El ciclón Idai, que ha devastado partes del centro de Mozambique y del este de Zimbabue, es una emergencia clasificada del mayor nivel, el 3, la misma categoría que ahora mismo solo tienen las crisis humanitarias en Siria y Yemen, según recordaron representantes de la ONU.
Siria, Yemen y Mozambique son las tres emergencias ahora mismo en el mundo», declaró en una entrevista telefónica Saviano Abreu, portavoz de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA), desde Beira, una de las principales ciudades de Mozambique y la más afectadas por la catástrofe.
Es devastador, el nivel de destrucción es masivo», resumió Abreu sobre una catástrofe que por el momento ha dejado más de 700 muertos (446 en Mozambique, 259 en Zimbabue y 56 en Malaui), pero cuyas cifras últimas son aún imposibles de determinar.
Sigue habiendo zonas, alejadas de Beira, el epicentro de la catástrofe, que han quedado completamente inundadas, donde no se ha podido llegar, pero el nivel del agua ya ha comenzado a bajar y el acceso a muchas áreas ya es más sencillo que en los últimos días.
Ahora, una semana después de que comenzasen a llegar los primeros equipos de emergencia a la zona, «la situación de rescate no es una prioridad», y los organismos nacionales e internacionales han pasado a la respuesta.
Y la más inmediata se basa en dos pilares: el reparto de comida, pues «hay gente desesperada por estar más de una semana sin poder comer de manera regular», y el agua y saneamiento para que no se propaguen enfermedades como el cólera y la malaria.
De momento, y a pesar de reportes previos de la Cruz Roja, «en la información de la ONU no hay ningún caso confirmado de cólera». Sí se han tratado casos de diarreas, pero se están investigando para poder evitar una enfermedad que, a pesar de ser tratable, es muy letal.
El otro punto, el reparto de comida, también ha sido conflictivo los primeros días, pues las necesidades son muy altas y la comida llega a las zonas afectadas con cuentagotas.
Excelsior