Washington.- Ocho meses después de la invasión rusa de Ucrania y mientras China presiona para aumentar sus fuerzas nucleares, espaciales y cibernéticas, el Pentágono describió este jueves una nueva estrategia radical que pedía una disuasión más sólida en un momento cada vez más tenso en la seguridad internacional.
El documento, la Estrategia de Defensa Nacional, que también incluye revisiones del arsenal nuclear y las defensas antimisiles de Estados Unidos, ha estado circulando durante meses en forma clasificada en el Capitolio.
La última estrategia de defensa nacional, publicada en 2018 por la administración de Trump, fue la primera desde el final de la Guerra Fría en reenfocar las defensas estadounidenses en lo que llamó los poderes gemelos «revisionistas» de China y Rusia. El documento del presidente Biden se basa en ese tema, pero distingue entre describir a China como un retador tecnológico y militar y a Rusia como una amenaza «aguda», pero una potencia en declive.
Prioriza las amenazas al país, traza la respuesta militar en términos generales y guía las decisiones presupuestarias y de política del Pentágono en una variedad de temas, como qué armas desarrollar y la forma de las fuerzas armadas.
Pero su contraste con el último documento emitido por un presidente demócrata, Barack Obama, es marcado. La estrategia de Obama, emitida con Biden, quien era el vicepresidente en ese momento, tenía la ambición de disminuir drásticamente el papel de las armas nucleares en las defensas de Estados Unidos y describió los esfuerzos compartidos con China y Rusia para contener a Corea del Norte y disuadir a Irán de construir armas nucleares.
La versión no clasificada del nuevo documento carece de mucha especificidad sobre cómo el Pentágono cambiará sus armas y personal para adaptarse a una nueva era de mayor competencia entre las superpotencias.
Describe a una Rusia armada con 2 mil armas nucleares tácticas y no sujeta a ningún tratado que limite el número, planteando “la posibilidad de que use estas fuerzas para tratar de ganar una guerra en su periferia o evitar la derrota si estuviera en peligro de perder un guerra convencional”.