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México

Personas que duermen más tienen mayor riesgo de morir: estudio

La cantidad de tiempo que una persona duerme, incluidas las siestas diurnas, está relacionada con su riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular y muerte, según un estudio de más de 116 mil personas en siete regiones del mundo, publicado este miércoles en ‘European Heart Journal’.

Los investigadores descubrieron que las personas que dormían durante más del tiempo recomendado de seis a ocho horas al día tenían mayor riesgo de morir o desarrollar enfermedades del corazón o de los vasos sanguíneos en el cerebro.

En comparación con las personas que dormían durante el tiempo recomendado, aquellos que durmieron un total de ocho a nueve horas al día tenían un 5 por ciento más de riesgo; mientras que quienes dormían entre nueve y diez horas diarias presentaban un 17 por ciento más de riesgo y las que dormían más de diez horas diarias tenían un riesgo mayor del 41 por ciento.

También encontraron un aumento del riesgo del 9 por ciento para las personas que durmieron un total de seis horas o menos, pero este hallazgo no fue estadísticamente significativo. Antes de ajustarlos resultados a los factores que podrían influir, los autores del trabajo encontraron que por cada mil personas que duermen seis horas o menos por noche, 9.4 desarrollaron enfermedad cardiovascular (ECV) o murieron al año; esto ocurrió en 7.8 de los que durmieron de seis a ocho horas, 8.4 de los que dormían de ocho a nueve horas, 10.4 de los que dormían de nueve a diez horas y 14.8 de los que dormían más de diez horas.

ENTRE SEIS Y OCHO HORAS, DURACIÓN ÓPTIMA DEL SUEÑO
El autor principal de la publicación, Chuangshi Wang, estudiante de doctorado en la Universidad de McMaster, en Ontario, Canadá; de la ‘Peking Union Medical College’ y la Academia China de Ciencias Médicas, China, que trabaja en el Instituto de Investigación de Salud de la Población en McMaster, dice: «Nuestro estudio muestra que la duración óptima del sueño estimado es de seis a ocho horas por día para los adultos. Dado que este es un estudio observacional que solo puede mostrar una asociación en lugar de una relación causal, no podemos decir que el exceso de sueño en sí mismo cause enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, poco sueño podría ser un contribuyente subyacente a la muerte y los casos de enfermedad cardiovascular, y demasiado sueño puede indicar afecciones subyacentes que aumentan el riesgo».

Otros estudios han sugerido asociaciones entre el sueño y la muerte o enfermedades cardiovasculares y otras, pero los resultados han sido contradictorios. Además, tendían a evaluar a poblaciones particulares y no necesariamente tenían en cuenta el hecho de que en algunos países puede ser común echar la siesta durante el día y se considera un hábito saludable.

Esta investigación examinó a un total de 116.632 adultos de entre 35 y 70 años en 21 países con diferentes niveles de ingresos en siete regiones geográficas (América del Norte y Europa, América del Sur, Oriente Medio, Asia meridional, Asia sudoriental, China y África). Formaban parte del estudio de ‘Epidemiología Rural Urbana Prospectiva’ (PURE) que comenzó en 2003.

Durante un tiempo de seguimiento promedio de casi ocho años, 4.381 personas murieron y 4.365 sufrieron un problema cardiovascular importante, como un ataque cardiaco o un derrame cerebral. Los científicos ajustaron los resultados para tener en cuenta los factores que podrían afectar a los hallazgos, como la edad, el sexo, la educación, el tabaquismo, el consumo de alcohol, si los participantes vivían en áreas urbanas o rurales, tenían antecedentes familiares de patologías cardiovasculares o antecedentes de diabetes, presión arterial elevada, enfermedad pulmonar obstructiva crónica o depresión.

Encontraron que las siestas diurnas regulares eran más comunes en Oriente Medio, China, el sudeste de Asia y América del Sur. La duración de las siestas diurnas varió principalmente de 30 a 60 minutos. Las personas que dormían seis o menos horas por la noche, pero echaban una siesta diurna y, por lo tanto, dormían un promedio de 6.4 horas al día en total, registraban un riesgo ligeramente mayor en comparación con los que dormían entre seis y ocho horas por la noche sin una siesta diurna, pero este hallazgo no fue estadísticamente significativo.

Aunque las siestas diurnas se asociaron con un mayor riesgo de muerte o problemas cardiovasculares en las personas que duermen lo suficiente o durante más tiempo a lo largo de la noche, no fue así en las personas que dormían menos de seis horas por la noche. En estas personas, una siesta durante el día parecía compensar la falta de sueño nocturno y para mitigar los riesgos», agrega Wang.

El profesor Salim Yusuf, investigador principal del estudio PURE, distinguido profesor de medicina y director ejecutivo del Instituto de Investigación en Salud de la Población de la Universidad de McMaster y ‘Hamilton Health Sciences’, concluye: «El público en general debe asegurarse de que duerme entre seis y ocho horas al día. Por otro lado, si duerme demasiado regularmente, por ejemplo, más de nueve horas al día, es posible que deba visitar a un médico para verificar su estado de salud general. Para los médicos, podría ser útil incluir preguntas sobre la duración del sueño y las siestas durante el día en las historias clínicas de sus pacientes para identificar a personas con alto riesgo de problemas cardiacos y de los vasos sanguíneos o muerte».

Las limitaciones del estudio incluyen que los investigadores estimaron el tiempo de sueño nocturno en función del espacio entre irse a la cama y levantarse, y que asumieron que la duración de las siestas nocturnas y diurnas se mantuvo sin cambios durante el periodo de seguimiento. Tampoco recopilaron información sobre trastornos del sueño como el insomnio y la apnea (cese temporal de la respiración mientras se duerme), lo que puede tener un impacto en el sueño y también puede afectar a la salud.

Fuente: Excelsior

México

Pone ‘El Mayo’ ultimátum: me repatrian o el colapso

Ismael «El Mayo» Zambada, líder de Cártel de Sinaloa, exigió al Gobierno de México que reclame a Estados Unidos su repatriación porque, de no hacerlo, la relación entre los dos países sufrirá un «colapso».

Juan Manuel Delgado González, asesor jurídico de Zambada en México, confirmó que la petición fue presentado ayer en el Consulado General de México en Nueva York un escrito al que tuvo acceso Grupo Reforma y donde Zambada exige que lo defienda el gobierno.

Debe intervenir (el gobierno) a fin de que el presente asunto no resulte en un colapso en la relación bilateral entre ambos países, puesto que no se debe de perder de vista la irregular e ilegal manera en que el suscrito fui puesto a disposición de las autoridades de los Estados Unidos de América».

En julio del 2024, Zambada fue engañado por Joaquín Guzmán López, hijo de «El Chapo» Guzmán, fue secuestrado para llevarlo a Texas donde enfrenta cargos por delincuencia organizada, homicidio, narcotráfico en gran escala y lavado de dinero, entre otros.

En la solicitud de asistencia consular, el capo señala que si no se interviene en favor de sus derechos, políticos y funcionarios mexicanos también pueden ser secuestrados y trasladados ilegalmente al país vecino.

Por lo anterior, expresa que la respuesta del Estado mexicano «no es opcional», porque tiene la obligación ineludible de defenderlo.

«Si el Gobierno de México no actúa, el suscrito seré condenado a pena de muerte sin lugar a ninguna duda y además esto constituirá un precedente peligroso que permitiría que en cualquier momento cualquier gobierno extranjero pudiera de manera impune violentar nuestro territorio y soberanía, interviniendo para la detención de cualquier persona, incluso políticos o funcionarios del Gobierno, para ser trasladados a la jurisdicción norteamericana sin que nada suceda», manifiesta.

«Exijo y demando que el Estado mexicano cumpla con su obligación ineludible de intervenir de manera inmediata, contundente y sin margen de discrecionalidad para exigir formalmente a los Estados Unidos de América garantías y seguridades absolutas, plenas, vinculantes e irrevocables de que no se me impondrá ni se ejecutará la pena de muerte en su jurisdicción. Esta exigencia no es opcional, ni puede ser interpretada como una cuestión de oportunidad política o diplomática».

El documento firmado por Zambada advierte que, de no haber una exigencia categórica y formal de sus garantías, «constituiría una traición al sistema jurídico mexicano» y al deber del Estado de garantizar la seguridad de sus ciudadanos, sin excepción alguna.

«En este contexto, en cuanto hace a mi asunto en particular, resulta una obligación del Estado Mexicano: presentar una protesta formal ante las autoridades estadounidenses, señalando la violación del Tratado (de México y Estados Unidos para prohibir los secuestros transfronterizos) y exigiendo el respeto a la soberanía mexicana y al debido proceso legal», señala.

Solicitar la repatriación inmediata de mi persona, argumentando que mi traslado fue ilegal y que cualquier proceso judicial en mi contra debe llevarse a cabo en México, conforme a las leyes nacionales y los acuerdos internacionales vigentes».

En una parte de su escrito, el líder del Cártel de Sinaloa requiere al Gobierno de México para que pida a los estadounidenses un informe detallado de las circunstancias de su secuestro y traslado, identificando quiénes permitieron su entrada a la Unión Americana y bajo qué base legal.

También, que le informen la identidad de las personas involucradas en su traslado, tanto del lado estadounidense como del lado mexicano.

La razón por la que alega que el Gobierno federal debe exigir la cancelación del proceso al que está sometido en Nueva York, es precisamente porque el procedimiento tiene como origen su secuestro y traslado ilegal a la Unión Americana.

«Esta exigencia no es una cuestión discrecional ni sujeta a consideraciones políticas o diplomáticas», dice.

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