Aunque las autoridades dijeron que tomaría algunas semanas, los pobladores lograron limpiar los escombros y recuperar el caudal del río que alimenta a las cascadas, en menos de 24 horas y sin invertir recursos.
Los habitantes de Agua Azul, en Chiapas, lograron recuperar el caudal del río y hacer que las cascadas volvieran a la normalidad.
Este martes se organizaron y con picos y palas limpiaron los escombros que tapaban el cauce del río y que habían provocado que algunas lagunas y las cascadas se secaran, explicó Pascual Moreno uno de los habitantes de la comunidad al portal Chiapas sin Censura.
En los primeros días de noviembre, el caudal de las cascadas disminuyó, lo que se agravó el 9 del mes, cuando el nivel del agua en el brazo derecho del río descendió aproximadamente un metro.
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) explicó que el río Agua Azul tiene dos afluentes: el brazo derecho alimenta las cascadas y el izquierdo las rodea. El brazo derecho tiene un colapso del bordo izquierdo, lo que generó que gran parte del agua se desviará hacia el brazo izquierdo, por lo que disminuyeron los niveles de agua.
Gracias a los trabajos realizados por los habitantes de Agua Azul, que consisitieron en romper parte de la piedra y quitar los escombros que bloqueaban el caudal, se recuperó el nivel del agua, explicó al portal 3 minutos informa, Julio César Romani, Director de Agua Azul de la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp).
Sin embargo, Romani señaló que si la cantidad de lluvia baja puede volver a secarse, pues el problema puede persistir en la temporada de seca.
Las autoridades de Chiapas y la Conagua señalaron que se realizaría un estudio y pasarían algunas semanas para poder recuperarlas. Por ello los habitantes se organizaron, pues “vivimos del turismo porque no tenemos tierra para trabajarlo” y no pueden esperar tanto tiempo sin visitantes.
Pascual Moreno dijo que no se invirtió nada en la recuperación, más que la mano de obra de la gente.
El río Agua Azul se encuentra dentro de los municipios de Tumbalá, Chilón y Salto de Agua; el área natural protegida cuenta con dos mil 589 hectáreas.
De acuerdo a la Conagua el colapso del bordo se debió a varios factores: un depósito de sedimentos aguas arriba del río, lo que provocó un cambio en la dirección del flujo hacia aguas abajo sobre la margen izquierda.
También la alta sismicidad en la zona, ya que el suelo está compuesto principalmente por roca caliza cárstica, la cual de manera natural se degrada y se vuelve vulnerable ante la presencia de un sismo.