La policía española anunció este jueves haber desmantelado una red que operaba en España y Holanda y se dedicaba a producir drogas de diseño pagadas en bitcoins.
En la operación, la policía se incautó de más de 4.5 millones de euros en bitcoins, lo que ilustra una tendencia destacada por los expertos: el pago de sustancias estupefacientes en criptomoneda, lo cual permite un mayor anonimato.
Dichas sustancias imitan los efectos de la droga original, pero tienen la ventaja para los traficantes de que «no siempre están fiscalizadas como drogas ilícitas», tal como explicó la policía española.
Entre las sustancias en cuestión hay cannabinoides sintéticos, anfetaminas o psicodélicos y opiáceos sintéticos, «suponiendo estos últimos un problema de extrema gravedad en países desarrollados como Estados Unidos», destacó la policía.
El número de muertes y de adicciones a los opiáceos es tal en Estados Unidos que de hecho el fenómeno ha sido declarado como una emergencia sanitaria.
Las drogas incautadas eran producidas en un laboratorio en Ámsterdam y en los dos de Granada y Valencia, y vendidos en la web profunda.
Allí, los clientes podían pagar la mercancía en moneda tradicional, aunque se les animaba a hacerlo más bien en divisas virtuales, como los bitcoins.
Gobiernos e instituciones financieras han pedido que se regulen estas divisas, que no están sometidas al control de ningún banco central sino de una comunidad de usuarios.