El periodista Caleb Ordoñez señala que inmediatamente después de que fuera oficial el sacrificio de Herrera, López Obrador reunió a un grupo de empresarios de primer nivel en Palacio Nacional; ¿fue un guiño para ellos?
Caleb Ordóñez Talavera
El pragmatismo en política es un arte. En pocas palabras se refiere a una corriente filosófica que busca dejar de adherirse –en algún momento- a ideologías y categorías vacías que puedan entorpecer la consecución de objetivos concretos.
La actuación del presidente López Obrador en la cumbre internacional entre Canadá, Estados Unidos y México dejó un buen sabor de boca a los mandatarios de los mencionados países.
Si. Era Andrés Manuel, hablando de manera fluida y con un discurso innovador, desafiante pero conciliador. Muy lejos quedaron esas participaciones lentas y polarizadoras que ha tenido en sus ruedas de prensa mañaneras.
La oposición poco pudo criticarle, quizá su vestimenta –un traje un poco más grande que su talla- u otras situaciones triviales. El presidente mexicano sabe como “transformarse” en momentos donde debe mostrar su mejor talante.
AMLO tiene esa manera camaleónica profesional de hablarle a todos los que tiene presentes, lo que quieren escuchar. ¿Un don o experiencia adquirida? Solo él y sus más cercanos podrían responder esa interrogante.
Lo que podemos percibir es una astucia única cuando se trata de temas internacionales, dejando atrás polémicas y diatribas, para pasar a consensos y debates asertivos. Vaya, incluso su mayor opositor y adversario político, Ricardo Anaya, tuvo que aceptar –a regañadientes- el buen desempeño del presidente.
A esta forma de hacer política es quienes los estudiosos de la filosofía política llaman un “pragmático”. Dejando ideas que mantiene personalmente, el tabasqueño sabe llegar a acuerdos cuando le es necesario: Con los católicos es devoto de la virgen morena. Con los evangélicos, entregado a Cristo y admirador de Lutero. Con los comunistas, un fan del Che Guevara y la revolución cubana. Con los maestros, “el mayor defensor y respetuoso de sus derechos”. Cuando habla en las comunidades más pobres enarbola la bandera de “primero los pobres”. Con los gobernadores, es el presidente de oposición que los llama a puestos importantes.
En fin, AMLO puede tener decenas de discursos para cada grupo social. Sin embargo…