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Pide diputado se cancele el cobro de foto multas anteriores

Durante la sesión en el congreso, el coordinador de la fracción panista en el congreso del Estado Miguel La Torre, pidió a la Dirección de la División de Vialidad y Tránsito del estado para que cancele el cobro de los adeudos derivados de las Foto infracciones.
El diputado resalto que respecto a lo anterior, a pesar de que la Iniciativa presentada por el Poder Ejecutivo durante la administración pasada que dio pié a la derogación, aduce primordialmente a que la medida queda superada por haber alcanzado los objetivos que le dieron origen, resulta evidente que la inconstitucionalidad del estatuto derogado, las inconsistencias legales y procedimentales además de las deficiencias técnicas de los mencionados sistemas de infracción, aunado a la inconformidad manifiesta de la ciudadanía ante la norma, fueron seguramente también factores fundamentales por los que el legislador anterior, optó por derogar el sistema del marco normativo estatal.
En todo caso, la percepción de la necesidad del sistema de foto infracción por parte de esta Soberanía, quedó superada y resolvió eliminarla del marco normativo vigente.
Ahora bien, lo que establecía el marco legal que dio origen a la “foto-Infracción” y le permitió a la autoridad manejar herramientas tecnológicas, para detectar en tiempo real por medio de una fotografía los datos de identificación del vehículo, la velocidad a la que transitan en el momento de tomar la imagen, y de esta manera se determina si que vehículo excedía los límites de velocidad turnándose a las autoridad facultada para determinar una sanción si era el caso, tuvo una vigencia de casi veintitrés meses, durante los cuales se aplicaron las respectivas sanciones económicas a aquellos ciudadanos que incurrieron en la conducta prevista por la norma y que invariablemente realizaron el pago respectivo en recaudación.

En esta tesitura, tenemos que durante el presente año existen aún pendientes de pago por parte de muchos contribuyentes, las infracciones suscitadas entre el mes de enero y marzo y el mes de septiembre en que desapareció la norma multicitada y dichos adeudos aparecen aún pendientes para cualquier trámite posterior del vehículo respectivo, es decir que son adeudos que pueden y serán cobrados en su debida oportunidad a pesar de que la norma que les dio origen ha desaparecido, recalco La Torre.
Ya no se desea castigar determinadas conductas, sino que expresa en los mismos hechos o conductas un nuevo juicio valorativo, que por razones de justicia material, razonabilidad o proporcionalidad resulta apropiado aplicarlo también a hechos anteriores.
En el caso concreto, tenemos que el poder legislativo, sostuvo en principio una medida, que se consideraba razonable en el momento de su creación, pero que tras analizar la problemática que representó, su legalidad y su constitucionalidad aunados a la negativa percepción social, resuelve derogarla volviendo al estado anterior en que estaban las cosas. En este sentido, resulta evidente que toda reforma legal constituye la seña de un vuelco valorativo y el caso de la derogación de la foto infracción no es la excepción; para esto, se razona un cambio de criterio y lo que era sancionado ahora ya no lo es, por ende, insistir en la aplicación de la norma anterior es insistir en un criterio que el mismo legislador ha descartado y se muestra hoy irrazonable y desproporcionado.
Insistió el diputado que conforme a la teoría de los componentes de la norma, toda norma jurídica contiene un Supuesto y una Consecuencia, de suerte que si aquel se complementa, necesariamente habrá de generarse los derechos y obligaciones que derivan de la hipótesis normativa, y de ahí que, los receptores del supuesto están en posibilidades de ejercitar aquéllos y cumplir las obligaciones en este caso, el supuesto es, la captación de una infracción a la Ley de Vialidad y tránsito del Estado de Chihuahua o sus reglamentos por medio de un sistema electrónico que captura la imagen al momento de la materialización conducta, y la consecuencia es la sanción, sin adentrarnos al estudio de cada uno del resto de los componentes de los actos y consecuencias.
La detección fotográfica al momento de la infracción-, empero, con el decreto derogatorio del sistema de captación, el componente –el documento que evidencia la infracción- deja de existir con la norma vigente, por ende, la autoridad no cuenta con el supuesto normativo del acto que genera la consecuencia, y no debería estar ejecutando el complemento secuencial –la multa.
La autoridad podría estar violentando el principio de irretroactividad –
Esto es, si existe un conflicto jurídico para determinar si la multa puede seguir siendo ejecutada por la autoridad, debido a que la consecuencia se generó cuando la norma estaba vigente, y existe otra norma que deroga a la anterior, se aplicará la que genere un mayor beneficio al contribuyente.
Dicho de otra forma, la foto que fundamenta y acredita la multa, jurídicamente ya no existe, por ende, no se puede sancionar a alguien por algo que no existe.
De ahí que continuar ejerciendo el cobro de las foto-infracciones, cuya regulación ya fue derogada, produce una situación jurídica contraria al orden normativo, pues no debe permanecer vigente una obligación cuya causa que la motivó ha desaparecido.
La Torre exhorta respetuosamente al titular del Poder Ejecutivo para que a través de la Dirección de Vialidad y Tránsito del Estado, aplique retroactivamente a favor del contribuyente la ley más favorable y deje insubsistentes los adeudos derivados de las foto-infracciones.

Opinión

No hay olvido. Por Raúl Saucedo

Decreto historico

En el inicio de la nueva administración el viento fue favorable para la historia, pareciera como si los susurros de miles se desplegarán nuevamente con consignas viejas (algunas de ellas vigentes aun). Las voces calladas, los estudiantes que un día alzaron la mano y fueron devorados por el silencio impuesto por el sistema, rondaban una vez más en el aire de la Ciudad de México. Fue este miércoles 2 de octubre y primer día del gobierno de Claudia Sheinbaum como presidenta de México, que en su primera conferencia de prensa, el pasado alcanzo a el presente, y en las palabras de la mandataria, las heridas de una nación se reconocieron a sí misma.

Claudia Sheinbaum firmó su primer decreto, uno que no solo hablaba de justicia, sino que invoca el espíritu de un país que nunca dejó de recordar. El decreto, cual conjuro añorado, establecía que lo ocurrido el 2 de octubre de 1968, en la plaza de las tres culturas en Tlatelolco, debía ser reconocido por lo que siempre había sido: un crimen de lesa humanidad. Aquella masacre, que se llevó consigo los sueños, proyectos y las vidas de estudiantes que exigían ser escuchados, eran ahora un grito de una «hija del 68».

La madre de la científica, una profesora del Instituto Politécnico Nacional (IPN), había estado allí, en medio del fuego cruzado, ayudando a los estudiantes. Por ello, este decreto no solo era una formalidad gubernamental; era un mandato del alma, un lazo entre generaciones que compartían el mismo anhelo de justicia. Como presidenta y como hija, Sheinbaum decidió que las heridas abiertas debían sanar, y la única manera de iniciarlo  era a través del reconocimiento y la memoria.

El decreto, que será publicado en el Diario Oficial de la Federación, no sólo reconoce en sus letras el terror de ese día, sino que también exige que el Estado Mexicano, pidiera una disculpa pública. En su texto, Sheinbaum dejó en claro que el gobierno que ella encabezaba asumía una responsabilidad moral y política frente a los hechos de 1968. En su calidad de jefa suprema de las Fuerzas Armadas, giró una orden tan solemne como tajante: “Nunca más”. Las estructuras militares, que un día arrebataron futuro no volverían a ser usadas contra el pueblo de México.

La plaza de Tlatelolco, donde la loza fue teñida de rojo, ya no era solo un lugar físico; se había convertido en un símbolo eterno de resistencia. Aquellos que perdieron la vida allí, cuyas voces aún resuenan entre los ecos de los edificios grises, recibían un aliciente histórico desde el poder. La secretaría de gobernación pronunciaba en nombre del Estado Mexicano la disculpa pública. Las palabras salieron con el peso de una historia no contada, pero conocida por todos. “Este crimen de lesa humanidad fue ideado, ejecutado y encubierto desde la más alta autoridad del poder público”. Y el aire, pesado y denso, pareció asentir.

El expresidente Gustavo Díaz Ordaz, el hombre detrás de la represión, había asumido en su momento la responsabilidad total de la masacre, pero no era suficiente. La sangre derramada no se limpia con palabras dichas en soledad. El proceso debía ser colectivo, debía involucrar a un país entero dispuesto a enfrentar su pasado. La disculpa no era solo para los muertos, sino también para aquellos que aún buscan en sus sombras una respuesta, una redención.

El 2 de octubre de 1968 no fue solo una fecha, fue un punto de inflexión en la historia de México. En aquel entonces, el país se preparaba para recibir los Juegos Olímpicos, y el gobierno de Díaz Ordaz temía que la imagen de estabilidad y orden que se querían proyectar al mundo de México se viera empañada por un movimiento estudiantil que desafiaba las estructuras del poder. Pero la represión no trajo paz sino dolor, y el país nunca fue el mismo.

Ahora, México bajo el mandato de la científica, los ecos de aquel octubre resuenan con fuerza, pero no con miedo. El decreto, firmado en el 56º aniversario de la masacre, es un llamado a la memoria, una advertencia al futuro. Nunca más se permitirá que el poder sea usado para silenciar al pueblo. La disculpa pública es un recordatorio de que la historia no se olvida.

Mientras la algarabía social y colectiva está atenta al inicio del gobierno de la primera mujer presidenta de este país, esté Chihuahua con espresso en mano espera con la firma plazmada la sanación familiar, histórica y social de lo que sucedió en el homónimo edificio

@Raul_Saucedo

rsaucedo@uach.mx

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