ineludible de defenderlo.

«Si el Gobierno de México no actúa, el suscrito seré condenado a pena de muerte sin lugar a ninguna duda y además esto constituirá un precedente peligroso que permitiría que en cualquier momento cualquier gobierno extranjero pudiera de manera impune violentar nuestro territorio y soberanía, interviniendo para la detención de cualquier persona, incluso políticos o funcionarios del Gobierno, para ser trasladados a la jurisdicción norteamericana sin que nada suceda», manifiesta.

«Exijo y demando que el Estado mexicano cumpla con su obligación ineludible de intervenir de manera inmediata, contundente y sin margen de discrecionalidad para exigir formalmente a los Estados Unidos de América garantías y seguridades absolutas, plenas, vinculantes e irrevocables de que no se me impondrá ni se ejecutará la pena de muerte en su jurisdicción. Esta exigencia no es opcional, ni puede ser interpretada como una cuestión de oportunidad política o diplomática».

El documento firmado por Zambada advierte que, de no haber una exigencia categórica y formal de sus garantías, «constituiría una traición al sistema jurídico mexicano» y al deber del Estado de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, sin excepción alguna.

«En este contexto, en cuanto hace a mi asunto en particular, resulta una obligación del Estado Mexicano: presentar una protesta formal ante las autoridades estadounidenses, señalando la violación del Tratado (de México y Estados Unidos para prohibir los secuestros transfronterizos) y exigiendo el respeto a la soberanía mexicana y al debido proceso legal», señala.

Solicitar la repatriación inmediata de mi persona, argumentando que mi traslado fue ilegal y que cualquier proceso judicial en mi contra debe llevarse a cabo en México, conforme a las leyes nacionales y los acuerdos internacionales vigentes».

En una parte de su escrito, el líder del Cártel de Sinaloa requiere al Gobierno de México para que pida a los estadounidenses un informe detallado de las circunstancias de su secuestro y traslado, identificando quiénes permitieron su entrada a la Unión Americana y bajo qué base legal.

También, que le informen la identidad de las personas involucradas en su traslado, tanto del lado estadounidense como del lado mexicano.

La razón por la que alega que el Gobierno federal debe exigir la cancelación del proceso al que está sometido en Nueva York, es precisamente porque el procedimiento tiene como origen su secuestro y traslado ilegal a la Unión Americana.

«Esta exigencia no es una cuestión discrecional ni sujeta a consideraciones políticas o diplomáticas», dice.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto