El PAN abandonó el Pacto por México, en una acción que se veía venir casi desde el momento mismo en que se firmó, pues más que la voluntad de construir acuerdos que permitieran el avance del país (y brillar al PRI), querían tener un rehén para negociar.
El Pacto por México, contiene reformas clave, como la unificación de los códigos de procedimientos penales, algo necesario por mero sentido común, pues, ¿cómo es posible que algo sea delito en un estado pero no en el estado vecino?
También incluye reformas clave en cuanto a salud como la “portabilidad” del seguro médico, de manera que un usuario del IMSS, pueda atenderse en el ISSSTE o en cualquier otra institución pública, así como seguros de vida para madres jefas de familia, seguro de desempleo para quienes tengan un empleo formal, una pensión digna para todos los mayores de 65 años, programas de seguridad alimentaria para todos los mexicanos, el acceso a internet como un derecho básico, el fortalecimiento de la educación, entre muchísimos otros puntos de gran relevancia para el país.
Cierto es que el PRI ha vuelto a hacer de las suyas utilizando los aparatos estatales para ganar elecciones, la especialidad de la casa, sin embargo este no es motivo para frenar el desarrollo del país, pues dicho pacto se cuece aparte, y el PAN debería asumir una actitud más responsable pues las triquiñuelas electorales son harina de otro costal.
El acuerdo entre fuerzas políticas, es uno de los puntos clave de la democracia, ya que en una dictadura, por ejemplo, este recurso no existe, pues el tirano dicta lo que debe hacerse, sin pedir el consenso de nadie.
El PAN está indignado porque el PRI les está jugando sucio ¿Qué esperaban? Y ha convertido la maquinaria estatal en una eficientísima demoledora electoral, como se ve en el caso de Veracruz, donde los tres niveles de gobierno se alinearon para llevarse el carro completo.
Lo que pronto olvidó el PAN es que hace un año intentaban hacer lo mismo, cuando los delegados federales montaban maquiavélicos planes para ganar botos con programas públicos, mientras los priístas ladraban, aullaban y chillaban de coraje.
El juego es el mismo, sólo cambia el color de las camisetas y la efectividad para marcar goles, pero ante puñaladas iguales, llorar es cobardía, lo que, desde luego, no justifica el lucrar electoralmente con la miseria y los “apoyos” que de apoyo no tienen nada, son derechos de los ciudadanos, pagados con nuestros impuestos, no regalos de los “generosos” gobernantes.
Pero al PAN no le queda otra que jugar y para eso ya anunció marca personal para todos los delegados federales y estatales, en un intento por frenar el manejo discrecional y electoral de los programas y recursos públicos. Ya les salió lo “derecho” a los panistas.
Vázquez intentó aprovechar la coincidencia de apellido de los gobernadores Duarte, para embarrar al chihuahuense de las tranzas de su colega veracruzano, sin embargo, lo cierto es que Veracruz vive una condición mucho más crítica en casi todos los aspectos, destacando la ferocidad con la que la maquinaria estatal de aquella entidad ha agredido a los comunicadores.
Por mucho que la Asociación Mexicana de Editores (que tiene miembros activos en Chihuahua) le haya dado a Javier Duarte su “chayopremio” por defender, hágame el favor, a los comunicadores, que en los últimos años han sufrido la muerte de nueve de sus compañeros, sin que se haga justicia.
Pero lejos de todas estas grillas baratas, el gobernador César Duarte se reunió el lunes con Emilio Chuayffet Chemor, secretario de Educación Pública, con quien busca negociar la gran carga presupuestal de Chihuahua en materia de educación, ya que la administración estatal destina casi el 50% de su presupuesto a este rubro, muy por encima de lo que aportan otros estados.
Y es que la plantilla de profesores es enorme y casi toda pagada por el gobierno estatal, pero si a esto le suma los “comisionados”, es decir, zánganos del sindicato pagados con nuestros impuestos y las hordas de burócratas educativos que en ocasiones sirven para poco más que nada, pues entenderá porqué las arcas chihuahuenses nada más no pueden.
Para muestra, este jueves y viernes no asistirán a dar clases, ya que tomarán “cursos de actualización”, ante la molestia de los padres que se preguntan qué les impide utilizar para esto el fin de semana y desquitar su sueldo sin afectar a los niños y jóvenes.
Pero ahí no acabó la agenda de trabajo de Duarte, quien también se reunió con José Antonio Meade Kuribreña, secretario de Relaciones Exteriores, Jesús Murillo Karam, procurador general de la República, y Juan José Guerra Abbud, secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
Los resultados de estas reuniones dejaron en el mandatario un buen sabor de boca, pero no tanto con el dulcísimo sabor de las encuestas Mitofsky, que aseguran que tres de cada cuatro chihuahuenses aprueban la gestión de César Duarte, veremos si las elecciones confirman estas preferencias.
Lo que no aprobaron los chihuahuenses es la instalación de un tope en la avenida La Cantera, pues aunque lo calificaron de “ortopédico”, lo cierto es que nadie sintió el confort, sino una gran molestia, máxime con el descontento que han venido cosechando los agentes de Vialidad, que son buenísimos para “morder” pero malos a la hora de prevenir accidentes, la que debería ser su principal función.
You must be logged in to post a comment Login