Durante la primavera no sólo recibimos un nuevo clima o cambio de horario, sino también a muchas ganas de tener sexo. El decirle adiós al frío invierno viene acompañado con ciclos naturales de reproducción y hasta los efectos del sol liberan en nosotros ciertas sustancias que causan que nuestra pasión aumente.
Estudios y expertos señalan que las ganas de tener sexo en primavera aumentan debido a que el cambio es más favorecedor y gracias a que pasamos más tiempo bajo la luz solar porque los días son más largos, nuestro estado de ánimo mejora y podemos llegar a sentirnos más “cachondos”.
Por ello, a partir de marzo en adelante los seres humanos solemos presenciar un aumento de deseo sexual, el cual ha sido vinculado con los ciclos de la naturaleza como la migración, la hibernación y la reproducción.
La investigación “Annual rhythms that underlinephenology: biological time-keeping meet environmental change” señala que los ciclos reproductivos de diversas especies en zonas frías suelen darse durante la temporada del derretimiento de la nieve.
“Con la llegada del calor de primavera o la calidez de los últimos meses de invierno, los animales en hibernación salen en búsqueda de comida y, en algunos casos, pareja”, apunta la The National Wildlife Federation de Estados Unidos.
Por su parte, algunos terapeutas señalan que durante los meses primaverales se suelen presentar una mayor tasa de interés en terapias enfocadas en la búsqueda de parejas y en tener citas “más inteligentes”.
“Quizás tuvieron una ruptura en las vacaciones (de diciembre), se tomaron enero y febrero para descansar y ahora están listos para volver”, señala Holly Richardson, terapista sexual.