Los periodistas de Chihuahua están desesperados. Ante la nueva manera de comunicar de Javier Corral, quien ha dicho hasta el cansancio que llegó al poder no sólo sin el apoyo de la mayoría de los medios, sino a pesar de ellos, los comunicadores no encuentran de dónde agarrarse para seguir recogiendo las carretadas de dinero que recibían a cambio de comunicar a capricho del gobernante en turno.
La mayoría de los medios se vendieron de muchas formas. Unos cerraron filas abiertamente con el mandatario saliente y se lanzaron con lealtad perruna contra los rivales políticos del gobernador, defecando sobre cualquier rasgo de ética. Otros simplemente obedecían las directrices, tal y como les pedían los jefes de prensa en turno. También están quienes no tuvieron de otra que agachar los cuernos para evitar desaparecer, y hasta los que hicieron huelgas de hambre para acabar siendo un boletín más de Chihuahua Vive.
La prensa digna también creció. Sin embargo, también hubo medios y sobre todo periodistas quienes nunca dejaron de informar con la verdad, y otros incluso tomaron una postura de clara y valiente oposición al despotismo de quienes detentaban el poder. Podríamos mencionarle cuáles tomaron una u otra postura, pero a estas alturas estamos seguros que usted ya lo sabe. No es ningún secreto.
No habrá carretadas de dinero como antes. El gobierno duartista llegó a tal desfachatez, que algunos medios, por sí solos, obtuvieron más recursos que direcciones enteras tan importantes como el Instituto Chihuahuense de la Cultura. Esos recursos no fueron para todos los periodistas, sino para los empresarios de los medios, quienes trafican información a modo y capricho de quién la paga, pues en general el gremio sufre de salarios y condiciones que hacen parecer a las redacciones líneas de maquiladora, no por las precarias condiciones, sino por la calidad de los contenidos que producen, cuyo único mérito es el excelente nado sincronizado. Todos publican lo mismo.
Se alborota la gallera. Bajo este panorama el equipo de transición tuvo la puntada de organizar un grupo de ‘guats’ que incluyó a casi un centenar de los comunicadores. Aquello se volvió una chirinola entre quienes exigen reuniones para “negociar”, quienes quieren hacer leña del árbol caído y quieren empezar una caza de bruja contra quienes callaron en el gobierno que acaba, quienes simplemente le apuestan a la salamería, quienes ahora sí exigen libertad de expresión.
También creció en Chihuahua el periodismo digno. No se puede dejar de mencionar que en la adversidad también hubo, y muchos, comunicadores valientes que, como ya dijimos, resistieron la escasez de recursos y patrocinios y se dedicaron a informar casi por amor al arte. También hubo quienes no tomaron partido y se limitaron a hacer su trabajo de manera estrictamente profesional. Lo único que no se puede es generalizar, pues.
Vienen el golpeteo contra la administración. Algunos dueños de medios llegaron a afirmar que si Enrique Serrano no ganaba se irían de Chihuahua, más bien en broma pues no esperaban ni en sus más terribles pesadillas que la ubre de corrupción de la que mamaban se secara. Otros ya preparan estrategias de denostación, y si no las han lanzado aún es sencillamente porque tienen una esperanza de que les toque algo, o sencillamente por que como Corral no ha ni asumido nada se puede decir malo de él… todavía. No obstante, algunos ya empezaron cuestionando a un gabinete que ni siquiera se ha anunciado. Se pondrá duro.
También se puso duro el agarrón entre los “profamilia” y los “prodiversidad”. Ambos grupos tratan de hacer valer sus derechos y, aunque no lo reconozcan, de coartar los de los otros. Los profamilia aferrados a tratar a las personas sexualmente diversas como ciudadanos de segunda y “antinaturales”, y los “prodiversidad” pretendiendo callar cualquier voz que los contradiga, independientemente de que tengan o no sustento sus demandas.
El desfonde del PRI tiene mucho que ver en esto. Ante la eterna fragmentación de la izquierda, la agonía del PRI, el desencanto hacia los independientes y el pasmo de la sociedad civil, grupos radicales y no tan radicales del PAN han visto una oportunidad de oro para rehacerse con el poder rumbo a 2018. Catástrofes como Fox o Calderón ya son vistas como épocas de oro bajo la asfixia del peñato, y el apoyo del presidente a la reforma para establecer los matrimonios igualitarios le hizo mucho daño a la causa. El presidente es como el Rey Midas, pero con (er) en medio. Transforma en peste todo lo que toca.
Donde se tomaron muy enserio el tema fue en la FCPyS. La carrera y maestría de comunicación hace ya años que fue acaparada por grupos de radicales de ultraderecha identificados con asociaciones de periodistas y sus familiares. Ayer, por ejemplo, el profesor Portillo, en vez de dar su clase de investigación, echó un rollo “próvida” y se fue recio contra el uso del condón y otros anticonceptivos. La maestra Verónica dejó de lado la sicología y la filosofía para decir que las mujeres no deberían votar pues “acabarían votando por el mismo candidato que sus hombres”.
Fanatismos y dogmas en vez de cátedra. En la misma línea, el profe César, de Relaciones Internacionales, encarga trabajos sobre por qué los judíos dominan el mundo, y César Cortés, de sicología, afirma contra cualquier argumento científico que el “homosexualismo” es una enfermedad, y curable. Podríamos seguirle, pero no acabamos. Esta fue la misma facultad, bajo el mando del descarrillado Eloy Díaz, que desató una campaña donde se amenazaba con cuchillos a las jóvenes que consideraran abortar.
Los abogados también traen bronca. Integrantes de la Federación Mexicana de Colegios de Abogados y la Barra Mexicana Colegio de Abogados de Chihuahua, pusieron el grito en el cielo para que sus miembros también sean considerados dentro del proceso de selección de los 61 jueces que ocuparán salas penales y 14 familiares, pues no están de acuerdo en que el reparto quede sólo entre los de casa, la mayoría alineados con el duartismo, como lo denunció el propio Corral. Ya tienen listos recursos para llegar hasta la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y agotarán hasta los últimos recursos legales para ser tomados en cuenta. Ni modo que no sepan.
Alejandro Domínguez también quiere agarrar algo. Busca hacerse indispensable para Corral, para su partido y para quien sea. Lo que caiga es bueno. Ayer organizó una rueda de prensa para defender los recortes al presupuesto que, dicho sea de paso, le pegan a la inversión, los servicios, el gasto público y todo lo importante, pero eso sí, hasta aumento se llevarán burócratas, legisladores y partidos, para ellos no hay cinturón apretado. Ni cinto llevan, andan sueltos.
Sigue el jaloneo por la bancada y la dirigencia del PAN. En estos días se ha recrudecido la purga interna entre panistas. Por un lado los corralistas que apoyan a Blanca Gámez de coordinadora de la superbancada panista, y por otro los vazquistas. En la dirigencia parece que ya hubo acuerdo a favor de Roberto Fuentes, quien trae tantos méritos políticos, académicos y buenas relaciones de respaldo que por más que haya grupúsculos que pataleen, difícilmente podrán ya bajarlo. Es el único con contactos para mantener o simular unión en el partido al menos. Fuera de él, todos polarizan.
Madero trae premio de consolación. Tras la traición ya cantada de Ricardo Anaya a quien fuera su mentor, Madero no tuvo de otra que dejar la grilla nacional en pausa mientras se refugia en el floreciente gobierno panista de Chihuahua. Tiene capacidad política, por algo fue dirigente de su partido, y ya se vio que es buenísimo negociando y pactando con cualquiera como hizo en el nefasto Pacto por México. Esas habilidades camaleónicas pueden serle útiles al nuevo gobierno.
La balconeada de la semana será El Grito. Hay un morbo enorme respecto a este acto que no representa mucho ya para los ciudadanos quienes van más por los grupos y la pachanga que por el fervor patrio. No obstante, este será el último gran acto público de la administración y se verá si César Duarte se avienta a enfrentar la rechifla que seguramente le espera, si la callará con cumbias, si pondrá a un subalterno en su lugar o a ver qué pasa. Lo que ocurra dará de qué hablar. Será muy triste para todos, pero en especial para Duarte, pues ya no estará Juan Gabriel.