Cuál es la verdad sobre el accidente que tuvo el gobernador César Duarte en su helicóptero, fue el tema que circuló este fin de semana en redes sociales y en el Canal 28, donde realizaron una investigación acerca de algunas inconsistencias de la versión oficial por parte del Gobierno del Estado, el propio gobernador, el piloto y la empresa que fabrica los helicópteros Bel 429, modelo utilizado por el mandatario para sus giras por el territorio chihuahuense.
En un reportaje emitido en el link http://bit.ly/1G9luCN se narran algunas situaciones que pudieron haber provocado la caída de la aeronave: el primero, la falta de combustible. De un evento llevado a cabo en Moris, se viajó hasta el Rancho Agua Puerca, donde se ubica el rancho del gobernador, desviándose 254 kilómetros de lo contemplado, cuando pudieron haber viajado 95 kilómetros a Bocoyna o 162 a la capital. ¿El motivo del desvío? Posiblemente sólo enseñarle a la periodista Lolita Ayala el lujoso rancho.
Una entrevista realizada por el Canal 28 a un testigo de los hechos, del cual no fue revelada su identidad, señala que el piloto avisó a Duarte sobre la necesidad de hacer una parada para cargar combustible, pero la respuesta del gobernador fue “no se raje”. Esto provocó que ante la negativa, el piloto tuviera que viajar con un solo motor, lo cual causó la desestabilidad del helicóptero.
A esto se junta el hecho de que salieron de Moris a las 19:55 horas (ya de noche) y ese día se presentaron intensas lluvias y viento, clima no favorable para hacer un viaje tan largo; además de que se sobrepasaba el peso recomendado de siete personas, sumando el del equipaje. Tampoco se contaba con un copiloto que auxiliara al piloto, pues quien iba junto a él era una escolta del gobernador.
Como se describen, estos puntos pudieran ser considerados como negligencia de César Duarte, quien ordenó no respetar ninguna regla con el afán de volar –sin necesidad y como viaje para uso personal– hasta su rancho. Otro aspecto extraño es la explosión del helicóptero:
En ella las versiones del gobernador y el piloto, en una entrevista con López Dóriga, no coinciden; el primero dice que estalló cuando aún estaban cerca de la máquina, el segundo señaló que explotó cuando ya todos estaban alejados de la zona y a bordo de vehículos. Lo más raro es que se presume que esta explosión fue provocada, ¿con qué motivo? El helicóptero tenía un costo de 6 millones de dólares, ¿habría un seguro por cobrar? Seguro que sí, pero precisamente por inconsistencias, este pago quedó suspendido.
El reportaje señala tres hipótesis sobre los motivos de la explosión provocada: La primera, para borrar evidencias de las negligencias del gobernador que lo haría responsable del accidente, pues fue quien dio todas las órdenes; la segunda, magnificar el accidente para crear reacciones sobre el heroísmo del gobernador, quien hizo énfasis en el modo en que rescató a los tripulantes; y una tercera, ocultar un posible atentado que negaría el discurso oficial sobre el regreso de la seguridad a Chihuahua, un punto muy delicado.
Esta información nos hace cuestionarnos no sólo este hecho que el Gobierno del Estado ha vuelto mediático, sino que viene a dar un golpe más hacia la credibilidad de un personaje que desde el inicio de su administración ha estado inmerso en escándalos y acusaciones por desvío de recursos y enriquecimiento ilícito.
Este fin de semana también se llevaron a cabo los informes de los alcaldes de Chihuahua y Juárez, Javier Garfio y Enrique Serrano, respectivamente, a donde acudió la crema y nata del PRI y sobre todo donde se lucieron algunos de los aspirantes a la próxima gubernatura.
El que se dio vuelo fue el “Teto”, quien acaparó más la atención de los reflectores que el propio Serrano quien daba a conocer sus logros en estos dos años. A saludo, abrazo y hasta aplauso se la pasó Murguía, aunque las que tampoco no se quedaron atrás fueron las senadoras Lilia Merodio y Graciela Ortiz pero durante el informe de Garfio. ¿Será una señal?
“Teto” aprovechó su racha de reflectores y se presentó en la apertura de la casa de enlace de la diputada federal Georgina Zapata, en donde le preguntaron por sus aspiraciones a la gubernatura y él respondió a tono de Juan Gabriel: “No voy decir ni sí ni no, sino quizá… pero lo que se ve no se pregunta, así de sencillo”.
Quienes también traen las ansias de brillar son los dipus locales que ya andan como locos arreglando todo para sus informes de actividades, muchos con miras de lograr próximamente una alcaldía, por lo que seguramente sus informes estarán llenos de proselitismo y no dude que algún lonchipack. Los que apuntan sus miras a una Presidencia Municipal son principalmente Maru Campos y Rodrigo de la Rosa.
El que ya se llevó a todos sus aliados de su lado es el exgobernador José Reyes Baeza, recién nombrado director del ISSSTE, pues ahora Minerva Castillo fue nombrada directora de Administración por la Junta Directiva del ISSSTE en la Ciudad de México, por lo que el equipo de Reyes ya cuenta con toda la gente de su confianza.