De acuerdo a información proporcionada por Proceso, se trata de la muerte de un niño de siete años, cuya vida fue arrebatada por su propia madre y su pareja, del mismo sexo.
El menor, identificado como Karol Ramón, era maltratado por su mamá y por la pareja de esta de forma constante. Pero estas mujeres terminaron por propinarle una brutal golpiza, luego de que el niño se negara a vestirse con prendas que son para niña.
Esto desató la furia de las mujeres, quienes golpearon fuertemente a Karol en el estómago y su cabeza, a tal grado que provocaron daños profundos a dichos órganos.
La mamá del niño, de nombre Margarita, luego de lo que ella y su pareja le hicieron a su hijo, fue quien lo llevó a un hospital comunitario para que lo atendieran; sin embargo, el niño llegó muerto al nosocomio.
En la autopsia descubrieron que el cuerpo de Karol estaba lleno de moretones, así como cicatrices por quemaduras con cigarrillo y por golpes con objetos de gran tamaño.
El niño llegó muerto al sanatorio particular de Juventino Rosas.
El personal avisó al Ministerio Público aún antes de averiguar las causas por las que perdió la vida, pues su cuerpo presentaba todo tipo de golpes y cicatrices.
Esto hizo que las autoridades iniciaran una investigación en contra de la pareja de lesbianas y con ayuda de los vecinos se enteraron que Ramón era constantemente golpeado con un cinturón, e incluso hasta con un martillo, un látigo y una silla, y que pasaba varios días sin comer.
Un juez determinó que la madre pasará como mínimo cuatro meses en prisión preventiva acusada de homicidio.
Las rodillas de Ramón tenían profundas aberturas marcadas. Su madre, ahora detenida, decía que el niño estaba anémico y por eso “se caía a cada rato” y se golpeaba.
Pero ante la Fiscalía General, su pareja contó lo que finalmente Margarita, la madre de Karol Ramón, acabó por reconocer: que le infligió tanto maltrato físico que el cuerpo del niño no resistió más.
Con información de Proceso y Tabasco Hoy.