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México

Precio de la gasolina podría aumentar 8 por ciento en febrero

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Para febrero se prevé que los precios del combustible crezcan 8.0 por ciento en comparación con enero.

Estudios de la Casa de Bolsa Finamex revelan que, de acuerdo con la formula vigente para determinar los precios máximos de los combustibles, se dará un aumento en el dato de referencia internacional utilizado para determinar los precios máximos, de tal forma que, de mantenerse al menos en los primeros días de febrero, los precios de la gasolina magna y premium se elevarían 8.0 por ciento en términos mensuales.

Tras la liberalización de los combustibles, el precio de las gasolinas serán fijados por diversos factores, entre ellos, los precios internacionales del petróleo, los costos de refinación, del transporte y almacenamiento, el margen comercial de la estación de servicio, los impuestos y el tipo de cambio vigente.

La siguiente revisión de precios de las gasolinas será el viernes tres de febrero, y se advierte que, de materializarse el incremento pronosticado por la casa de bolsa, las tarifas de los combustibles traerían un aumento de 40 puntos base sobre la inflación.

Finamex ajustó al alza su estimado de inflación para 2017, a un nivel de 5.0 por ciento desde un dato previo de 4.5 por ciento.

Asimismo, puntualizó que el impacto derivado de la variación en los precios de las gasolinas no está plenamente capturado en su nuevo pronóstico sobre el crecimiento del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).

Este impacto aún no está contemplado en su totalidad en su pronóstico del 5.0 por ciento para la inflación anual al cierre de 2017, debido a que todavía pueden variar los precios de las gasolinas al mayoreo en los Estados Unidos durante el año, pero claramente el riesgo de dicho pronóstico está al alza.

 

Excelsior

México

Senado aprueba Ley General de Aguas en medio de acalorado debate y críticas de oposición

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El Senado mexicano aprobó este jueves, con 85 votos a favor y 36 en contra, el proyecto de decreto que expide la Ley General de Aguas y reforma diversas disposiciones de la Ley de Aguas Nacionales, en un contexto de creciente presión sobre los recursos hídricos del país por sequías, conflictos por concesiones, crecimiento urbano y alta demanda del sector agrícola.
La minuta fue remitida al Senado por la Cámara de Diputados, que la aprobó tras 24 horas de acaloradas discusiones. La iniciativa deriva de una propuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum para regular el derecho humano al acceso, disposición y saneamiento del agua, así como priorizar su consumo humano y doméstico ante autorizaciones, permisos, concesiones y asignaciones del recurso.
El senador Óscar Cantón Zetina, de Morena, aseguró que el centro de este proyecto es la persona y no los grandes acaparadores de agua, pues se crea un trinomio virtuoso entre tierra, agua y gente. Afirmó que la legislación es la mayor aliada de los productores y campesinos de México, ya que elimina la visión mercantilista del agua y la regresa a su dueño legítimo, que es el pueblo de México.
La senadora del PAN, Verónica Rodríguez, señaló que esta reforma convierte el agua en un instrumento de manipulación política y electoral. Apuntó que le da al gobierno federal la posibilidad de decidir de manera discrecional quién mantiene su concesión, quién la pierde, a quién le reducen volúmenes de agua y a quién sí le permiten operar, lo que demuestra que es peligroso para la democracia, el campo, la seguridad alimentaria y las familias.
Carolina Viggiano, del PRI, advirtió que el proyecto no contó con estudios económicos ni presupuestales, no cuenta con análisis de impacto financiero y tampoco se asegura inversión para la infraestructura, operación ni vigilancia de los sistemas de agua. Además, señaló que no se consultó a los pueblos originarios.
Luis Donaldo Colosio, de Movimiento Ciudadano, indicó que los cambios abren la puerta a más control gubernamental sin contrapesos reales, a más trámites y a más incertidumbres para el campo mexicano. Afirmó que se concentran atribuciones en la Comisión Nacional del Agua sin reglas claras, crece el riesgo de arbitrariedad, corrupción, favoritismos y castigo político, además de que se crea incertidumbre en la asignación de derechos y volúmenes, lo que desincentiva la inversión, la tecnificación y frena proyectos.
La nueva Ley General de Aguas establece que las concesiones para el uso del vital líquido no podrán ser intercambiadas entre particulares, con la obligatoriedad de que sea la Conagua la que las distribuya de nuevo.
La discusión y aprobación en las Cámaras de Diputados y Senadores ocurre en un contexto donde el sector agrícola consume cerca del 75 por ciento del agua disponible para consumo en el país.

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