Panistas quieren pastel completo. Como ya es sabido, el pasado fin de semana el Partido Acción Nacional, en voz de su dirigente, Fernando Álvarez Monge, convocó a los funcionarios panistas a un encuentro para apapacharse unos a otros, embriagarse de victoria y, sobre todo, delinear estrategias para apropiarse de los espacios que el nuevo amanecer concedió a otras corrientes ciudadanas y de izquierda.
Corral, primer panista del estado. Al estilo de las ceremonias faraónicas del pasado, el gobernador Javier Corral encabezó el evento en el que confluyeron cerca de dos mil panistas, muchos de ellos ya empleados del gobierno y otros buscando incorporarse pronto. Lo típico, selfies con el mandamás, con los capitanes, con las vacas sagradas. El mandatario no podría negarse a participar en un acto así y enfrentarse al que, a fin de cuentas, es su partido, menos en un momento de arranque y debilidad institucional y política, pero ojalá sea el primero y el último de los encuentros de este tipo.
Llovieron críticas. El que no se aguantó de opinar fue Jaime García Chávez, quien fuera el principal aliado y ahora principal crítico de Javier Corral. Tiene mucho de razón al afirmar que esta clase de eventos hacen a un gobierno faccioso, alejado de la principal alianza que debe ser con la ciudadanía para acercarlo más al rancio sistema de partidos al cual el electorado le ha expresado de manera contundente su repudio por obsoleto y pernicioso. También se llevó su parte. Algunos trolls azules no lo bajaron de anciano, frustrado y amargado, con una acidez y falta de argumentos que no hicieron más que reforzar el punto del activista. También hubo panistas que asumieron con madurez la crítica.
PAN presume victorias. Si bien no fue el PAN en sí sino el efecto Corral y sobre todo el antiduartismo que encabezó el que les dio la victoria, el partido azul y sus allegados hoy gobiernan 29 alcaldías, 8 de las 10 más importantes, con cerca de 300 regidores en toda la entidad, así como 16 diputados de mayoría, además del Ejecutivo. También hay que reconocer que si bien ha habido fallos y deficiencias y hasta olorcillo a nepotismo y corruptelas, los cuatro primeros meses han marcado una diferencia notable con el anterior gobierno, rancio y pestilente por todos lados.
A desoxidarse y no caer en tentaciones. El líder del partido ha sido tratado como uno más del gobierno en turno, y como jefe del rebaño llamó a los militantes a ponerse al tiro pues si bien no son nuevos en el gobierno, llevaban ya muchos años oxidados y lejos del poder y la nómina, por lo cual las tentaciones son evidentes. Llamó a seguir el código de ética publicado en todas las dependencias… no hace falta, con que cumplan la Ley y no adjudiquen directamente a los parientes basta y sobra.
Peligrosa cercanía entre partido y gobierno. Al terminar el evento, el gabinete fue invitado a un evento encabezado por la politóloga filoazul Denisse Dresser, al cual el gobernador presentó como su amiga y aliada en el movimiento para sacar a César Duarte y sus secuaces del gobierno. La intelectual le dio su coscorroncito prototolario al sistema de partidos, nomás por no dejar, y luego se desvivió en sonrisas y plácemes. Llamó la atención la presencia de Álvarez Monge como uno más del gabinete, y no se hicieron esperar los señalamientos sobre quién pagó para traer a la “amiga” a comer con los cuates. Hay que cuidar estos detalles.
Ricardo mientras cae César. Y ya que hasta el momento no se ha engordado suficientemente el expediente para darle el trancazo a César Duarte, mínimo van por su hermano, Ricardo, todavía rector de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (eso sí es nepotismo, no fregaderas) y así podría cumplirse el doble propósito de ofrecerle a la turba hambrienta de justicia un pequeño entremés mientras se cocina el plato fuerte, y de paso ocupar este importante espacio académico, político y presupuestal. Leticia Corral, primera hermana del estado, es quien está operando la estratagema para colocar a un afín, pues Ramón Galindo como que nomás no ha dado el ancho. Los exrectores respaldan la jugada.
También imponen en la Auditoría. Luego de que descarrillaran a Jesús Esparza como auditor del estado tras arrimarle la soga al cuello, se desató la lucha por ver quien seguiría. Miguel Latorre no habrá dado resultados como legislador, pero es un excelente colocador de personal pues no puede ver una silla vacía sin querer llenarla con alguno de los suyos, como hizo en el Ichitaip. El problema es que desde Gobierno llegó la orden de meter a Armando Valenzuela, quien fue nada más y nada menos que administrador de los dineros de la campaña de Corral… ¿y así esperan independencia e imparcialidad? Claro que no, el poder es para poder.
Riggs perdió el caballo. La lanita que pudo haber sacado la hermana de Miguel Riggs con la carrera de inicio de gobierno no compensará ni de lejos la descalabrada política que se llevó. No sólo quedó desacreditada su autoridad moral como síndico del municipio, también ofreció un látigo para que lo azoten cada que quiera hablar de imparcialidad y rendición de cuentas, y peor aún, cada que aspire a candidatearse como soñaba. Ahora busca ser anfitrión de una especie de conferencia nacional de síndicos el próximo 24 de febrero y así exigir más atribuciones, voto en el Cabildo. Que se dé de santos que tiene buenos padrinos y se la perdonaron…
Noroña viene a armar mitote. El ex diputado federal Gerardo Fernández Noroña viene a ver si alborota la gallera con el motivo del gasolinazo. Desde su negativa a pagar por su yogurt en el Oxxo y otros zafarranchos similares se le ve en videos virales que causan morbo, risa y pena, pero poco aportan a la discusión seria de los temas. Su agenda sigue secreta, será una sorpresa. En la mira trae a Maru Campos por la detención de manifestantes. Compre palomitas, la función podría ponerse buena.