Sigue la rendición de cuentas, pero no de las cuentas públicas o los programas de gobierno, sino de los resultados de las elecciones en Chihuahua, pues el gobernador tendrá muy en cuenta el desempeño de cada “padrino” electoral para los próximos reacomodos en el gabinete.

Recordemos que gran parte de la arquitectura de las campañas la planeó personalmente César Duarte, quien ordenó a algunos de sus cercanos hacerse responsables de proyectos particulares dentro de las campañas y garantizarle resultados. La mayoría cumplieron y, en general, la estrategia fue exitosa.

Estos «padrinos» tuvieron línea de comunicación directa con Duarte o con su secretario particular, Odorico Vázquez Bernal, quien también desempeñó un papel importante en las campañas políticas.

En Juárez, los “padrinos” mantuvieron una estrecha colaboración con Héctor Murguía y Arturo Proal, lo cual fue un factor determinante para concretar el “carro completo” de la frontera.

Sin embargo en Chihuahua no les fue tan bien, pues Marco Quezada, aunque es de Cuauhtémoc, está pintado de deliciense hasta la médula y aunado a otros factores provocó la derrota en dos distritos, que en el PRI les supo a descalabro.

Aun así, el gobernador reconoció el trabajo de Quezada, quien más allá de estos tropiezos, garantizó la llegada de Javier Garfio a la alcaldía y no le escatimó apoyo. Como muestra, la mañana de este jueves la pasaron juntos el gobernador y el alcalde, recorriendo las obras del centro e intercambiando puntos de vista sobre el cierre de la administración municipal y la inauguración de las obras.

Sin embargo, el Vivebús no tiene para cuando. Ahora apareció un nuevo problema que tardarán al menos un par de meses en resolver y es que no se instalaron las redes de fibra óptica para los semáforos inteligentes, el sistema de cobro y otros aparatos informáticos, por lo que Telmex ya trabaja a marchas forzadas, pero se van a tardar.

El apuro es mayor, pues quieren inaugurarlo antes de que se vaya Marco Adán Quezada,  pues bastante dinero le metió el municipio como para que no le toque el aplauso. A la inauguración vendrá el presidente Enrique Peña Nieto.

Y hablando de Peña Nieto, ayer vino a Chihuahua y su visita fue muy favorable ya que se amarraron importantes inversiones para la frontera como la instalación de una armadora de automóviles en la frontera y una maquiladora alemana. En conjunto representan una inversión de 240 millones de dólares, lo cual se traducirá en miles de empleos para los juarenses.

Pasando a los terrenos panistas, ya se les pasó la sorpresa de haber ganado algo y ahora está cayéndoles el 20 de que, en realidad, su derrota fue tremenda, aunque menor que la esperada.

En el PAN saben que no ganaron por méritos propios, sino por haber sido la única opción al PRI, ya que capitalizaron el voto de castigo, pues muchísimos chihuahuenses simplemente no supieron qué hacer con su voto y por eso la enorme mayoría ni acudió a votar.

¿Qué hacer cuando las únicas opciones para la alcaldía son el PRI-Gobierno con prácticas odiosas de absolutismo político, de cinismo y de corrupción o el PAN, que recién dejó un reguero de muertos en el país y ahora en la oposición su marranero se desborda pues es un partido podrido? El 70% de los chihuauhenses pensaron que era mejor no votar.

Muestra de este podridero es la pugna entre Cruz Pérez Cuéllar, Mario Mata, Carlos Borruel, Javier Corral y muchos otros panistas “pesados», quienes ya están afilando garras y colmillos para la renovación de la dirigencia estatal, la cual quieren adelantar.

Lo cierto es que a Mario Vázquez ya no lo aguantan. No tiene apoyo contundente de ningún grupo y por mucho que quiera inflar los raquíticos triunfos, lo cierto es que les fue muy mal y como dirigente no le tienen confianza, pues siempre se nota su cargada con quien le conviene  y su desprecio hacia otras facciones del panismo. Ahora todos quieren ser presidente.

Donde el ambiente más que cordial, será familiar, es en el Congreso del Estado, que estará ocupado por los hermanos Rubén y América Aguilar, hijos del cacique, así como las parejas de esposos Fernando Reyes y Teporaca Romero, y María Ávila y Alejandro Gloria. Puro cariño ahora sí.

Pero al Congreso no solo llegan familias enteras, también se crean allí, como es la relación entre Álex Lebaron y Brenda Ríos, quienes se conocieron en las curules y fue creciendo el amor en cada reunión parlamentaria, en cada subida a tribuna.

Imaginen el corazón de la guapa Brenda cada vez que veía al fornido Lebaron presentar un punto de acuerdo, o esas reuniones de comisiones que se prolongaban hasta la noche.

La llegada de cupido era casi inevitable, como ya les ha pasado a otros legisladores, con la diferencia de que estos dos hicieron público su romance y llegaron a la boda. Otros se quedaron en el puro amorío o incluso en la aventura, pues en los pasillos de Congreso los chismes son cosa de todos los días.

La boda será este sábado y servirá de espacio para celebrar la victoria. Ahí andará toda la monarquía chihuahuita, téngalo por seguro.

Pero Héctor Murguía hizo lo propio, y aunque ya está casado y muy grandecito para nuevos romances, será su hija quien se casará con un joven chilango en La Cité, propiedad del alcalde. El encargado de casarlos será el obispo de Tabasco y ahí también andarán todos los condes, vizcondes y príncipes de la entidad.