En Chihuahua capital los transportistas dejaron a la comunidad sin la posibilidad de llegar a sus respectivos destinos. Desde las 4 de la madrugada los trabajadores del volante obstruyeron los accesos de los patios y talleres de la Coordinadora de Transporte Colectivo y para las seis de la mañana que debía comenzar el servicio público concesionado, las filas en las instalaciones tanto de las terminales como de las estaciones y paradas de autobús ya acusaban la ausencia de transporte.
Los integrantes de la CTC demandan entre otras cosas, el pago de horas extras, que la empresa cumpla con sus obligaciones ante el Infonavit y que ningún líder sindical se involucre en los diálogos con la Dirección de Transporte que encabeza Gustavo Morales, instancia dependiente de la Secretaría General de Gobierno que a su vez dirige Mario Trevizo Salazar.
Mientras tanto, como ya ha ocurrido en ocasiones similares, numerosos chihuahuenses se ofrecieron en sus vehículos particulares a trasladar sin costo a los cientos de usuarios que, imposibilitados para costear un coche de alquiler, aguardan en las estaciones de la ruta troncal y en las paradas de las rutas alimentadoras, sin saber en qué momento se reanudaría el servicio.
En virtud de que el ciclo escolar tiene un periodo de asueto de dos semanas, la afectación alcanzó a aproximadamente 180 mil chihuahuenses, de los casi 500 mil que habitualmente tienen que utilizar el transporte público para llegar a sus centros de trabajo.
La Dirección de Seguridad Pública Municipal de Chihuahua contribuyó al desplazamiento de los usuarios afectados y para ello dispuso de las unidades con que cuenta la instancia municipal, para brindar servicio a quienes así lo requieren.