Balleza— El gobernador César Duarte Jáquez pidió ayer al presidente Enrique Peña Nieto instrumentar un programa integral para hacer sustentable la explotación de los recursos forestales de la Sierra Tarahumara con el objetivo de sacar de las condiciones de hambruna y pobreza a los indígenas rarámuri, “a los pobres de los pobres del país, donde el analfabetismo y las carencias de la salud hacen de la pobreza una verdadera desgracia”.
Esta determinación, indicó, impedirá que para su manutención las comunidades indígenas continúen “a expensas de la despensa” otorgada a través de los programas sociales; “una despensa que sangra los recursos fiscales que tanto trabajo cuesta recaudar”.
Durante la visita que ambos realizaron ayer al Ejido Los Guajolotes, en el municipio de Balleza, en donde permanecieron por espacio de una hora con 15 minutos, en la cumbre del extremo sur de la Sierra Tarahumara, el mandatario estatal puntualizó que en esta región que ha sentido la distancia de las decisiones centrales de las políticas públicas y el abandono de una política social errónea por invertir cada año en más recursos en los programas sociales sin revertir el deterioro de la calidad de vida de los indígenas, es importante replantear la política forestal, el fortalecimiento a la recuperación del macizo forestal del país para además aprovecharlo de manera equilibrada, “en una condición que verdaderamente genere riqueza”.
Duarte Jaquez llamó a no mantener a la población en condición de pobreza extrema “a expensas de las despensas”, ni hacerla depender de la subsistencia que le ofrecen los programas sociales que, dijo, deben servir para atender las coyunturas del desempleo y la enfermedad, “pero nunca en una dependencia permanente que haga a nuestro pueblo atenido a un programa social”, enfatizó.
Al respecto, el presidente Peña Nieto, quien estaba ataviado con ropa a la usanza vaquera, se limitó a mencionar que quienes vigilan y cuidan los bosques, deben ser incentivados y reconocidos.
La visita presidencial a la región forestal de Balleza se efectuó en el marco del “Día del Árbol” y para otorgar el Premio Nacional al Mérito Forestal a organizaciones civiles defensoras de las áreas verdes del país.
Ahí, en medio de un paraje densamente boscoso, el presidente Enrique Peña Nieto dio arranque al Programa Nacional de Reforestación 2013-2018 que tiene como meta recuperar flora perenne y árboles de explotación maderera en al menos un millón de hectáreas en todo el país.
Al sitio, a casi tres horas de camino desde Hidalgo del Parral rumbo a Guadalupe y Calvo, y donde cayó en al menos tres ocasiones una intensa llovizna, arribaron alrededor de dos mil indígenas rarámuris, brigadistas de la Comisión Nacional Forestal (Conafor) especializados en combates a incendios, y promotores del cuidado de zonas de alta densidad de floraque hizo descender la temperatura.
Invitados, funcionarios e indígenas se guarecieron bajo una carpa de más de 100 metros de largo y 50 de ancho.
Acompañado del secretario de la Defensa, Salvador Cienfuegos Zepeda, y de los secretarios de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, y del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan José Guerra Abud; el presidente informó que para este año el objetivo es reforestar 174 mil hectáreas y plantar 180 millones de árboles, de especies endémicas.
“No se trata de sembrar cantidad, sino cuidar que lo que sembremos sobreviva, porque hemos tenido episodios de sembrar mucho y poco florece y sobrevive de la plantación. Por eso la meta es lograr una sobrevivencia mínima del 60 al 70 por ciento de la reforestación, y por eso desde aquí instruyo al titular de Semarnat y a la Conafor para participar activamente con los gobiernos locales, establecer mayor capacitación para garantizar una mayor sobrevivencia de los ejemplares sembrados, instalar cinco centros regionales equipados y preparados para capacitar y apoyar el combate a los incendios forestales, y que en estos centros regionales se proporcione a las brigadas el equipamiento aéreo y de telecomunicaciones para hacer eficaz la reforestación y el combate a los incendios y la tala clandestina”, acentuó.
Indicó que además de reforestar se debe fortalecer el esquema de cuenca hidrológica para garantizar el abasto de agua a las especies sembradas; “plantas de mayor calidad para las condiciones bioclimáticas de las regiones, porque tenemos que sembrar árboles que se garantice van a sobrevivir”.
El mandatario instruyó de igual forma la construcción de viveros y acompañar la reforestación con el mantenimiento de suelos.
Agregó que en México, la pérdida de bosques entre 1990 y el año 2000, fue de 354 mil hectáreas por año en promedio. Del 2005 al 2010, se perdieron 150 mil hectáreas anuales en promedio, precisó.
Tras su mensaje, el presidente Enrique Peña Nieto sembró a un costado de la sede del evento, un Pino Real, Apache o Prieto, de la especie Pinus engelmannii.
Chihuahua es el primer lugar nacional en cuanto a superficie forestal en el país, sin embargo, por la explotación maderera que registra, sobre todo en la zona serrana, con el programa que hoy inicia serán restauradas 5 mil 500 hectáreas durante el 2013.
El presupuesto del programa de reforestación durante sus seis años de operación será de mil 730 millones de pesos.
Peña Nieto entregó durante el evento reconocimientos a siete brigadas de protección contra incendios forestales por su labor en el combate a estos fenómenos, y otorgó el Premio Nacional al Mérito Forestal a ocho organizaciones civiles, por su contribución en labores de reforestación, protección forestal, restauración forestal, silvicultura comunitaria, micro y pequeñas empresas con relación al ámbito forestal, y manejo y ordenación forestal.
Cachito a cachito
Duarte Jáquez aprovechó su mensaje para solicitar al presidente que se agilice la construcción de la carretera Guadalupe y Calvo-Badiraguato, para establecer un vínculo de comunicación directo entre Sinaloa y la región serrana de Chihuahua que permita reforzar la seguridad en el “Triángulo Dorado”, y permitir el desarrollo económico de las regiones forestales, ganaderas y mineras de la Sierra Tarahumara.
“Hay que terminar esa carretera que ha avanzado desde hace diez años cachito a cachito en presupuestos federales, y ya no es tanto el tramo, pero será muy fuerte el impacto en la región y en eso está de acuerdo el secretario de la Defensa”, concluyó.
La visita del presidente de la República a la zona serrana de Balleza, tuvo una duración de una hora con 15 minutos.
Fue precedida por un encuentro privado que sostuvo con empresarios y funcionarios en el aeropuerto de Valle de Allende.
Su gira obligó una fuerte movilización de los cuerpos de seguridad federales y estatales y de elementos del Ejército, quienes se apostaron alrededor del predio ejidal Los Guajolotes y en la comunidad de El Vergel desde la tarde de ayer martes.
Al término del evento se repartió entre los indígenas rarámuris árboles para reforestar y dotaciones de 10 kilogramos de maíz como parte del Programa Chihuahua Vive.
Uno de los camiones de asistencia médica del gobierno estatal que se incorporó a la gira, se volcó de regreso sobre en la carretera El Vergel-Parral a la altura del kilómetro 96. No hubo lesionados.
Fuente: Diario Mx
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