Conecta con nosotros

Slider Principal

Personas de la tercera edad ya no podrán ser empacadores en Walmart

La pandemia de coronavirus y cambios en los hábitos de los consumidores hacen peligrar una vieja práctica que permite a las personas de la tercera edad ganarse algún dinero: la de poner en bolsas los comestibles que la gente compra en los supermercados.

Se esperaba que las personas mayores de 60 años pudiesen reanudar esa actividad ahora que se están levantando algunas restricciones, pero Walmart, la cadena de supermercados más grande del país, dijo esta semana que no les permitirá volver.

Explicó que la prohibición del uso de bolsas de plástico y la pandemia hacen que la gente no quiera que otros toquen sus comestibles.

“Derivado precisamente de la contingencia sanitaria, hemos observado que nuestros clientes buscan evitar que terceros tengan mayor contacto con la mercancía que compran”, dijo la cadena en un comunicado. “Aunado a esto, conforme a la legislación aplicable, hemos dejado de otorgar bolsas de plástico de un solo uso, en apoyo al cuidado del medio ambiente, por lo que nuestros clientes ahora llevan sus propias bolsas reutilizables y se han habituado a empacar ellos mismos la mercancía adquirida”.

Personas mayores que embolsaban productos han realizado algunas manifestaciones de protesta en las dos últimas semanas frente a tiendas de comestibles y oficinas municipales, mostrando carteles que dicen “¡Queremos trabajar!”.

Algunos dicen a medios locales que esa actividad les da sentido a sus vidas, estructura, contactos sociales y la sensación de que son útiles. El supermercado no les paga por su trabajo, pero algunos clientes les dan propinas.

“No es justo”, declaró María Guadalupe García al noticiero Telediario. “Yo no tengo otra cosa más que esto”.

Lourdes Cuca acotó: “Necesito trabajar, porque es mi apoyo emocional”.

En partes de México los adolescentes son quienes embolsan las compras, en otros las personas mayores, en el marco de un programa lanzado hace años por el Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores. Walmart dijo que había informado al Instituto en diciembre que el acuerdo no sería renovado.

Los embolsadores se enteraron recién en mayo, cuando la municipalidad de la Ciudad de México suavizó las restricciones de la pandemia al mermar los contagios.

La Ciudad de México no es el único sitio donde ocurre esto. A principios de junio el estado norteño de Tamaulipas aprobó una resolución exhortando a que solo los adultos mayores inmunizados sean autorizados a embolsar los comestibles, “para que dispongan de un poco más de dinero para ellos y sus familias”.

Fadlala Akabani, secretario de desarrollo económico de la Ciudad de México, dijo que hay unas 35 mil personas que embolsan comestibles en todo México y unas 4 mil 400 en la capital.

“De los 4 mil 400 empacadores que tenía (en la capital), solamente 2 mil 209 han pretendido regresar”, expresó Akabani. “Entonces los estamos reubicando en algunas tiendas”.

Sin embargo, si los hábitos del consumidor cambiaron tanto, no está claro cuántas tiendas querrán tener miembros de una población con mayor riesgo de contagio embolsando sus productos.

Bajo un programa del presidente Andrés Manuel López Obrador, las personas mayores de 68 años reciben un suplemento mensual de 65 dólares. A la luz del deficiente, e insuficiente, programa de pensiones de México, muchos ancianos no pueden llegar a fin de mes.

Y se quejan de que las empresas no quieren contratarlos.

“Muchas personas llegan a la vejez sin acceso a una pensión y no cuentan con recursos económicos suficientes para vivir, motivo por el cual su inserción laboral se vuelve indispensable”, dijo el Instituto en un comunicado. “Es frecuente que las personas mayores que aún gozan de funcionalidad y autonomía busquen seguir activas y trabajar de forma remunerada, lo cual las hace sentirse útiles y autorrealizadas, además de que les permite obtener reconocimiento por las habilidades, aptitudes y saberes que aportan a la sociedad”.

México

Pone ‘El Mayo’ ultimátum: me repatrian o el colapso

Ismael «El Mayo» Zambada, líder de Cártel de Sinaloa, exigió al Gobierno de México que reclame a Estados Unidos su repatriación porque, de no hacerlo, la relación entre los dos países sufrirá un «colapso».

Juan Manuel Delgado González, asesor jurídico de Zambada en México, confirmó que la petición fue presentado ayer en el Consulado General de México en Nueva York un escrito al que tuvo acceso Grupo Reforma y donde Zambada exige que lo defienda el gobierno.

Debe intervenir (el gobierno) a fin de que el presente asunto no resulte en un colapso en la relación bilateral entre ambos países, puesto que no se debe de perder de vista la irregular e ilegal manera en que el suscrito fui puesto a disposición de las autoridades de los Estados Unidos de América».

En julio del 2024, Zambada fue engañado por Joaquín Guzmán López, hijo de «El Chapo» Guzmán, fue secuestrado para llevarlo a Texas donde enfrenta cargos por delincuencia organizada, homicidio, narcotráfico en gran escala y lavado de dinero, entre otros.

En la solicitud de asistencia consular, el capo señala que si no se interviene en favor de sus derechos, políticos y funcionarios mexicanos también pueden ser secuestrados y trasladados ilegalmente al país vecino.

Por lo anterior, expresa que la respuesta del Estado mexicano «no es opcional», porque tiene la obligación ineludible de defenderlo.

«Si el Gobierno de México no actúa, el suscrito seré condenado a pena de muerte sin lugar a ninguna duda y además esto constituirá un precedente peligroso que permitiría que en cualquier momento cualquier gobierno extranjero pudiera de manera impune violentar nuestro territorio y soberanía, interviniendo para la detención de cualquier persona, incluso políticos o funcionarios del Gobierno, para ser trasladados a la jurisdicción norteamericana sin que nada suceda», manifiesta.

«Exijo y demando que el Estado mexicano cumpla con su obligación ineludible de intervenir de manera inmediata, contundente y sin margen de discrecionalidad para exigir formalmente a los Estados Unidos de América garantías y seguridades absolutas, plenas, vinculantes e irrevocables de que no se me impondrá ni se ejecutará la pena de muerte en su jurisdicción. Esta exigencia no es opcional, ni puede ser interpretada como una cuestión de oportunidad política o diplomática».

El documento firmado por Zambada advierte que, de no haber una exigencia categórica y formal de sus garantías, «constituiría una traición al sistema jurídico mexicano» y al deber del Estado de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, sin excepción alguna.

«En este contexto, en cuanto hace a mi asunto en particular, resulta una obligación del Estado Mexicano: presentar una protesta formal ante las autoridades estadounidenses, señalando la violación del Tratado (de México y Estados Unidos para prohibir los secuestros transfronterizos) y exigiendo el respeto a la soberanía mexicana y al debido proceso legal», señala.

Solicitar la repatriación inmediata de mi persona, argumentando que mi traslado fue ilegal y que cualquier proceso judicial en mi contra debe llevarse a cabo en México, conforme a las leyes nacionales y los acuerdos internacionales vigentes».

En una parte de su escrito, el líder del Cártel de Sinaloa requiere al Gobierno de México para que pida a los estadounidenses un informe detallado de las circunstancias de su secuestro y traslado, identificando quiénes permitieron su entrada a la Unión Americana y bajo qué base legal.

También, que le informen la identidad de las personas involucradas en su traslado, tanto del lado estadounidense como del lado mexicano.

La razón por la que alega que el Gobierno federal debe exigir la cancelación del proceso al que está sometido en Nueva York, es precisamente porque el procedimiento tiene como origen su secuestro y traslado ilegal a la Unión Americana.

«Esta exigencia no es una cuestión discrecional ni sujeta a consideraciones políticas o diplomáticas», dice.

Continuar Leyendo
Publicidad
Publicidad
Publicidad

Más visto