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Salud y Bienestar

¿Por qué sentimos hormigueo en brazos y piernas?

Todos hemos experimentado esa sensación de cosquilleo en manos o pies como si cientos de pequeños objetos nos estuviesen pinchando.
Al ocurrir, la piel se siente un poco entumecida y pareciera que no pudieras sentir nada, más allá del hormigueo.
Así, por ejemplo, cuando tu pie se «queda dormido» puede resultar un poco incómodo ponerle todo el peso de tu cuerpo.
No es algo muy doloroso, pero tampoco especialmente agradable. Sin embargo, si esperas un minutos y sacudes tu extremidad dormida, la naturaleza punzante de la sensación terminará desapareciendo.
La sensación en sí misma es denominada formalmente como «parestesia» y la relativamente inofensiva variedad descrita arriba es apropiadamente conocida como «parestesia temporal».
Cuestión de nervios
La biología detrás de esa sensación de cosquilleo y hormigueo es, en realidad, bastante simple.
Hay nervios por todo el cuerpo, autopistas biológicas cuyo trabajo es transmitir información entre el cerebro y el resto del cuerpo.
Si pones demasiada presión sobre uno de tus brazos o piernas –algo bastante fácil de hacer porque nuestras extremidades son largiruchas– podrías pellizcar los nervios que las recorren.
Al mismo tiempo, también estás poniendo demasiada presión sobre los vasos sanguíneos que irrigan esos nervios, como si prensaras una manguera para impedir que fluya el agua.
Eso provoca que tu cerebro quede privado de la información que espera de esos conjuntos de nervios.
Y los propios nervios no están recibiendo la sangre oxigenada que necesitan desde tu corazón.
Luego, al aliviarse la presión, la sangre fluye de vuelta a tu extremidad y los nervios comienzan a disparar información hacia y desde el cerebro.
Alfileres y agujas
Unos experimentos en la década de los 30 y 40 ayudaron a los investigadores a entender la progresión de la sensación.
Por suerte, es bastante fácil hacer dormir una extremidad. Todo lo que necesitas es un tensiómetro para apretar el brazo o la pierna del participante, hasta alcanzar una presión más alta que su tensión arterial sistólica.
Eso fue lo que precisamente hicieron un par de investigadores de la Universidad de Oxford en 1946.
Comenzando uno o dos minutos después de aplicar la presión y, comprobadamente, prolongándose por tres a cuatro minutos, se produjo una sensación que denominaron «hormigueo de compresión».
Los participantes la describieron como «una ligeramente agradable sensación de agua con gas», un «zumbido» o un «suave cosquilleo».
Algunos sintieron que tenían «hormigas corriendo hacia arriba y hacia abajo dentro de la piel».
La segunda etapa, que usualmente comienza diez minutos más tarde, fue descrita como un «suave adormecimiento». Esa sensación dura mientras persista la presión sobre el nervio de la extremidad y la irrigación sanguínea.
Finalmente, después de aliviarse la presión, llega la tercera etapa conocida como «liberación del pinchazo», que suele ser descrita como si se tratara de «alfileres y agujas».
Como destacó el fisiólogo George Gordon en la revista Nature en 1948, «la intensidad y el número de pinchazos dependen de la longitud del nervio que se está recuperando de cualquier período fijo de disminución del suministro de sangre».
«Ninguna parte en particular de un nervio está especialmente ocupada de generar los impulsos que dan lugar a este tipo de ‘alfileres y agujas'», agregó Gordon.
La liberación del pinchazo es típicamente más dolorosa que las dos primeras etapas, pero el aspecto emocional de la experiencia suele describirse con sensaciones de curiosidad o interés.
Duele, pero solo físicamente. La sensación termina desapareciendo, pero normalmente la gente no puede determinar exactamente en qué momento su piel vuelve a sentirse como siempre.
Fuente BBC

Salud y Bienestar

Arrestan en Texas a 5 hombres que enviarían más de 100 armas a Tamaulipas

La Fiscalía estadounidense señaló que las armas de alto poder serían enviadas a un grupo criminal que opera en el vecino estado del sur.

Miami, Florida, EU.- La Fiscalía estadounidense anunció el arresto en Texas de cinco hombres acusados de comprar más de un centenar de armas para enviarlas a un cartel en Tamaulipas. Las armas de fuego de alto poder incluían rifles FNH SCAR, Barrett calibre .50, FNH M294S y rifles M1919.

Los hombres fueron identificados como Gerardo Rafael Pérez Jr., alias ‘Jerry’, de 23 años; Francisco Alejandro Benavides, ‘Frankie’, de 23; Mark Anthony Treviño Jr., de 24; Luis Matías Leal, ‘Wicho’, de 30, y Antonio Osiel Casarez, de 26.

Pérez, residente de Laredo (Texas), coordinó la adquisición de más de cien armas de fuego en Texas para ser contrabandeadas a través de la frontera con México y entregadas a un cartel de narcotráfico en Nuevo Laredo (Tamaulipas), según la acusación.

Los cinco están acusados de un cargo de conspiración para traficar armas de fuego, que conlleva una pena de hasta 15 años de prisión, y un cargo de conspiración para comprar armas de fuego con una pena máxima de 25 años de prisión.

La organización criminal, compuesta además por otros tres hombres que ya habían sido arrestados en 2023, supuestamente utilizó compradores testaferros, incluidos los coacusados.

Los documentos judiciales alegan que la organización adquiriría armas de comerciantes sin licencia, o de titulares de licencias federales de armas de fuego, donde los compradores testaferros harían representaciones falsas para asegurar las armas de fuego.

Leal está acusado de proporcionar dinero en efectivo e instrucciones para facilitar la conspiración, y Casarez, de contrabandear las armas de fuego a México.

Los cinco fueron nombrados en una acusación formal presentada el 6 de marzo y fueron arrestados el pasado miércoles, detalló la Fiscalía.

Pérez, Casarez, Leal y Benavides están acusados además de un cargo de conspiración para contrabandear mercancías desde Estados Unidos y un cargo de conspiración para poseer armas de fuego en apoyo de un delito de tráfico de drogas.

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