El Parlamento de la región de Cataluña aprobó este viernes una resolución en la que insta a tomar las medidas necesarias para desarrollar el marco legal de una “república” independiente de España. La resolución salió adelante en una votación secreta con los apoyos de los dos grupos independentistas – Junts pel Sí y la CUP -, mientras que liberales (Ciudadanos), socialistas (PSC) y conservadores (PP) se negaron a participar y abandonaron el hemiciclo. La resolución fue aprobada por 70 votos a favor, 10 en contra y dos en blanco.
“Asumimos el mandato del pueblo de Cataluña expresado en el referéndum de autodeterminación del 1 de octubre y declaramos que Cataluña se convierte en un Estado independiente en forma de república”, dice literalmente el texto presentado por JxSí y la CUP (antisistema).
El pasado 1 de octubre tuvo lugar una consulta soberanista que el Tribunal Constitucional español declaró ilegal y en la que unos dos millones de catalanes (en una región de 7,5 millones con más de 5 millones de ciudadanos con derecho de voto) se pronunció a favor de la secesión, según datos de las propias autoridades independentistas.
La resolución consta de un preámbulo con exposición de hechos y motivos y otra de intenciones y fue esta segunda parte la que realmente se votó.
En la primera parte -no votada porque JxSí y la CUP consideran que la independencia ya fue aprobada por la ciudadanía con los resultados de la consulta ilegal del 1 de octubre-, la resolución dice: “Constituimos la república catalana, como Estado independiente y soberano, de derecho, democrático y social”.
La sesión fue tormentosa, en especial cuando llegó el momento de la votación de la resolución secesionista.
A diferencia de con las presentadas por el resto de grupos, que se votaron de manera electrónica (lo que permite identificar al votante), la declaración independentista se sometió al escrutinio secreto y el voto se depositó en urna.
Justo antes de la votación la presidenta de la Cámara, Carme Forcadell, avisó que los diputados podrían verse afectados por la advertencia del Tribunal Constitucional a quienes participen en actos favorables a la independencia de Cataluña.
Por eso Junts pel Sí y la CUP reclamaron votar de modo secreto y eludir así la eventual acción de la Justicia española.
La oposición protestó por el cambio de reglas de votación sobre la marcha y algunos diputados llamaron “cobardes” a los secesionistas, por ocultar su voto.
Al final setenta diputados votaron a favor de la resolución secesionista, por diez en contra y dos en blanco.
Los votos contrarios procedieron de una coalición de izquierdas, que sí participó en el sufragio y cuyos parlamentarios mostraron sus papeletas con el “no” para evitar ser perseguidos por la Justicia.
El documento de JxSí y la CUP pretende dar inicio a un “proceso constituyente” y hacer efectiva la ley de transitoriedad jurídica, para permitir el paso de las instituciones catalanas a una república independiente de España.
Campos de detención: el terrible plan de Trump contra los migrantes
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a encender las alarmas en el ámbito migratorio al adelantar un plan que, de concretarse, marcaría un giro radical en la política de deportaciones de Estados Unidos. Sus recientes declaraciones apuntan a la creación de un sistema masivo de detención y expulsión, respaldado por el ejército, lo que ya ha generado controversia entre expertos, activistas y políticos de todas las esferas.
Una emergencia nacional para deportaciones masivas
Trump, quien regresará a la Casa Blanca en 2025, reafirmó en la plataforma Truth Socialque su administración estaría preparada para declarar un estado de emergencia nacionalcon el objetivo de enfrentar lo que ha llamado «una invasión permitida por Joe Biden».
Esta declaración se suma a los comentarios de Tom Fitton, director de la organización conservadora Judicial Watch, quien sugirió que se utilizarían recursos militares para implementar un programa de expulsiones masivas. El expresidente respondió tajantemente: «¡Es verdad!».
El alcance de este plan incluye el despliegue de la Guardia Nacional y, si es necesario, tropas federales. «La Guardia Nacional debería ser capaz de encargarse de las deportaciones; si no, usaría el ejército», afirmó Trump en una entrevista con Time en abril.
Durante su presidencia, Trump endureció significativamente las políticas migratorias, pero sus nuevas propuestas revelan un nivel de agresividad sin precedentes. A esto se suma, la idea de establecer «campos de detención» en Texas, en donde se albergaría a los migrantes antes de ser deportados.
Texas ofrece tierras para la construcción de campos de detención masiva
La comisionada de la Oficina General de Tierras de Texas, Dawn Buckingham, ha propuesto una medida que podría convertirse en el primer paso hacia la creación de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
En una carta dirigida al presidente electo Donald Trump, Buckingham ofreció al gobierno 567 hectáreas de tierra ubicadas en el condado de Starr, cerca de Rio Grande City, para la construcción de instalacionesdestinadas a procesar, detener y deportar a migrantes de manera masiva.
Este terreno, que actualmente se utiliza para cultivos agrícolas como cebollas, canola y maíz, sería destinado a albergar campos de detención, una propuesta que ha generado gran controversia en medio del debate migratorio.
Buckingham destacó que la Oficina General de Tierras de Texas está lista para colaborar con el Departamento de Seguridad Nacional y otras agencias federales para hacer realidad este proyecto, el cual se alinea con los planes de Trump para reforzar las políticas de deportación y control fronterizo.
Sheinbaum reacciona a deportaciones masivas y campos de detención
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, expresó su desacuerdo con laspolíticas migratorias propuestas por Donald Trump, especialmente en relación con la posible deportación masiva de migrantes y la construcción de campos de detención en la frontera sur de Estados Unidos.
Durante su conferencia de prensa mañanera, Sheinbaum destacó que su gobierno no acepta que los migrantes sean tratados como criminales, subrayando que existen instituciones de justicia para abordar estos temas de manera adecuada.
«Primero, evidentemente no estamos de acuerdo en que se trate a los migrantes como criminales, para eso existen las instituciones de justicia en cualquier lugar del mundo», afirmó la mandataria, quien también enfatizó la relevancia de la contribución de los trabajadores mexicanos en Estados Unidos.
En este sentido, Sheinbaum detalló que su administración tiene cuantificados los beneficios que estos migrantes aportan al país vecino, tanto a nivel laboral como en términos de impuestos.
Como parte de las preparaciones para un posible cambio de administración en Estados Unidos, Sheinbaum informó que su gobierno trabaja en un plan para enfrentar la eventualidad de deportaciones, asegurando que, en caso de que se den, México está listo para recibir a los connacionales deportados.
«En caso de que hubiera deportaciones nosotros vamos a recibir a las y los mexicanos, tenemos un plan para ello, pero vamos a trabajar previo a ello que no tienen por qué deportarse a nuestros connacionales, que al contrario, benefician incluso la economía de Estados Unidos», añadió.
Además, la mandataria anunció que, en los próximos días, se celebrará una reunión con su gabinete para definir los temas clave que se tratarán con el equipo de Trump una vez que este asuma la presidencia, entre los que se incluyen la seguridad, el Tratado Comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), así como cuestiones culturales y de amistad bilateral.