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Nota Principal

Por deuda a empresarios mataron a René Villarreal

Este viernes, dio inició la audiencia de imputación de cargos, en contra de dos personas, aparentemente relacionadas con el caso del exfuncionario de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, René Villarreal Pérez.

Los imputados fueron dos hombres quienes se presentaron ante el juez, minutos antes de las 11:00 horas de este viernes, y que responden a los nombres de Ramón M. y Gerardo C., a quienes un juez les informa sobre las acusaciones que pesan en su contra, en lo que es la audiencia inicial de este proceso.

La Causa Penal tiene el número 577/2022 y está identificado como delito de Homicidio Calificado.

Según el Ministerio Público, los presuntos homicidas fueron contratados por Alejandro R., quien a su vez era cercano a una familia de apellido Tamez a quién René Villarreal debía alrededor de un millón 500 mil pesos.

Durante la lectura de la narrativa de hechos, la Fiscalía General del Estado expuso que los autores materiales del crimen, vigilaban a la víctima desde días antes del crimen a petición de los aparentemente hermanos Óscar y Sebastián T., dueños de la firma Rispoli y/o Riskpoli, inaudible.

Se menciona que los responsables realizaban guardias en la vivienda de la madre de Villarreal y su domicilio particular, además acudían a cobrar abonos desde 10 mil pesos.

Así mismo, se determinó que el 9 de febrero, Villarreal fue llevado por El Chemiz y Ramón M., a la carretera a Delicias, a la altura del kilómetro 206, donde recibió 7 disparos de un arma calibre .45, marca Rugger, dos pedradas en la cabeza y un corte en la yugular.

La continuación de la audiencia se llevará a cabo el próximo miércoles 16 de marzo a petición de lo acusados.

Chihuahua

Contra los adelantados: Rafa Loera y otros políticos ya no serán candidatos: Sheinbaum impone orden y frena el oportunismo electoral

La presidenta Claudia Sheinbaum ha reafirmado su compromiso con la legalidad y el orden político al frenar en seco las campañas anticipadas de varios aspirantes dentro y fuera de Morena. Entre ellos destaca Andrea Chávez, quien se perfilaba como una figura fuerte en el norte del país, pero cuya visibilidad en actos públicos, brigadas móviles y mensajes en redes encendió las alertas en Palacio Nacional.

El mensaje fue claro: gobernar no es lo mismo que promoverse. Y el momento actual exige trabajar por el país, no por los reflectores. Sheinbaum decidió marcar un alto a cualquier intento de adelantarse en la sucesión de 2030, priorizando la estabilidad, el respeto institucional y la concentración en los grandes retos nacionales.

Otro caso que quedó contenido fue el de Rafael Loera, político chihuahuense que había comenzado a posicionarse como aspirante a la presidencia municipal de Chihuahua. Su nombre empezó a circular en encuestas telefónicas, anuncios estratégicos y reuniones territoriales. Sin embargo, la instrucción fue contundente: no es tiempo de precampañas disfrazadas ni de ambiciones personales.

Loera, junto a otros políticos que también empezaban a alzar la mano —como legisladores locales, exalcaldes y operadores regionales— entendieron el mensaje presidencial: quien no respete los tiempos, queda fuera del juego.

Esta acción refuerza la autoridad de Claudia Sheinbaum como líder nacional. Su decisión no solo evita una guerra interna en Morena, sino que protege al movimiento de desgastes innecesarios. Su liderazgo queda ratificado como firme, disciplinado y enfocado en la transformación, no en la improvisación política.

La presidenta gobierna con temple y visión, y con este movimiento estratégico, demuestra que el futuro de México no será definido por prisas personales, sino por proyectos colectivos.

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