El neurólogo Héctor Alberto González Usigli dijo que un temperamento depresivo podría sugerir la predisposición a una enfermedad neurodegenerativa como Alzheimer, por lo que el paciente debe mantener contacto permanente con su médico.
El encargado de la Clínica de Trastornos del Movimiento del Hospital de Especialidades del IMSS añadió que es importante detectar de manera oportuna los primeros signos de la patología.
Asimismo, refirió que los trastornos psicológicos o psiquiátricos no causan deterioro cerebral, pero pueden ser evidencia de una propensión biológica a padecerlo 10 o 20 años más tarde.
“Las personas que tienen cualquier condición de estrés físico o mental se ven impactadas en cuanto al movimiento, se ponen rígidas, tiemblan más, esto definitivamente no es un factor de riesgo, pero sí un mecanismo que puede disparar una condición subyacente previa, una tendencia a presentar enfermedades neurodegenerativas”, dijo.
Indicó que pese a que una tendencia genética ante este tipo de padecimientos no puede revertirse, existen algunas recomendaciones que pueden retrasar en mayor o menor medida su aparición, entre ellas el consumir alimentos que contengan antioxidantes, debido a que protegen el cerebro del estrés oxidativo generado en la vida cotidiana.
También aconsejó no calentar comidas o bebidas en utensilios de peltre o barro, ya que estos materiales, al hacer contacto con el fuego, desprenden sustancias tóxicas que podrían afectar la salud cerebral; “estos instrumentos de cocina pueden usarse sin problemas al manipular alimentos fríos”, sostuvo.
González Usigli subrayó la importancia de incorporar a la dieta diaria pescado, aceite de oliva extra virgen y/o frutos secos como nueces y almendras, con el fin de brindar al organismo el tipo de grasas que mantienen la función intelectual en las mejores condiciones posibles.
El especialista resaltó que el ejercicio debe realizarse desde etapas medias de la vida, “aquella persona que ya tiene problemas neurodegenerativos progresa más lento, y esta condición es mucho más benigna en quienes hacen actividad física de manera constante.
Además de mantener un peso adecuado a su talla, un Índice de Masa Corporal (IMC) de entre 20 y 25”.
“Realizar juegos que retan el intelecto como los crucigramas, las sopas de letras, los cálculos matemáticos, la lectura de comprensión y la escritura ayudan a mantener más sanas las conexiones neuronales, así como acercarse a conocimiento nuevo, como un idioma, la computación, el uso de nuevo software, entre otros”, subrayó.
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